La Autoridad del Canal de Panamá ha emitido estrictas restricciones de calado en los últimos meses.

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El cambio climático amenaza la operación del Canal de Panamá

Residentes locales, conservacionistas y meteorólogos observan una disminución en las precipitaciones en América Central, lo que significa menos agua para el canal
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04 de junio de 2023 a las 08:48

El Canal de Panamá conecta el Océano Atlántico con el Pacífico. Su creación fue una gran ayuda para el transporte marítimo mundial, ya que antes de que se completara el canal un barco tenía que hacer un largo rodeo por el extremo sur de América del Sur, una ruta mucho más larga y peligrosa.

El mar que rodea al tormentoso Cabo de Hornos fue durante siglos un verdadero cementerio de barcos. Allí murieron miles de marineros y se perdieron innumerables barcos. Pero el paso por el Canal de Panamá acortó el viaje en más de 13.000 kilómetro, ahorrando dinero y tiempo.

Pero ahora, el cambio climático parece estar amenazando esta ruta. Cada vez que se abren las esclusas del canal, millones de litros de agua dulce fluyen hacia el mar. Como consecuencia, el nivel del agua en el canal desciende y es reemplazada por más agua que ingresa.

Ahora, los residentes, los conservacionistas y los meteorólogos están observando una disminución en las precipitaciones en América Central como resultado del cambio climático, lo que significa menos agua para el canal. Y si el agua dulce que sale de las esclusas del canal ya no se puede reponer, los grandes barcos tendrán cada vez más dificultades para pasar, según informa la agencia DW.

El Canal de Panamá usa tanta agua porque los barcos tienen que pasar por una docena de esclusas que los llevan hacia arriba o hacia abajo 26 metros. Según la consultora Everstream, que monitorea y evalúa las cadenas de suministro para firmas internacionales, se necesitan alrededor de 200 millones de litros de agua por cada paso de un barco por el canal.

La Autoridad del Canal de Panamá, que es responsable de su operación, ha emitido estrictas restricciones de calado en los últimos meses. El calado de un barco es la distancia entre la línea de flotación y el fondo del barco y es lo que determina cuánta agua necesita un barco para navegar con seguridad. Si un barco está cargado con mucho peso, se hunde más y aumenta el calado.

El calado operativo normal del canal es de 15,24 metros. A principios de mayo, las autoridades emitieron un borrador de aviso de ajuste para las esclusas Neo-Panamax —el término se refiere a los límites de tamaño de algunos de los barcos más grandes que pasan por el canal— con base en los niveles de agua proyectados. A partir del 24 de mayo, los barcos más grandes que transitan por el canal se limitan a calados de hasta 13,56 metros. Para el 30 de mayo, el calado permitido se redujo a 13,4 metros.

Para empeorar las cosas, los analistas de Everstream no esperan que la situación mejore durante el resto de la primavera. De hecho, las cosas podrían empeorar para el negocio del transporte marítimo.

Hapag-Lloyd, una compañía naviera con sede en Hamburgo, Alemania, y otros transportistas internacionales han respondido cargando menos contenedores para reducir el calado de sus barcos.

Para compensar la pérdida de ingresos, Hapag-Lloyd introducirá un recargo de US$ 500 por contenedor que pase por el Canal de Panamá a partir de junio. Los expertos en comercio internacional temen una interrupción de las cadenas de suministro y tiempos de transporte más prolongados que a su vez afectarán los precios.

Vincent Stamer, economista del Instituto Kiel para la Economía Mundial, tiene una visión más relajada de los niveles de agua en el Canal de Panamá y las posibles consecuencias para el comercio mundial. "No será realmente crítico para las cadenas de suministro por el momento", le dijo a la agencia DW.

No será como en 2021, cuando el portacontenedores Ever Given se atascó y bloqueó el Canal de Suez. "El Canal de Panamá no es tan importante para la economía mundial como el Canal de Suez", explicó Stamer.

Además, el 90% del comercio mundial se mueve a través de los océanos del mundo y ha demostrado una resiliencia relativamente pronunciada en los últimos años. "Después de las múltiples tensiones causadas por la congestión de barcos, cierres de puertos y bloqueos en los últimos años, las cadenas de suministro se han recuperado significativamente", dijo el especialista.

También en Europa, los bajos niveles de agua han causado dolores de cabeza a las autoridades en los últimos años.

El verano pasado, el Rin, una importante arteria de navegación interior, estuvo en mínimos históricos en varios tramos. Esto perjudicó los envíos y las entregas a las fábricas. También hizo subir el precio de la gasolina y el combustible diesel para calefacción. La falta de nieve en los Alpes amenaza con volver a crear el mismo problema este año.

Según publicó DW, las autoridades de navegación marítima están considerando contramedidas para el Rin, como profundizar el cauce en algunos lugares. Otra solución, mucho más costosa, sería construir represas que podrían usarse para mantener o aumentar los niveles de agua en secciones importantes del río.

Para el Canal de Panamá, se están considerando otras soluciones. Incluyen esclusas de ahorro de agua que recolectarían agua dulce en cuencas para que pueda ser reutilizada. Con este fin, se están estudiando posibilidades para desarrollar y explotar otras fuentes de agua cercanas al canal, como la construcción de embalses de agua salada.

Si todas estas contramedidas llegan con demasiada lentitud y el paso por el canal se vuelve antieconómico, ¿se vería Europa amenazada con algo similar a la debacle del cierre del Canal de Suez?  Stamer afirma que "No, definitivamente no".

"Solo el 2% del comercio marítimo alemán va a la costa del Pacífico de los continentes americanos. Las conexiones marítimas con la costa este de Estados Unidos y el comercio con los países europeos vecinos por carretera juegan un papel mucho más importante", dijo.

Hasta que se encuentren soluciones a largo plazo para el Canal de Panamá, el economista ve otras formas de enfrentar la escasez de agua en Centroamérica. "La reducción de la carga es sin duda la forma más fácil para las compañías navieras. Y el uso de barcos más pequeños también es posible".

Stamer también ve otras alternativas. "La ruta de transporte desde Asia a través del Canal de Panamá hasta la costa este de Estados Unidos puede desviarse parcialmente a través del Canal de Suez", dijo. "Las alternativas están menos claras en la ruta entre Europa y la costa oeste de Estados Unidos, pero es concebible una combinación de las medidas anteriores con un mayor uso del transporte aéreo o terrestre a través de Estados Unidos", concluyó.

Con información de agencias

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