El club de los 80: cuando la edad no es un obstáculo

Sin embargo, esta vez el fin de la llamada era otro: convocarlo a un encuentro con otros empresarios de alrededor de 80 años que siguieran en actividad. 

Dos semanas después se concretó. Era jueves al mediodía y Rozman, de 78 años, atravesó la puerta giratoria del hotel Sheraton. Adentro ya esperaban Alberto Brause, de 82 y Jaime Acher, a punto de cumplir 83 años. En una sala del piso 25, los empresarios hablaron sobre emprendedurismo, innovación y hasta oportunidades de negocio.

Hay un hilo que los une y no se trata de la edad. Es el convencimiento de que la jubilación, entendida como el paso hacia la inactividad laboral, es un error; que continuar trabajando y haciendo uso de su capacidad creativa es no solo una forma de "devolver a la sociedad" lo que ésta les dio, sino que es, también, una forma de ayudarse a sí mismos. 

Acher fundó la empresa familiar homónima que importa, distribuye y comercializa productos de revestimiento, loza, grifería y otros rubros asociados. Su rol en la empresa es "netamente comercial". Hoy la dirige y apoya a sus hijos, que también están a cargo. Con el tiempo, el empresario fue dejando el crecimiento de la empresa en manos de sus hijos. "Estoy delegando porque aprendí que uno tiene que darles el terreno, para que la altura se la den ellos", contó. Pero siempre aparecen razones para que la silla de la oficina de Jaime Acher no termine de enfriarse. 

Brause es uno de los fundadores del estudio Jiménez de Aréchaga, Viana & Brause. El retiro de la abogacía fue el puntapié hacia nuevas actividades. Actualmente integra el directorio de Pepsico y además, al igual que Rozman, es consejero de emprendedores en Endeavor. "Endeavor fue un cambio de cultura, fue cambiar el canal por donde los uruguayos caminan, que es el del empleo privado y público, por el otro camino, el de crear, innovar, procurar cambiar el chip. De eso se trata", dijo Brause sobre la organización que también fundó.

El apoyo a las nuevas generaciones vincula a Rozman y a Brause en distintas actividades. Además de apoyar a emprendedores, forman parte de la comisión directiva del liceo modelo Espigas, en Puntas de Manga, para adolescentes que viven en la zona. Fue fundado por la filántropa neoyorkina de origen alemán Nina von Maltzahn, de 79 años. 

Pero también se relacionan por el emprendedurismo post jubilación, algo que los ocupa y preocupa especialmente. Rozman fundó y preside Xeniors, una organización de apoyo a quienes busquen emprender después de los 50. "Gabriel (Rozman) es el alma mater, el motor fuera de borda, y yo colaboro", señaló Brause. Acher dijo que a veces, por la forma de trabajar "extremadamente privada"  en su empresa, no tiene la oportunidad de colaborar "con este tipo de emprendimientos" que considera "maravillosos". Pero eso podría cambiar.

En el medio de la entrevista conjunta Rozman le propone a Acher colaborar y Brause acota que podría ser mentor.  Casi al final del encuentro, el tema de sumar a Jaime Acher a Xeniors volvió a aparecer. Brause insistió en "engancharlo" y Rozman se agendó el contacto en su iPhone.  

¿Qué los lleva a continuar trabajando?

-Brause: Es la necesidad de volcar lo que todavía tenemos. Es una enorme experiencia. Si nos vamos a sentar en la plaza a alimentar palomas, no sirve para nada lo que tenemos en la cabeza. Y yo si no hago algo, me pongo muy nervioso.

-Acher: Es la adrenalina.

-Rozman: Yo por lo menos pienso que quiero seguir lo más que pueda; no por lo que gano, sino porque me gusta que aprecien lo que puedo dar, que me lo quieran remunerar.

Son conscientes de que son la excepción, y que la mayoría de los jubilados se dedican a descansar.

-Rozman: Pero creo que es un error. Hay que mantenerse activos, lúcidos.

-Brause: Es la clave. Hay que mantener activo lo que hay acá adentro (se señala la cabeza). 

-Acher: Yo me cansé de seguir peleando dentro de mi empresa por agrandar cosas que no se pueden agrandar más de lo que el mercado pretende. ¿Qué hice? En el campito que tengo empecé a volcar toda mi capacidad creativa. En la empresa esa parte la estoy delegando a mis hijos. 

La empresa Acher está recibiendo a una nueva generación: la de sus nietos. Jaime Acher cuenta orgulloso que le gusta la transformación que está viendo en la forma de trabajar de esta generación. Poder hablar con su nieto de negocios, transmitirle su experiencia y aprendizaje y darle las herramientas es un hecho que valora y que, según cree, no tiene precedentes. 

Los objetivos

La entrevista con Martha Sangiovanni se dio un día después, en su casa. Tiene 82 años. La energía que hasta hoy le impide quedarse quieta la llevó a trabajar como contadora hasta los 74. Pero al igual que Brause, después del retiro se abrió hacia nuevas actividades. 

Vivía en Rivera cuando en una revista vio que en Montevideo se daban clases de gimnasia mental. Primero viajaba todas las semanas. Luego, se capacitó como formadora y abrió su propio club en Rivera. Una operación la llevó a vivir en Montevideo junto a su hija y aunque tuvo que cerrar el espacio en la ciudad del norte uruguayo, buscó la forma de continuar en la capital. Actualmente da clases de gimnasia mental en el Club Malvín, el Club de Residentes de Rivera, en una casa particular y está por comenzar en el centro Oneness Uruguay. Sus clases, que son gratuitas, tienen lista de espera. 

Varias respuestas de Sangiovanni coincidieron con las de Acher, Brause y Rozman. 

"Cuánta gente pensando cuánto falta para jubilarse. ¿Y se jubilan y qué hacen? Se sientan a leer el diario, miran la tele, juegan con sus nietos, y se acabó. No hay objetivos. Al tomar ese estilo de vida ya tenés más tiempo para ver lo que te duele. Si le vas a estar prestando importancia a lo que te duele, cada vez te duele más. Seguí par adelante. Cuando estás ocupado, no tenés tiempo de mirar mucho esas cosas", comentó.

Rozman había dicho el día anterior: "Después de los 60, ¿cuál es tu objetivo? Hoy vivimos 30 años más de los que vivíamos antes, ¿y qué hacemos? Veo gente jugando ajedrez en la plaza Matriz, tomando mate, pero eso no es vida. Tenés mucho para dar a gente que lo necesita, tenés proyectos, ideas". 

El empresario alienta a los mayores de 50 a emprender, y piensa que cuando hay buenas ideas, el dinero se consigue. "Te crea un entusiasmo nuevo. ¡Te rejuvenecés!", enfatizó. 

¿Les han pedido en su entorno familiar que paren de trabajar?

-Rozman: De pura envidia (risas)

-Brause: A mí no. 

-Acher: ¡A mi me exigen! Me dicen sí, andá a descansar, pero luego "papá, ¿qué hacemos con esto?" o "dale, tu silla se está enfriando papá, ¡vení un rato!" (risas). 

A la misma pregunta, Sangiovanni respondió entre risas: "¡Que alguien se atreva!".

Valorar la experiencia

Brause y Rozman dedican buena parte de su tiempo a la enseñanza. A Rozman lo llaman generalmente para dar cursos cortos de MBA  en diferentes países, como Singapur, Colombia, Francia y Argentina. Contó entre risas que paradojicamente, cuando pregunta en alguna universidad uruguaya si lo precisan para algo, le dicen que está todo en orden. "Me causa mucha gracia. Nadie es profeta en su tierra", disparó. 

El fundador de Jiménez de Aréchaga, Viana & Brause está preparando un curso para extranjeros que dará en la UM sobre democracia en Uruguay, sus orígenes y la evolución. Asistir a sus clases sumará créditos en la carrera de los alumnos. Eso lo entusiasma. El año pasado dio uno en la escuela de negocios de esta universidad sobre el origen de Uruguay y su independencia. Brause fue senador por el Partido Colorado entre 1990 y 1992 y entre 2000 y 2005. También subsecretario del ministerio de Ganadería entre 1988 y 1989. Pero preparar un curso sobre democracia en el mundo moderno le parece desafiante. 

"Me pasé varios días de este verano leyendo y releyendo, armando notas de lo que va a significar este curso. En el mundo moderno, explicar qué es la democracia trasciende al Uruguay. Me lleva a tener que ampliar el espectro y pensar bien lo que uno va a enseñar a extranjeros, que vienen por un tiempo y se llevan lo que uno les transmite. Eso es fundamental, porque me mantiene activo", comenta Brause, y ríe al decir que al menos no tiene que viajar hasta Singapur, como Rozman. 

Martha Sangiovanni no cobra las clases de gimnasia mental porque cree que sentirse valorada es la mejor retribución. "Ahí encontré cariño, devoción. Esto que estoy haciendo me hizo valorarme como persona. Me siento estimulada a seguir para adelante", expresó. Cree que hoy no se valora a los veteranos como antes. "Siempre pienso que me equivoqué de época. Antes los veteranos eran los que tenían la experiencia, todo el mundo les venía a preguntar cosas. Ahora eso se dio vuelta y no saben nada de nada. Por lo tanto no les dan bolilla. En cierta forma es lógico, porque el conocimiento varió mucho", apuntó. 

Economía plateada

Brause y Rozman tienen una idea: que las donaciones de las empresas privadas, particularmente a organizaciones como Xeniors, puedan deducirse de impuestos, total o parcialmente. El fundador de Jiménez de Aréchaga tiene esperanzas de que se logre con el nuevo gobierno. Argumentó que como la expectativa de vida se extendió unos 20 años y el gobierno tiene una "preocupación enorme que se llama BPS", con un "déficit fiscal que todos los años se agranda", existe una oportunidad de "cambio cultural": apoyar y financiar a los emprendedores veteranos para que luego de jubilarse emprendan, se transformen en patrones que aporten (sin quitarles la jubilación), generen empleo y ayuden, de esa forma, a financiar el BPS. "Es un ganar-ganar. Gana inclusive el propio gobierno. Por eso tendrían que estar interesados", razonó Brause. 

A Rozman le fascina el movimiento llamado "economía plateada". Es el mercado para los mayores de 50 años. Piensa que la gente aún no lo entiende, o no le pone atención.

Interesado por la temática, Acher señaló su andador y dijo ser un "consumidor brutal". "Cualquier cosa nueva que sale y que me ayude, la compro", contó. Luego habló de un aparato para ponerse las medias que le compró a un amigo, mientras Brause y Rozman lo miraban con especial atención. 

-Brause: con los años vienen una serie de problemas y uno no quiere entregarse. "Esto lo tengo que hacer yo", piensa uno. 

-Acher: Hay una brutal cantidad de oportunidades para emprender ahí. 

-Rozman: la gente no ve el mercado. Piensa que los mayores de 60 ya no consumen. 

Para Acher, las oportunidades se explican por una simple razón: Los mayores son quienes tienen en este momento más dinero, y necesitan más servicios. 

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