El desafío que le presenta Manini a Lacalle rumbo al balotaje

Tiempo de lectura: -'

23 de octubre de 2019 a las 16:42

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

Quedan pocas horas para las elecciones de la primera vuelta. Lo que pase allí será determinante para el paso siguiente. Pero no por ello los candidatos y sus comandos dejan de planificar lo que harán desde la noche del domingo, cuando se sepan los resultados y tengamos una primera imagen de la composición del próximo Parlamento. 

De eso se tratará la newsletter Decisión 2019 de hoy. Por esta semana especial, te enviamos a vos, por ser suscriptor Member, un correo diario con información y análisis del paso a paso de la carrera electoral. 

Hoy el foco es: ¿qué tan importante es “la foto” que logren los dos candidatos que pasen al balotaje? ¿Lacalle Pou necesita “abrazarse” a todos los candidatos del bloque opositor? ¿Qué tanto rechazo genera Manini en los votantes colorados? 

Pero antes, una invitación a pronosticar: ¿cómo pensás que serán los resultados del domingo?

Penca de las elecciones

Queremos escuchar el pronóstico de nuestra comunidad de lectores Member. Para eso hicimos una penca sobre qué porcentaje de votación alcanzará cada partido en los comicios del domingo 27.

El método es simple: entrá a la nota y adjudicale el porcentaje que pensás que tendrá cada partido. La cuenta debe dar 100 para ser válida. Apretás enviar y ya sos parte del concurso.

El ganador se hará acreedor a una cena y a una experiencia Member de cara al balotaje. 

Pronosticá acá. 

Para el balotaje Lacalle necesita a los votantes de Manini: ¿pero lo necesita a él?

Leonardo Carreño

Todo estará condicionado por el resultado del domingo. No es lo mismo que el Frente Amplio logre un 44% o un 45% el próximo domingo, a que llegue a 40% o 41%. Pero hay algo sobre lo que las encuestas no dejan dudas: habrá balotaje y los protagonistas serán Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou.

El primer punto importante a despejar es que no debería ser lo mismo la estrategia de los candidatos para formar la coalición de gobierno, que la estrategia electoral para el balotaje. 

Pese a que votará bastante más abajo que el Frente Amplio y tal vez incluso peor que su propio registro de la elección pasada, para formar gobierno el Partido Nacional la puede tener más fácil que el oficialismo, siempre que -tal como parece- el FA no logre mayoría parlamentaria en ninguna de las cámaras. 

La tiene más fácil porque hay voluntad de acordar en varios temas tanto con el Partido Colorado como con Cabildo Abierto (que serán los que tengan mayor representación parlamentaria) y también con el Partido Independiente y el Partido de la Gente. 

Si uno suma toda la intención de voto a esos partidos debería suponer que también la tiene fácil para balotaje, pero como veremos con algunos números de las encuestas más el rechazo que generan algunos de los socios en los votantes de otros, el razonamiento no es tan lineal.

Acordar con esos cuatro partidos no asegura retención de los votos. Para retener a los de Cabildo Abierto, Lacalle Pou parece tenerla más fácil. La fuga de esos votos hacia Martínez presumiblemente será baja. “Que Martínez diga que espera recibir en noviembre los votos de Cabildo Abierto es una demostración más de que está totalmente ajeno a la realidad del país. Los votantes de Cabildo Abierto jamás votarían a quienes prometen continuidad”, dijo Manini Ríos esta semana.

La última encuesta de Opción dice que el 16% de los cabildantes de octubre votarían a Martínez en noviembre. La otra encuestadora que ha divulgado datos de balotaje es Radar y su última encuesta en ese sentido es de agosto. Según esa consultora, el 82% de los votantes de Manini apoyarán a Lacalle y solo el 5% irían con Martínez. 

En cambio el candidato blanco parece tener el desafío en capturar a los votantes colorados de la primera vuelta. Históricamente, y lo demuestran los datos de cada balotaje, cuando el colorado fue candidato que pasó a noviembre (1999) la fuga de votos dentro del bloque de partidos fundacionales fue más baja que cuando el candidato fue blanco (2009, 2014).

 

Año

PN en octubre

PC en octubre

Balotaje

Candidato

Diferencia 

1999

478.980
21,7%

703.915

31,9%

1.158.708
52,5%

Jorge Batlle (PC)

-24.187
-1,1

2009

669.942
29,1%

392.307
17,0%

994.510
43,5%

Lacalle Herrera (PN)

-67.739
-2,6

2014

732.601
31,9%

305.699
13,3%

939.074
43,4%

Lacalle Pou (PN)

-99.226
-1,8

 

La última encuesta divulgada por Radar que midió balotaje muestra una comportamiento en el mismo sentido. 

 

Según la última encuesta de Opción, 23% de los que votarán al PC el próximo domingo, votarían por Martínez en un balotaje y 72% a Lacalle. 

Pero todo estas encuestas son previas a que los ciudadanos vean la foto de la coalición que propone Lacalle Pou. Y hay algunas pistas que generan incertidumbre sobre si será posible mantener los guarismos que marcan las encuestas.

Esta elección tiene una diferencia sustancial con las anteriores. La presencia de Cabildo Abierto, con una potencia electoral que era impensada meses atrás. Antes lo importante era lograr el apoyo del tercer partido en cuestión y listo. 

En los balotajes pasados el ganador, fuese blanco o colorado, necesitaba que el candidato del otro partido saliera a hacer campaña con él. Recorrer el país juntos, firmar documentos programáticos y -como pasó en 1999 con la estética de la campaña de Batlle que pasó a ser el pabellón nacional-  agruparse todos bajo un mismo símbolo. 

Ahora no necesariamente funcionará la misma estrategia. A los que votaron al tercer candidato capaz que no les gusta el cuarto, o viceversa. Entonces que el candidato a presidente se abrace a todos y salga a recorrer el país de la mano con ellos no necesariamente es una buena señal.

Desde que se empezó a hablar de balotaje, la clara tendencia favorable que tenía el candidato blanco sobre el frenteamplista en escenarios de las encuestas empezó a cambiar. 

Pero a la vez en los datos de popularidad de los líderes políticos se observa que Manini Ríos es de los candidatos que genera más alto rechazo. Según la última encuesta de Equipos, el 52% le tiene antipatía y es el registro más alto luego de Edgardo Novick y Pablo Mieres.

Factum divulgó hace dos semanas, en base a su encuesta de octubre, un informe sobre la opinión que tienen los uruguayos sobre los candidatos. Manini es el que tiene mayor imagen negativa (48%) de los cuatro presidenciables más importantes. 

Factum además elabora un índice de imagen y le atribuye puntaje a cada candidato. Cuando segmenta solo por los votantes de la oposición, Manini es el que tiene menos puntaje.

El comando de Lacalle maneja números propios diferentes. Aseguran que si bien hay un porcentaje del electorado opositor que tiene un rechazo a Manini, eso no necesariamente quiere decir que dejen de votar a Lacalle porque el general retirado integre la coalición. 

En el Frente Amplio, en cambio, manejan otros números. Ninguno de los dos comandos accedieron a compartir esos datos. 

Pero más allá de los números hay una pregunta estratégica para los blancos de cara al balotaje: ¿Lacalle necesita abrazarse con Manini la noche del domingo o en la semana siguiente? Necesita a los votantes de Cabildo Abierto pero no necesariamente a su líder. 

¿Qué votantes están en riesgo con una presencia fuerte de Manini en la campaña de  Lacalle Pou? Tal vez algunos votantes de Talvi, quien le ha cuestionado varias veces. Seguramente el votante más de centro o centro izquierda que no quiere votar al FA y estaba dispuesto a dar el salto a la oposición.

Lacalle tiene que acordar con Manini, pero ser muy cuidadoso en las señales que da. El rechazo que genera Talvi es mucho menor. Pero si en la interna colorada Julio María Sanguinetti se posiciona bien y quiere entrar en la mesa de negociación también hay un factor a considerar allí.

Hay algunos indicios de que Lacalle Pou es consciente del desafío. En la entrevista que publicamos este miércoles en El Observador, el candidato blanco dice algunas cosas entre líneas. Por ejemplo en esta frase: 

 ¿Hasta dónde negociás? Hasta donde no desvirtúes tu relación con el electorado. Yo no puedo cambiar lo que dije que iba a hacer. Y negociás en tanto te sigas reconociendo. Lo que sos, tu esencia, valores y principios. Si todos escribimos en el mismo sentido, es una coincidencia. Por eso mi apelación en toda esta etapa de la campaña fue programática y ahora le agregué el de la relación interpersonal. 

Pese a que aclaró que hablaba en genérico y no de Cabildo Abierto en particular, la pregunta era sobre Manini. Además, en el hilado fino de sus declaraciones en diferentes medios, ha cuidado de no parecer extremadamente cercano a Manini.  Ya lo descartó como ministro de Defensa o Interior, y pese a que aseguró que quiere un gabinete con los líderes, todavía no dijo si piensa que él debe estar en el Consejo de Ministros o no.

El equilibrio a hacer es delicado. Lo necesita cerca, pero no tanto. La fórmula mágica para una ecuación perfecta rumbo al balotaje necesita de una dosis justa de cada socio. Un poco más o un poco menos, es muy riesgoso.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.