Leonardo Carreño

El dólar imparable superó los $ 41 al público: ¿qué hay detrás? ¿Tiene techo?

En medio de un contexto regional y global de incertidumbre el dólar avanzó casi $ 4 en apenas dos meses

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04 de marzo de 2020 a las 18:55

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El arranque de marzo está acompañado por días de  fuerte volatilidad en los mercados financieros. El nerviosismo por la expansión del coronavirus y su impacto  en las economías tiene en vilo al mundo entero. A eso se suman otros factores regionales. Todo ello tiene repercusiones que se hacen sentir en Uruguay.

A nivel cambiario el dólar completó este miércoles 10 jornadas consecutivas al alza en las que acumula una suba de 5,7% y de 7,5% en el año. La divisa se negoció en promedio a $ 40,124 en el promedio mayorista con una suba de 1,43%. También en la pizarra al púbico pegó un salto y se vende arriba de $ 41 en los cambios privados. La última operación del interbancario del año pasado se hizo a $ 37,50. 

A priori no se vislumbran elementos que puedan ir en el sentido contrario al alza del dólar. A nivel global nada hace pensar en un debilitamiento del billete verde y en el vecindario el panorama es similar.

El aumento de los últimos días ocurre también en un momento particular del país que coincide con el cambio de gobierno. Entre los distintos agentes se siguen con atención los pasos del BCU y se espera conocer en qué dirección se moverán las primeras fichas. Por lo pronto este miércoles se confirmó la asunción de Diego Labat como presidente interino de la autoridad monetaria. 

La expectativa está centrada en si se permitirá una apreciación acelerada de la moneda para apuntalar la competitividad como reclama el sector exportador, que además está siendo golpeado por la situación de China.

Esta semana el presidente Luis Lacalle Pou dijo a El Observador que Uruguay  debe valorar la canasta de monedas con las cuales compite y también la canasta de monedas de la región. “Diría que el dólar tiene que estar un poco por arriba, lo que no puede haber son saltos bruscos”, afirmó el mandatario, que acotó se seguirá interviniendo en el mercado.

En el escenario actual, con la inflación arriba de 8% el espacio para un mayor debilitamiento del peso parece acotado, si es que también se quiere mantener la evolución de los precios en niveles de un dígito. Las presiones que se pueden generar sobre la inflación no ayudarían a generar un buen clima de cara a la nueva ronda de negociación colectiva que empezará en mayo. Eso ya quedó demostrado en rondas pasadas cuando el fantasma de los dos dígitos complicó las cosas, porque el gobierno no pudo trasmitir a los distintos agentes que sería capaz de encauzar la inflación al rango meta, de manera que los sindicatos aceptaran el esquema de ajustes propuesto.

El BCU vendió US$ 18 millones en el mercado de futuros el pasado viernes, US$ 200 mil el martes y US$ 10 millones este miércoles, pero no ha operado en el mercado spot. La intervención es un instrumento que ha utilizado para suavizar volatilidades de manera recurrente en el pasado. Por ejemplo en enero y febrero hubo compras directas por US$ 504 millones para apuntalar el tipo de cambio.

En febrero la autoridad monetaria también sumó a su estrategia para sostener el valor del dólar una reducción de las emisiones de Letras de Regulación Monetaria (LRM) y dejó caer las tasas de interés. Eso desalentó el ingreso de capitales que habían presionado a la baja el tipo de cambio.

Esta tendencia se revirtió en las últimas licitaciones. Las letras a 1 y 2 años aumentaron las tasas 91pb y 11pb respectivamente, mientras que ayer y hoy las letras a 30 y 90 días recuperaron 141bp y 65pb respectivamente.  La depreciación del peso coincide con un menor apetito de inversores extranjeros por LRM. Esto es consistente con una menor demanda de LRM, quitando presión a las tasas.

Desde el equipo de la firma Puente se explicó a El Observador que si bien en los últimos días la autoridad monetaria no intervino con fuerza podría hacerlo en cualquier momento. “Hay que tener en cuenta el momento político. Alberto Graña ya no preside el BCU y Diego Labat aún no asumió el cargo (lo hará en estas horas). Probablemente sea necesario que las nuevas autoridades asuman para poder dar directrices claras sobre el rol que va a tomar el BCU en el mercado de cambios”, indicaron.

También destacaron que el peso uruguayo acompaña la tendencia de otras monedas en la región. La moneda local acumula una depreciación de 5,98% en lo que va del año, mientras que el real se depreció 13,64%, el peso chileno lo hizo 8,72% y el peso colombiano 5,86%. En segundo lugar, el coronavirus genera temores en los inversionistas, de modo que huyen de los mercados emergentes hacia activos seguros. Esto es consistente con la depreciación de todas las monedas emergentes.

¿Qué expectativa hay a mediano plazo?

Desde Puente se indicó a El Observador que el nuevo gobierno manifestó su preferencia por un tipo de cambio más alto, por lo tanto “se debería sentir cómodo con este aumento”. De todos modos resaltaron que la inflación va a estar muy presionada en los próximos meses, por el aumento en las tarifas públicas y la devaluación de la moneda.

“Considerando que los sindicatos miran la inflación actual al momento de sentarse a negociar salarios, es de esperar que los aumentos nominales que soliciten sean altos.  El resultado de la negociación dependerá de la postura que tome el gobierno y las cámaras empresariales”, se indicó.

Los ministerios de  Economía y de Trabajo resolverán en pocas semanas qué tipo de lineamientos guiarán los ajustes salariales en el sector privado. Entre 227 grupos que tienen convenios vigentes, hay 149 que vencerán dentro de los primeros seis meses de gobierno. 

Por otra parte, la semana pasada el socio de Exante, Pablo Rosselli señaló que la suba del dólar en Uruguay llegó para quedarse más allá de algunas fluctuaciones que pueda experimentar. Eso tendrá efectos contrapuestos, ya que si bien favorecerá a sectores productivos expuestos a la competencia internacional, puede alentar al mismo tiempo una reducción del consumo privado. Con un dólar con tendencia alcista, los productos importados se encarecen para el consumidor local.

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