El general Abdourahamane Tchiani leyó un comunicado en la televisión estatal de Níger presentándose como "presidente del Consejo Nacional para la Salvaguardia de la Patria", la junta militar que derrocó al presidente Mohamed Bazoum, electo por el voto popular en la segunda vuelta electoral en febrero de 2021.
Tchiani, que se desempeñó como jefe de la guardia presidencial, justificó el golpe de Estado por la "degradación de la situación de seguridad" en el país africano, asolado por la violencia de grupos yihadistas.
Según expresó, bajo la presidencia de Bazoum había una "retórica política" que quería hacer creer a la población que "todo iba bien", mientras que existía "la cruda realidad con su cuota de muertos, desplazados, humillación y frustración", afirmó.
"El enfoque actual en materia de seguridad no ha permitido asegurar el país, a pesar de los grandes sacrificios del pueblo nigeriano y del apoyo apreciable y apreciado de nuestros socios exteriores", argumentó Tchiani.
De esta forma, el militar, hasta el momento un discreto alto oficial que dirigió la guardia presidencial, se autoproclamó jefe de un gobierno de transición dos días después que su unidad derrocara Bazoum.
El general, de 62 años, que lideró desde 2015 la unidad de élite, es oriundo de la región occidental de Tillaberi, una de las principales áreas de reclutamiento del ejército y, según los observadores locales, es un aliado cercano del expresidente Mahamadou Issoufou, el político que dirigió el país hasta 2021.
Según los informes, Tchiani lideró la resistencia a un intento de golpe frustrado en marzo de 2021, cuando una unidad militar intentó tomar el palacio presidencial días antes de que Bazoum, que acababa de ser elegido, prestara juramento.
El miércoles pasado, la unidad de Tchiani detuvo a Bazoum en el palacio presidencial, localizado en la ciudad de Niamey, la capital del país, lo que provocó una ola de condenas tanto dentro como fuera de África.
El coronel Amadou Abdramane, portavoz del ejército de Níger, había dicho en la televisión estatal el miércoles que las fuerzas de seguridad habían decidido “poner fin al régimen que ustedes conocen debido al deterioro de la situación de seguridad y al mal gobierno”.
En esa oportunidad, Abdramane anunció el cierre de las fronteras, un toque de queda en todo el país y que todas las instituciones de la república quedaban “suspendidas”, al tiempo que advirtió contra cualquier intervención extranjera y aseguró que el ejército garantizaría el bienestar de Bazoum.
Por su parte, Estados Unidos, Rusia, Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE) exigieron la liberación de Bazoum, elegido en 2021 en la primera transferencia de poder pacífica y democrática en la nación del oeste de África desde su independencia de Francia en 1960.
Su detención, según los analistas, amenaza los esfuerzos de Occidente de estabilizar la región africana del Sahel, donde se han registrado varios golpes de Estado en los últimos años. Mali y Burkina Faso, vecinos de Níger, han sufrido cuatro golpes de Estado desde 2020, y ambos enfrentan una ola de atentados y ataques de los grupos islamistas radicales.
(Con información de AFP)
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