Militares golpistas gaboneses nombrarán presidente de transición al general Oligui Nguema

Este jueves, y en medio de insólitas muestras de júbilo, los militares golpistas anunciaron que el próximo lunes, asumirá como líder de la “transición”, aunque sin precisar cuánto durará en el cargo, el general Brice Oligui Nguema, jefe de una unidad de élite del Ejército, la Guardia Republicana.

En un comunicado transmitido por la televisión estatal, Oligui Nguema, que prestará juramento el lunes 4 de septiembre ante la Corte Constitucional (para lo cual será “restablecida temporalmente” por los autores del golpe de Estado) pidió a “todos los responsables de los servicios del Estado” que garanticen “la continuidad y el funcionamiento de todos los servicios públicos”.

En su mensaje, el futuro “presidente de transición” llamó a la tranquilidad “a todos los acreedores y socios en cuestiones de desarrollo”, y les aseguró que “se tomarán todas las medidas para garantizar el respeto de los compromisos de Gabón, tanto en el plano exterior como interno”.

Los militares golpistas restablecieron el acceso a internet y las transmisiones de los tres grandes medios de comunicación que habían sido suspendidos el sábado por el gobierno de Bongo, aunque mantienen el toque de queda nocturno y el cierre de las fronteras.

El golpe de Estado en Gabón se produjo horas después de que la autoridad electoral declarara a Bongo como ganador de las elecciones del pasado sábado con 64,27% de los sufragios. La votación había sido criticada por la oposición como fraudulenta y fue anulada por los militares, que tomaron el poder y arrestaron domiciliariamente a Ali Bongo.

La oposición, que guardó silencio durante las últimas jornadas, pidió este jueves a los golpistas que reconozcan la “victoria” de su candidato Albert Ondo Ossa en las presidenciales, que lideró la plataforma Alternance 2023 en los comicios.

El portavoz de Alternance 2023 llamó a los militares a “supervisar la reanudación del proceso de centralización de los resultados de las presidenciales para oficializar la victoria de Ondo Ossa en las urnas”, pero, hasta ahora, son los golpistas quienes guardan silencio sobre el tema.

Otro tema que queda pendiente en el presente gabonés es qué ocurrirá con Ali Bongo.

El líder depuesto fue electo por primera vez en 2009, luego de la muerte de su padre, quien habría amasado una fortuna de la riqueza petrolera de Gabón. Fue reelecto en 2016 durante una elección disputada con ferocidad antes de sufrir en 2018 un paro cardíaco que debilitó su poder.

Los golpistas dijeron que Bongo está bajo arresto domiciliario “rodeado de su familia y sus médicos”. Y que uno de sus hijos, Noureddin Bongo Valentin, está detenido por “alta traición”.

También continúan detenidos altos funcionarios del régimen, consejeros de la presidencia y los dos principales responsables del poderoso Partido Democrático Gabonés (PDG), acusados de traición, malversación, corrupción y falsificación de la firma del presidente.

El golpe de Estado fue condenado por la Unión Africana (UA). Este jueves, el Consejo de Paz y Seguridad de la UA anunció en su cuenta de X (antesTwitter) que “suspendió inmediatamente la participación de Gabón en todas las actividades de la UA, sus órganos e instituciones hasta el restablecimiento del orden constitucional en el país”. La UA exigió a los partidos de Gabón y a los candidatos presidenciales que concurrieron a las últimas elecciones generales que acuerden una hoja de ruta de transición para restaurar el orden constitucional y volver a organizar votaciones. El Consejo de Paz y Seguridad de la región tomó la decisión de formar un equipo de alto nivel con la responsabilidad de facilitar una transición civil.

Sin embargo, el jefe diplomático de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, llamó este jueves a la cautela señalando que los militares gaboneses intervinieron después de una elección injusta: “Naturalmente, los golpes militares no son la solución, pero no debemos olvidar que en Gabón hubo unas elecciones llenas de irregularidades”.

Algo similar sospechan los grupos de pobladores que celebraron el golpe el miércoles en las calles de la capital y del centro económico de Port-Gentil al grito de “¡Bongo fuera!” y aplaudieron a los policías en trajes antimotines, según consignan los cables de la agencia de noticias AFP.

La ONU condenó el golpe y pidió a los militares garantizar la seguridad de Bongo y su familia. Mientras que, por su parte, el Departamento de Estado de los Estados Unidos afirmó estar “profundamente preocupado” y se mantuvo “firmemente opuesto a las tomas militares”, aunque también cuestionó la “falta de transparencia y los informes de irregularidades en las elecciones”.