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El "huachicoleo": el robo de combustible contra el que lucha López Obrador
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reforzará la vigilancia en los ductos de la estatal Petróleos Mexicanos mientras los automovilistas hacían largas filas para cargar combustible ante la escasez que provocó su estrategia para combatir el robo de gasolinas.
"Vamos a reforzar la vigilancia en 1.600 km de ductos, en donde están los ductos principales del traslado, la transportación de los combustibles", dijo López Obrador en su habitual conferencia de prensa matutina.
López Obrador denunció que en Ciudad de México hubo escasez de combustible por el sabotaje a un ducto y aseguró que se va a ir normalizando la situación.
"Ya está el plan para reforzar en la vigilancia en ductos, desde luego van a continuarse los repartos, el abasto a gasolinerías con pipas (camiones cisterna) y poco a poco vamos a ir normalizando la situación", dijo.
El mandatario también agradeció a los ciudadanos que "han cuidado su gasolina y que no han ido asustados por la propaganda a llenar el tanque y complicar las cosas".
"Agradezco mucho a la gente por su apoyo, por su comprensión, les digo que tenemos gasolina suficiente,y diésel y turbosina suficiente, no hay un problema de escasez de combustibles en el país", dijo.
Desde las primeras horas del jueves, automovilistas hacían largas filas en las estaciones de servicio de Ciudad de México para cargar combustibles, mientras trabajadores de las gasolinerías intentaban ordenar el acceso.
El huachicoleo
La estrategia del nuevo gobierno para combatir el robo de combustibles, conocido en México como "huachicoleo", ha generado desde el pasado fin de semana largas filas de automóviles que esperan para cargar gasolina, principalmente en el centro del país.
Para contener el robo, el gobierno cerró los ductos que distribuyen gasolina y comenzó a distribuir el energético en camiones cisterna, que han resultado insuficientes.
A finales de diciembre, López Obrador anunció un plan para detener ese ilícito, que en 2017 ocasionó pérdidas por 60.000 millones de pesos (unos 3.000 millones de dólares).
El plan del gobierno implica la vigilancia por parte de las fuerzas armadas, de 50 puntos estratégicos de Pemex y catalogar el robo de combustible como un delito grave sin derecho a fianza.
Este jueves, el encargado de la fiscalía general, Alejandro Gertz, dijo que ya está lista la iniciativa para que sea catalogado como delito grave.
El robo de combustible a Pemex, que involucra a cárteles de la droga, ha crecido durante los últimos años. En 2017 se detectaron 10.363 tomas clandestinas en los conductos de la petrolera, y en 2018 se tenía reporte de 12.581 hasta octubre.
AFP
