El liderazgo del Clausura se pone en juego en el Paladino

Una visita de riesgo para los tricolores por varios motivos: porque es un escenario desconocido para sus jugadores (Nacional no juega ahí desde 2006), porque a pesar de que volvió al triunfo no jugó bien contra los de Capurro y porque el local es un buen equipo, uno de los animadores de la temporada.

Progreso, que aparece en la tabla con 24 puntos, tiene pendiente un fallo en la AUF que si le resulta favorable sumará dos unidades más, lo que le agrega más importancia a los 90 minutos de este fin de semana. Anímicamente, con el clásico en siete días, también es clave la victoria para los dirigidos por Gutiérrez.

De fiesta

Después que la Mesa Ejecutiva no le autorizó a Progreso fijar el estadio Koster de Mercedes para el partido contra Nacional porque estaba inhabilitado, sus dirigentes se pusieron como único objetivo acondicionar el Abraham Paladino para recibir a los tricolores este domingo por la fecha 11 del Clausura.

El destino quiso que ambos equipos lleguen compartiendo la punta del torneo. Con la colaboración de hinchas, socios y hasta de los jugadores, el club cumplió con los requisitos exigidos por la AUF y el Ministerio del Interior.

Colocaron dos tribunas móviles en las cabeceras y aumentaron la capacidad a 5.000 personas, aunque finalmente una de las cabeceras no fue habilitada por el club.

Arreglaron los alambrados alrededor del campo de juego, pusieron otro perimetral detrás de la cabecera local, acondicionaron los baños y pintaron las tribunas.

Calculan que gastaron $ 350.000, la mayor parte en el alquiler de las tribunas, para que la Teja vuelva a tener su fiesta este domingo.