El modelo de negocios detrás de la familia dueña del Manchester de Cavani y de los campeones del Super Bowl

Después de 12 temporadas consecutivas sin llegar a los playoffs de postemporada, los dueños de los Tampa Bay Buccaneers –la familia Glazer– hicieron una apuesta de US$ 50 millones a principios de 2020 para cambiar su suerte en el fútbol americano.

Tarde en la noche del domingo, después de una insólita temporada que culminó con la victoria de los Buccaneers por 31-9 sobre el campeón defensor de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL, por sus siglas en inglés), los Kansas City Chiefs, el copropietario Joel Glazer alzó el trofeo del Super Bowl con espíritu de reivindicación.

"Mi padre tenía un dicho: si quieres conocer el camino hacia el éxito, pregúntale a la persona que ya lo ha recorrido", dijo, señalando al mariscal de campo Tom Brady a su lado. "Encontramos a esa persona".

A la edad de 43 años, Brady llevó a los Buccaneers a la victoria en su primera temporada con el equipo, obteniendo el séptimo campeonato de la NFL de su carrera en el proceso.

Los comentarios brindaron un vistazo poco común a la estrategia de la familia Glazer, quizás más conocida mundialmente por ser propietaria del Manchester United. En más de 25 años de propiedad de equipos deportivos, han mantenido un perfil bajo y rara vez hablan de las ambiciones para sus inversiones.

Durante el último año, han transformado el desempeño de sus clubes mediante la adquisición de los mejores talentos. Brady, una estrella cuyas posibilidades ya habían sido descartadas por la mayoría de los otros equipos debido a su edad, llegó a un acuerdo de dos años con los Buccaneers por un valor de US$ 50 millones. Al otro lado del Atlántico, los Glazer trajeron al joven portugués Bruno Fernandes al Manchester United, y con su desempeño en la cancha llevó al equipo de fútbol inglés al segundo lugar actualmente en la tabla de la Premier League detrás de su rival Manchester City.

"Obviamente están comprometidos. Es solo una cuestión de por qué están comprometidos", dijo John Tinker, analista de investigación de Gabelli & Co, sobre los Glazer y sus inversiones deportivas. "¿Es porque quieren ganar o porque quieren desarrollar los equipos y venderlos?"

El patriarca Malcolm Glazer, oriundo de la ciudad de Rochester en Nueva York, hizo su fortuna al hacerse cargo del negocio familiar de piezas de repuesto para relojes que tenían sus padres inmigrantes, convirtiendo esa riqueza en una cartera diversificada de inversiones que incluye participaciones en el grupo de motocicletas Harley-Davidson y el fabricante de camiones de juguete Tonka, entre otras empresas públicas.

Fueron los hijos de Malcolm Glazer quienes lo convencieron de comprar una franquicia deportiva, según una persona cercana a la familia, ya que los enormes beneficios potenciales de ser propietario de un equipo de la NFL eran un gran atractivo.

Una década después de la compra de los Buccaneers, en 1995, los Glazer realizaron la compra apalancada por £ 790 millones del Manchester United. El acuerdo hizo que la familia se volviera impopular entre algunos fanáticos del United que los criticaron por utilizar deuda para financiar el acuerdo. Se han gastado más de £ 1000 millones en pagos de intereses, tarifas, dividendos y otros costos asociados con la adquisición.

A pesar del éxito en la cancha después de la adquisición, incluyendo cinco títulos de la Premier League y una victoria en la Liga de Campeones de la UEFA, el torneo de clubes más grande de Europa, el equipo no ha podido recuperar ninguno de los dos trofeos desde la jubilación del entrenador Sir Alex Ferguson en 2013.

Al año siguiente, Malcolm Glazer murió, dejándoles a sus seis hijos un imperio deportivo con un valor estimado de US$ 5.8 mil millones, según estimaciones de Forbes.

El negocio de la propiedad de franquicias deportivas ha cambiado desde que Glazer compró a los Buccaneers y hoy es considerablemente más competitivo, particularmente en la Premier League. El aumento en las tarifas de los derechos de los medios en Europa ha presionado a los clubes para que compitan por títulos de liga, lo cual requiere más desembolsos financieros de las proporciones de los que se hicieron por Brady y Fernandes.

El mercado de esos derechos de los medios se ha vuelto más complicado, al igual que el panorama de los medios en general, dijo Tinker, señalando una crisis en evolución en el fútbol francés y el interés del capital privado en la Serie A de Italia.

Las complejidades de la propiedad moderna de equipos deportivos han sido igualadas por un fuerte aumento en las valoraciones de las franquicias. Los Buccaneers ahora tienen un valor de US$ 2,28 mil millones según Forbes, un aumento de 10 veces con respecto a la inversión inicial de los Glazer de US$ 192 millones en 1995, en aquel momento una suma histórica para una franquicia deportiva por un equipo que tenía el peor récord en el fútbol estadounidense.

En el Manchester United, del cual una parte de las acciones cotizan en bolsa, las acciones cayeron hasta US$ 12,06 en marzo del año pasado después de que se suspendieran los partidos de la Premier League debido a la pandemia, cayendo por debajo del precio de US$14 de su oferta pública inicial en 2012. Desde entonces, las acciones se han recuperado hasta los US$1 6,33, lo cual le da a la compañía un valor de US$ 2,6 mil millones.

La gestoría de fondos del Reino Unido, Lindsell Train, uno de los dos mayores accionistas fuera de la familia Glazer, dijo en una carta a sus clientes en enero que 2020 fue lógicamente difícil para el club. Después del inicio de la pandemia, los ingresos del United cayeron a £ 509 millones en los 12 meses hasta el 30 de junio, una disminución de casi el 19% interanual, lo cual provocó una pérdida neta de £ 23,2 millones.

Sin embargo, la firma apuesta a que el club se beneficiará conforme Amazon, que ya ha comprado los derechos de algunos juegos de la Premier League, y otras plataformas de transmisión digital invierten más en contenido.

"Esperamos que las plataformas de tecnología digital aumenten el valor de los derechos de transmisión deportiva", dijo Nick Train, gestor de fondos de Lindsell Train. "Y no hay dudas sobre la continua fascinación mundial por el fútbol".

Personas cercanas al club dicen que la deuda del United no le impedirá fortalecer su plantilla, y señalan los € 200 millones de gasto neto en jugadores en los últimos dos años, incluyendo a Fernandes, quien tiene 21 goles y 16 asistencias en 37 partidos de liga desde que se unió al equipo.

Mientras tanto, la victoria de los Buccaneers en el Super Bowl ha generado reconocimiento de la toma de decisiones de los Glazer, después de que la costosa apuesta por el veterano Brady dio sus frutos.

"Es posible que su contratación haya parecido algo muy, muy, muy tonto", dijo Tinker. "Fue una apuesta grande y arriesgada. ¡Sin agallas no hay gloria!".