Diego Battiste

El Partido Socialista sangra por las heridas que surgen con la conducción de Civila

Daisy Tourné y Julio “Nino” Pintos abandonaron el Comité Central de la agrupación, que desde marzo es liderada por su ala ortodoxa

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30 de diciembre de 2019 a las 05:03

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El 2019 fue un año removedor para el Partido Socialista (PS). En marzo, Gonzalo Civila, un profesor de filosofía de 35 años venció en las elecciones internas, lo que significó un cambio en la orientación de la colectividad que el año entrante cumplirá 110 años.

Los ortodoxos –o “removedores” como ellos prefieren llamarse– volvieron a ser mayoría tras 14 años, en la previa de un año electoral en el que nuevamente había un socialista compitiendo por volver a colocarse la banda presidencial.

Entre sus objetivos, el nuevo secretario general anunció que necesitaban una “gran renovación” y volver a “abrirse” a la sociedad, y desde el primer momento expresó simpatía por sectores que se ubican más a la izquierda del Frente Amplio, lo que generó algunos cortocircuitos internos. Para las elecciones octubre, el PS encabezó un sublema denominado “Frente Futuro” junto a Casa Grande, el sector liderado por Constanza Moreira, y otras agrupaciones como la 5005, PAIS y el Movimiento de Alternativa Socialista (MAS). Pero su votación cayó a la mitad (pasó de 136 mil votos en 2014 a 70.581 en octubre de este año) a pesar de que Daniel Martínez es de sus filas.

Diego Battiste

Ahora, de cara a las elecciones departamentales de mayo, el PS se inclina a alcanzar un acuerdo con el Partido Comunista para promover a la expresidenta de Antel Carolina Cosse como candidata a la Intendencia de Montevideo.

El resultado electoral y esta negociación con el PCU, que se ha desarrollado fuera de la orgánica, han hecho reabrir las tensiones internas, lo que quedó en evidencia este fin de semana, cuando primero se reunió el Comité Ejecutivo Nacional y luego el Comité Ejecutivo Departamental.

En ambos encuentros, al igual que lo habían hecho luego de las elecciones, los integrantes del ala “renovadora” hicieron saber sus discrepancias con cómo se habían dado los procesos de discusión interna y criticaron la falta de apoyo a Martínez, algo que terminó forzando su negativa a ir por la reelección en la Intendencia de Montevideo.

El viernes, el excandidato presidencial del FA llamó a Civila para decirle que no estaba dispuesto a ser candidato, luego de que El Observador y La Diaria informaran que no contaba con el respaldo de su partido, el PS, con el propio Civila a la cabeza. El sábado, Martínez lo reafirmó con un posteo en Twitter luego de que aparecieran pintadas en muros que lo señalaban como el “candidato de la gente”.

“Confirmo que no seré candidato a la IM. Desde mi lugar y con la gente voy a trabajar para el triunfo del Frente Amplio”, zanjó.

A principios de diciembre, los socialistas analizaron en una reunión del Comité Central las causas de la derrota electoral de noviembre. En la previa, un grupo de dirigentes “renovadores” –entre los que están Mónica Xavier, Yerú Pardiñas, Daisy Tourné, Hyara Rodríguez, Santiago Soto, Julio Bango y Fernando Isabella– hicieron circular un documento en el que criticaron la “pérdida de centralidad y de capacidad de conducción política” partidaria, y pidieron a la dirección dar un “mensaje muy claro” para “frenar la sangría de compañeros y compañeras” que resuelven abandonar el partido.

Diego Battiste
Santiago Soto, Daisy Tourné y Julio Bango, tres destacados integrantes del Partido Socialista

“Hemos cosechado la peor votación del PS en 35 años, con una reducción prácticamente a la mitad en el total de votos obtenidos”, decía el inicio del texto en el que criticaban la conducción de Civila, la planificación de la campaña y la poca visibilización de los referentes.

Sangría

Las discrepancias internas también provocaron durante todo este año una sangría de dirigentes. Roberto Kreimerman, Álvaro García, Alicia Torres, Gonzalo Tancredi, Guillermo Fraga y Eduardo de León se desafiliaron, mientras que este fin de semana la senadora Daisy Tourné y el exintendente de Paysandú Julio “Nino” Pintos renunciaron al Comité Central por motivos “personales y políticos”.

En setiembre, Tourné había anunciado que se bajaba de las listas al Parlamento para dejar paso a mujeres jóvenes en la agrupación, pero que seguiría participando en la “vida activa” de su “querido” PS. "Estoy vieja y me quiero jubilar", dijo en ese momento a El Observador, aunque ahora también dejará uno de los principales órganos de dirección.

En tanto, en su carta de renuncia –a la que accedió El Observador– Pintos señala que los “últimos hechos frente a la posibilidad de la candidatura de Daniel a la Intendencia no han hecho más que reforzar y acelerar" su decisión. Termina su misiva pidiendo que comprendan su situación y manifestando que seguirá aportando desde su departamento.

Leonardo Carreño

En julio, luego de que Martínez venciera en las internas del FA, el director de la OPP, Álvaro García, se desvinculó del partido después de 37 años. Junto a él se fueron una veintena de mandos medios socialistas, entre los que se encuentran Alicia Torres, extitular de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama), y el astrónomo Gonzalo Tancredi. García formó el sector Plataforma y junto a PAR, de Cristina Lustemberg, obtuvo 36 mil votos.

En los meses previos a la elección también renunció al sector el exministro de Industria Roberto Kreimerman, quien se pasó a Asamblea Popular.

Algunas semanas antes, el que se había ido era Eduardo de León, un asesor de la OPP que integraba los principales órganos partidarios: el Comité Ejecutivo, el Comité Central y era además secretario de Formación. En su carta de renuncia, De León señalaba sus discrepancias con la corriente mayoritaria, a la cual criticó con dureza por tener una “fascinación por el populismo con sus ingredientes mágicos o religiosos”.

El dirigente escribió que se había impuesto una “cultura política” que era “antagónica con la identidad socialista democrática e histórica” y marcaba “la segunda muerte del socialismo democrático”.

Esa cultura que se impuso en las urnas, según De León, tiene entre sus “rasgos fundamentales” una “visión instrumental o en ocasiones ambivalente sobre la democracia y las libertades fuera de Uruguay” que “desconoce las lecciones de la caída del socialismo real, del coqueteo de fracciones de izquierdas con autoritarismos de todo signo y las propias autocríticas del Partido Socialista”.

Renuncias anteriores

Las diferencias internas entre los socialistas también provocaron renuncias cuando quienes lideraban eran los renovadores.

En noviembre de 2014, quien se alejó fue Roberto Conde –ortodoxo– por considerar que al momento de definir la lista al Senado del PS (fue ubicado en el número 11), no había sido tratado como correspondía en función de su trayectoria. Conde fue diputado del partido desde 1999 hasta que asumió como vicecanciller en 2010. Luego llegó al Senado en 2013, como reemplazante de Mónica Xavier.

Seis años antes, mientras era presidente, quien renunció al PS fue Tabaré Vázquez tras las críticas por su veto a la ley que despenalizaba el aborto; en aquel momento, el mandatario aseguró que seguiría siendo un “socialista sin carnet”.

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