El Real Madrid se recuperó del golpe en el derbi, pero el Girona es el líder

Un partido en el que el Madrid fue de menos a más. Supo manejar la posesión y el control del encuentro, incluso lastimando a su rival con pases largos a la espalda de la defensa, pero no tradujo dicho dominio en ocasiones claras y concretas de gol.

Le cuesta al equipo de Carlo Ancelotti hacer un gol. Necesita muchas ocasiones para ser efectivo. Fue un triunfo sin brillo, pero necesario e importante al fin y al cabo tras caer en el derbi, que le permite colocarse como segundo tras el empate del Barcelona ante el Mallorca. 

La primera parte fue aburrida, espesa, de juego lento y con poca claridad en las situaciones de gol, hasta que Brahim Diaz, quién fue titular en lugar de Jude Bellingham, le dió un tono distinto al juego con su tanto en el desenlace. Tras un centro de Lucas Vázquez sobre la derecha, el español recibió en total libertad en el punto del penal y definió para poner el 1-0.

Las Palmas salió valiente, con la línea defensiva muy adelatada -casi en la mitad de la cancha- y dejando muchos espacios. El Madrid tuvo campo para correr y para sorprender con un balón largo y desmarques a la espalda de la defensa.

Al Real le faltó chispa, profundidad y sobre todo ser más preciso en los remates. No comenzó de la mejor manera el segundo tiempo y, antes de que Ancelotti haga los cambios, llegó el gol de Joselu. El delantero hizo lo que mejor sabe hacer: remató de cabeza un centro de
Rodrygo con la zurda, cruzó el balón y sorprendió a Vallés para poner el 2-0. 

Triunfo sin brillos pero necesario para el Real Madrid. Debía ganar para "olvidarse" del derbi y lo hizo, aunque no jugando de la manera más esperada. De esta manera, supera al Barcelona que empató ante Mallorca, y se ubica segundo en la tabla de LaLiga por detrás del Girona, el único líder del torneo.