El 22 de junio de 1986, Diego Armando Maradona fue protagonista de dos hechos memorables. En el partido de cuartos de final del Mundial de México le anotó dos goles a Inglaterra. El primero fue con la mano. Y el segundo fue una obra de arte, reconocido como el mejor gol en la historia de los mundiales.
El 19 de agosto de 1984 (el sábado se cumplieron 39 años), Maradona hizo su debut con la camiseta de Napoli, club que compró su ficha a Barcelona en US$ 10,5 millones, por entonces el pase más caro en la historia del fútbol.
El rival de Napoli fue River Plate argentino, club al que los italianos le debían dinero por el pase de Ramón Díaz, concretado en 1982.
En River Plate militaba el uruguayo Enzo Francescoli y el equipo fue dirigido por Federico Vairo porque el entrenador uruguayo Luis Cubilla había sido despedido en mayo tras perder la final del Nacional con Ferro Carril Oeste (global de 4-0).
El millonario formó con Carlos Gay; Jorge Gordillo, Jorge Borelli, Guillermo Nicosia, Julio Jorge Olarticoechea; Héctor Enrique, Rubén Gallego, Norberto Alonso, Roque Alfaro; Enzo Francescoli y Daniel Teglia.
Napoli, dirigido por Rino Marchesi, que fue destituido a fin de la temporada 1984-1985, formó con Luciano Castellini; Constanzo Celestini, Giuseppe Bruscolotti, Raimondo Marino, Simone Boldini; Pasquale Casale, Moreno Ferarrio, Maradona; Daniel Bertoni, Domenico Penzo y Paolo Dal Fiume.
El equipo terminó octavo en la Serie A y recién en la temporada 1986-1987 se consagraría campeón, por primera vez en su historia, en una de las más grandes epopeyas del fútbol italiano.
El amistoso entre River y Nápoli terminó 0 a 0.
"El Napoli se entrenó todo este tiempo para defenderse, y eso nos pasó contra River. Ellos jugaron un gran partido y nos sacaron la pelota. Nosotros salimos como los indios, de a uno, y nos comimos las paredes de Enrique, Alonso y Francescoli. No sé si el fútbol italiano es así o sólo el Napoli, pero tendremos que cambiar. Se meten muy atrás (por sus compañeros) y no estoy acostumbrado. Atacamos Bertoni, Penzo y yo. Nadie más nos acompañó. Quizás el DT esté tranquilo, pero yo salí de la cancha muy caliente porque los dejamos jugar. Quizás en dos meses me dé cuenta que tenía razón, pero ahora no", dijo entonces Maradona a El Gráfico, en declaraciones reflotadas por TyC Sports.
En la crónica de El Gráfico se reflejó: "Gol de Maradona a los 30 minutos, pero anulado por manotazo evidente". El juez era el italiano Pietro D'Elia.
Dos años después, Maradona utilizó la misma estrategia para saltar por encima del golero Peter Shilton y engañar al juez Ali Bennaceur, de Túnez. El gol quedó para la historia como "La mano de Dios".