Emisarios de Biden y de Maduro tuvieron una reunión sin mediadores en Qatar

No se trata de un mero capricho sino del complejo ajedrez que quedó con las sanciones del exmandatario Donald Trump que profundizaron la crisis económica y social del país caribeño. Si Washington desanda parte de los fondos financieros congelados y abre las puertas a las inversiones petroleras en Venezuela, es probable que Maduro se muestre más dispuesto a retomar el diálogo con un antichavismo que tiene múltiples caras que medirán sus fuerzas en una elección interna.

En efecto, un total de 11 políticos adversarios de Maduro, de diversos sectores opositores, se inscribieron en una elección el próximo 22 de octubre para intentar tener un único candidato de cara a las presidenciales de 2024. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral no habilitó los mecanismos constitucionales para esa contienda, lo cual abre más incertidumbres a la hora de trazar un cronograma para dentro de dos años.

La situación entre oficialismo y oposición en Venezuela permanece estancada, pero el vínculo entre Caracas y Washington podría ayudar a destrabar la situación. El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y mano derecha de Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, se reunió hace tres semanas en Doha, la capital de Qatar, con Juan González, asesor de Joe Biden para temas latinoamericanos y de frecuentes viajes a Caracas. González es asesor para el hemisferio occidental en el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

El encuentro se llevó a cabo en esa monarquía petrolera sin presencia de mediadores. Tras la realización del Mundial de Fútbol, Qatar ganó protagonismo en la arena internacional y en particular en la mediación entre la Casa Blanca y el Gobierno chavista.

Además de ser el lugar de esa reunión reservada, el emir de Qatar hizo varias gestiones para acercar el diálogo. Al igual que Venezuela –y también Estados Unidos-, Qatar es un país petrolero y las compañías que operan en el emirato están interesadas en que aumente el flujo de producción venezolana. Además, Qatar y Venezuela son miembros de la poderosa Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

La monarquía qatarí, encabezada por la familia Al Thani, de algún modo releva el papel mediador que venía realizando Gustavo Petro, presidente de Colombia. El venezolano Jorge Rodríguez y el estadounidense Juan González se reunieron para tratar de evitar mediaciones.

Los puntos que trataron, según lo publicado en distintos medios europeos, entre ellos El País de Madrid, son los de las mediaciones anteriores pero que no fructificaron en la escala que tanto la Casa Blanca como el Palacio de Miraflores predecían.

En concreto, Washington y Caracas piden liberación de detenidos en ambos países. Además, Washington, haciéndose eco de los antichavistas quiere que Maduro anuncie un cronograma electoral y el Consejo Nacional Electoral se involucre en las internas opositoras del 22 de octubre próximo.

Ni Rodríguez ni González, consultados por El País, quisieron hablar de la reunión, aunque no la negaron. Sí es público que Caracas pide la liberación de Alex Saab, el empresario colombiano aliado de Maduro juzgado en Estados Unidos por lavado de dinero y corrupción y a quien el chavismo considera un diplomático venezolano.

Para la Casa Blanca esa demanda sin un cronograma para las presidenciales de 2024 parece ser una frontera lejana. Por su parte, Maduro dijo que no moverá ficha si Washington no levanta las sanciones internacionales que pesan sobre Venezuela.

En noviembre pasado, Maduro lo sintetizó en esta frase: “Si quieren elecciones libres, queremos elecciones libres de sanciones”. Las sanciones significan la congelación de fondos venezolanos congelados en el extranjero por un valor de entre US$ 3.000 y 5.000 millones. Lo complejo del tema para Washington es que la oposición antichavista también pide que liberen esos fondos.

A fines de 2022, en la mesa de diálogo que ambos sectores venezolanos mantenían en Ciudad de México, habían acordado que de producirse la liberación de ese dinero, se crearía un fideicomiso controlado por una comisión de las Naciones Unidas.

Sin embargo, varios países poderosos, como Estados Unidos y Francia, desconfían de Maduro. Hasta el mismo mandatario colombiano Gustavo Petro pidió a Maduro que concretara una fecha para las elecciones para ir acercando posturas.

Las conversaciones en México quedaron en el aire y el gobierno de Maduro no las quiere reactivar sin el levantamiento de las sanciones. La reunión de Qatar parece ser una vía distinta, en la que ni Colombia ni México estarían involucradas. Por ahora, los propios actores no cuentan cual es la hoja de ruta.

(Con información de agencias)