Diego Battiste

Empresarios denuncian "emergencia gastronómica" y poca empatía desde el gobierno

El sector gastronómico se debate entre cerrar temporalmente para ayudar a disminuir la movilidad y tener que cerrar de forma permanente por falta de apoyo económico

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02 de abril de 2021 a las 11:46

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En abril de 2020 nació el Colectivo Gastronómico Uruguay (CGUY), una agrupación que hoy nuclea a más de cien restaurantes, cafés, bares y foodtrucks locales afectados por el Covid-19. Un año después de su creación, sigue reclamando medidas puntuales por parte del gobierno nacional que ayuden a la supervivencia del sector, uno de los más golpeados por la crisis sanitaria.

El pasado miércoles, en una transmisión en vivo por su cuenta oficial de Instagram, las chefs e integrantes del colectivo, Ximena Torres y Carolina Mena mantuvieron una charla en la que plantearon las dificultades y necesidades de los comercios dedicados a la gastronomía.

“Desde el Colectivo estamos totalmente alineados con la preocupación sanitaria que hay. Lo entendemos porque lo vivimos, no es ajeno a nuestras casas o a nuestros restaurantes. Sentimos que necesitamos cortar la movilidad pero a la vez nos están faltando algunas herramientas para poder hacerlo”, señaló Mena, chef y copropietaria del restaurante La Guinda.

Mantener las fuentes de trabajo, los locales y las empresas abiertas son las mayores preocupaciones de los miembros del colectivo, que afirman no poder afrontar los costos fijos de otro cierre voluntario temporal, como hicieron en 2020.

Para poder acompañar las recomendaciones de bajar la movilidad de las personas, los locales deberían cerrar, pero las autoridades “no están ofreciendo un respaldo, una solución temporaria para quienes decidan cerrar. Ahí es cuando se te presenta el problema”, señaló Ximena Torres de La Dulcería, para quien aún falta empatía por parte del gobierno sobre la situación del sector. “En marzo y abril del año pasado lo hicimos cien por ciento a costa de nuestra pérdida, este año ya no lo podemos hacer. Si quieren que se cierre, necesitamos apoyo”.

“Hemos pedido y propuesto muchas posibilidades que entendemos son medidas que podrían tomarse para ayudar a la gastronomía y sentimos que se ha dado poco y nada. Y eso no deja de llamar la atención, porque va a terminar generando desempleo”, planteó la chef y comunicadora.

Por su parte, Antonio Ameijenda, presidente de Cambadu, señaló que desde la institución están en constante comunicación con el gobierno haciendo propuestas, pero que no han presentado “solicitudes de ayudas específicas económicas, porque nos han dicho que no las ven viable”. Sin embargo, están luchando porque no se decrete un cierre total porque “si se hace un cierre total de la actividad, desaparecen muchísimos”.

Medidas conseguidas como la promoción y facilidad para acceder a préstamos con tasas más cómodas no son una solución, según las integrantes del Colectivo Gastronómico y lo que plantean son beneficios fiscales en los costos fijos del sector, como por ejemplo, las tasas de bromatología o el impuesto de puerta, cuando el local no está funcionando.

“Me atrevo a decir que estamos en una situación de emergencia gastronómica y que no estamos sintiendo que hayan medidas que ayuden y que motiven”, señaló Torres y resaltó que las medidas de reducción del aforo y del horario son “factores que hacen que la facturación disminuya, sin embargo, no se ha prorrateado en nada los gastos fijos”.

 La contracara del delivery

“A veces la sugerencia es ‘dedíquense a los delivery’, pero no es tan fácil de implementar”, dijo Mena. “Hay algunas empresas que no tienen la capacidad de reinventarse tan rápido porque su arte es a la mesa, su experiencia es en el lugar”, agregó Torres.

Según las emprendedoras, los costos que implican ofrecer los productos a través de las aplicaciones de delivery son altos y no siempre se compensan con el flujo de los pedidos. “Hay una especie de monopolio que no lo podemos controlar y muchas veces no te conviene tener tu negocio abierto para darle parte de tu ganancia o prácticamente toda a las apps”, expresó Torres.

Como contrapartida, proponen a los clientes que se comuniquen directamente con los lugares para consultar si tienen su propio servicio de delivery o de qué forma pueden beneficiar más al local.

Ante la pregunta de varias personas durante la charla en vivo por Instagram sobre cómo podían ayudar al sector, las chefs invitaron a consumir productos locales, de emprendedores, tiendas de barrio o artesanos. “Elegí dónde poner tu dinero. Hoy más que nunca, eso que es mini puede hacer una diferencia entre un emprendimiento que se sostenga en el tiempo o que cierre”, dijo Torres e insistió que desde el Colectivo Gastronómico están disponibles para juntarse y proponer ideas a las autoridades.

Por su parte, el próximo lunes, Cambadu tendrá una reunión con la Intendencia para evaluar la situación del sector comercial en general. “Algunos negocios aparecieron preguntando cómo hacer para cerrar, pero para eso también se necesita dinero”, dijo Ameijenda. “Yo creo que hay que tratar de no hacer planes de cierre, sino de sostenimiento”. Según el directivo, en unos cinco o seis meses, cuando gran parte de la población ya esté vacunada y el clima acompañe, la gente empezará a salir nuevamente y a “vivir un poco más como antes de la pandemia”.

 

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