La enfermedad, cuyo diagnóstico presenta un retraso de casi 3,7 años, afecta desde el inicio de la vida reproductiva. "Muchos médicos generales e incluso ginecólogos no saben cómo diagnosticarla", aseguró Hueta.
A su vez, insistió con que el dolor no es normal como se cree, sino que es una advertencia de que algo está sucediendo.
Esta negligencia a la hora de diagnosticar se debe a que la pelvis femenina es un área muy pequeña compuesta por muchas partes, como el útero, los ovarios, el apéndice y el intestino. Por ello, la mayoría de las veces el diagnóstico se hace "por eliminación". El ginecólogo buscó hacer hincapié en diferenciar el dolor por quiste de ovario "que es lateral" y el dolor por endometriosis, que afecta el centro de la pelvis.
La enfermedad consiste en un incorrecto funcionamiento de la capa interna del útero -denominada endometrio-, que al producirse el sangrado por la menstruación en lugar de conducir las células de la sangre hacia el cuello vaginal, las desvía hacia el abdomen.
En los casos de mayor gravedad, la enfermedad impacta en los órganos vitales al escaparse ciertas células en corrientes sanguíneas -"a través de las trompas hacia la cavidad abdominal"- para implantarse en lugares donde hay concentraciones de sangre. A esto Huerta le sumó que "en cualquier lugar donde hay un vaso sanguíneo puede llegar una célula". De todas formas, son casos excepcionales, ya que la afectación suele estar limitada a la pelvis.
Los principales síntomas para detectar la enfermedad son el dolor durante la menstruación en el centro de la pelvis, así como molestia en las relaciones sexuales e infertilidad o subfertilidad. Si esto sucede la mujer debe consultar con un especialista.
Muchas veces sucede que como no le dan la importancia que se debe, la paciente acude a un médico general para que le receten analgésicos y la enfermedad sigue avanzando.
Según Huerta, algunas veces se afectan tantos órganos que se daña la calidad de vida e incluso se requiere de un tratamiento psicológico.
En algunas pacientes, cuando la endometriosis es severa y los ovarios están muy afectados, difícilmente puede tratarse con pastillas anticonceptivas sin recurrir antes a una laparoscopía.
Uno de los órganos principales que suele verse afectado son los intestinos, por lo que se recomienda una modificación en la dieta, que debe ser "baja en glucosa, baja en harinas finas y baja en grasas saturadas". El ejercicio, al proporcionar una mejor oxigenación, también ayuda a mejorar la convivencia con la enfermedad.