Enero: un mes de calor y lluvia que "no se observaban en los últimos 40 años", según meteorólogos

José Serra, comentó consultado por El Observador, que en el último mes- tomando también la última semana de diciembre- se presentaron tres episodios que produjeron inestabilidad atmosférica que continuó durante todo el mes, que fueron las tres olas de calor. La segunda ola, del 12 al 14 de enero, presentó anomalías significativas en cuanto a temperaturas como también su "inusual" extensión en el tiempo.

Sobre este punto, Matilde Ungerovich, explicó a El Observador, que las temperaturas alcanzaron máximas por encima de lo normal en todo el país. Identificó que hubo un aumento de 3°C por encima de la temperatura media en el noreste. Según la experta, este aumento presenta una "anomalía muy alta" que se ve reflejado tanto en las temperaturas mínimas como en las máximas. Sobre las últimas dijo que "superaron ampliamente el promedio de temperaturas máximas de enero".

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Agregó también que la temperatura máxima que se registró en enero de este año fue de 44°C en el departamento de Florida. Anterior a esto, la última temperatura máxima que se produjo en Paysandú en 1943.

Ambos meteorólogos argumentaron que la aparición de estas olas de calor provocaron la creación de una masa de aire cálido y húmedo que afectó todo el país aumentando la probabilidad de eventos inestables, como fue el caso de las lluvias extremas a partir del 17 de enero. 

Según informó Serra, las precipitaciones se dieron de forma "irregular y dispareja", presentándose lluvias extensas en algunas localidades, como es el caso de Piriápolis, Montevideo y Canelones, donde se superaron los 100 milímetros en tres horas (dos veces y medio más del valor medio mensual). Una situación "totalmente "inusual", concluyó el meteorólogo. 

Ungerovich agregó que las precipitaciones habían sido mayor a lo normal en todo el país. "En el sur llueve normalmente 120 milímetros en enero y en el norte 140 milímetros, mientras que este año se registraron mas de 400 en los departamentos de Montevideo y Lavalleja", explicó la licenciada en Ciencias de la Atmósfera, y destacó que los primeros 15 días del mes las lluvias fueron escasas por lo que el alto acumulado mensual de precipitaciones se dio únicamente en la segunda quincena de enero.

Según la especialista, la atmosfera continuó con cierta inestabilidad porque, a pesar de las extensas lluvias, no se logró eliminar toda la humedad de la masa de aire que atravesaba el territorio, "por lo que continuó lloviendo hasta el 19 de enero".

Serra se expresó sobre las consecuencias de un mes inestable, donde las lluvias extremas "no revirtieron la situación de déficit hídrico" producidas por las olas de calor.  Esta situación conllevó a un problema en el área agricultor y ganadero, donde tanto las olas de calor como las lluvias extremas complicaron en gran medida la producción. 

Del 20 al 23 de enero, se presentó una nueva ola de calor en el norte del Rio Negro, generando máximas de hasta 40.6°C. Esta situación, sumada a la ya inestabilidad meteorológica que regía en el territorio y no lograba estabilizarse, trajo una nueva precipitación extrema el 22 de enero que abarco a todo el país, acumulando 130 milímetros de lluvia en Florida, explicó Ungerovich.

Por último, a fines de mes entró un frente frio, que si bien no fue muy intenso, generó cambios bruscos debido a que ingresó una masa de aire del sur (frío y seco) opuesto a las condiciones que se daban en la región. 

Como conclusión Serra, destacó que "desde el 2014 se observa un aumento en la temperatura media global y las estaciones se presentan con mayores temperatura e inestabilidades, por lo que cada vez será mas común observar eventos meteorológicos adversos: sequias, olas de calor, falta y exceso de precipitaciones; la atmósfera perdió la estabilidad". 

Según el meteorólogo, la variabilidad atmosférica es resultado "del cambio climático y calentamiento global así como también de la actividad humana". Concluyó: "mi paciente es la atmosfera y la tengo en este momento en CTI".