Un grupo de productores del rubro ovino, procedentes de distintas partes del territorio nacional, se concentraron en la tarde de este viernes al costado del Palacio Legislativo y a la hora 16 emprendieron una marcha hacia la Plaza Independencia, con el objetivo de hacer visible en la capital el que definieron como el problema más grave que afrontan en sus sistemas productivos, el ataque de los perros a las majadas.
El destino de la marcha es el sitio ubicado frente a la sede de gobierno, en la Torre Ejecutiva.
A modo de ejemplo de un daño que se genera a diario, en una camioneta trasladaron los cuerpos de cuatro o cinco ovejas que en las últimas horas fueron atacadas por perros y murieron.
El productor que colaboró con la movilización trayendo los animales que perdió es Alejandro Michelena, de Tacuarembó, quien en estas horas pasará por la localidad duraznense El Carmen, que es donde trabaja y donde se produjo el ataque más reciente.
"Estamos cansados, no damos más, esto no tiene solución pese a todas las promesas que hubo y el perjuicio económico y anímico es brutal, sentimos que al menos la gente que está lejos de los campos tiene que saberlo", comentó a El Observador Pedro Scremini, productor ovejero, veterinario y consultor en el rubro.
Scremini ha desarrollado en estos últimos años una tarea clave para que esta problemática trascienda, generando incluso una red de contactos mediante la cual le son reportados los casos de ataques para que él los difunda.
“Te matan unas ovejas y eso es fácil de cuantificar, un ataque son US$ 1.000, US$ 2.000 o más y eso es mucha plata para cualquiera, pero lo peor es el desánimo y esa sensación horrible de oír ladrar a un perro y que se te pongan los pelos de punta porque pensás que de nuevo te toca”, comentó Scremini hace unos meses a El Observador.
En ese momento, sobre las soluciones, lo primero que dijo es que “es muy difícil agarrarlos, es casi imposible aplicar el artículo 125 del Código Rural –habilita al productor a matar a esos perros si los sorprende en su predio en pleno ataque–; una vez un muchacho en invierno emponchado pasó cuatro noches en medio de un monte y no pudo dar con los perros; el productor no debería andar persiguiendo perros, debería preocuparse solo de trabajar para mantener a la familia”.
Sobre la movilización de esta tarde comentó que "todo esto, generado por la profunda tristeza y bronca que se va acumulando, se fue armando sobre la marcha y se decidió en la noche del jueves", dijo.
Scremini destacó que no se esperaba una movilización masiva, porque la idea es dar un ejemplo de lo que sufre el productor por el ataque de los perros y porque no es sencillo para una persona hacer cientos de kilómetros, con el gasto que eso implica y además desatender sus cosas en el campo.
El ataque de perros a majadas es uno de los problemas que ha sido constantemente denunciado por los productores en distintos ámbitos, por ejemplo en las conclusiones del Congreso de la Federación Rural y en el discurso de la Asociación Rural del Uruguay en la Expo Prado.
Uno de los reclamos hace foco en la baja eficacia del trabajo que ha desarrollado hasta el momento, considerando puntualmente esta problemática, el Instituto Nacional de Bienestar Animal.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá