Frente a la casa del expresidente brasileño Luis Inácio
Lula da Silva se congregaron seguidores y críticos del exjefe de Estado, que este viernes
fue detenido y llevado a declarar por la trama de
corrupción en
Petrobras.
Ambos grupos intercambiaron insultos y acusaciones frente al edificio donde Lula vive con su mujer. Intervino la policía y varias personas resultaron heridas.
Los cánticos de "Lula guerrero, el pueblo brasileño" de los seguidores del expresidente se mezclaron con los gritos contra el Partido de los Trabajadores, formación a la que pertenecen Lula y su sucesora en el cargo, Dilma Rousseff. Los dos grupos aseguraron que se manifestarán durante todo el día.
En tanto, la presidenta convocó para hoy mismo a sus ministros del área política para analizar la situación. Participarán los responsables de Presidencia, Jaques Wagner, de la Secretaría General, Ricardo Berzoini, de Información, Edinho Silva, y de Justicia, Wellington Lima, así como el abogado general de la Unión, José Eduardo Cardozo.
Salvo el ministro de Justicia, que asumió su cargo ayer, el resto de los participantes pertenecen al Partido de los Trabajadores.
El gobierno aún no reaccionó de forma oficial frente a la operación, pero el presidente del PT, Rui Falcao, convocó a la militancia del partido a "movilizarse" ante lo que calificó de "momento grave, en que se monta una operación política, un espectáculo mediático en torno a Lula y su familia".