Ernesto Tabárez de Eté & Los Problems
Nicolás Tabárez

Nicolás Tabárez

Periodista de cultura y espectáculos

Espectáculos y Cultura > ORQUESTA EN LAS SOMBRAS

Eté & Los Problems ante su show más grande: "No vamos a volver igual de ahí"

Ernesto Tabárez habla sobre Orquesta en las sombras, el debut de la banda en el Sodre, y del disco "marítimo" que está en camino
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09 de septiembre de 2021 a las 05:01

Un manto de épica cubre a Eté & Los Problems. Aunque la banda no lo busque o trate de evitarlo, está ahí. En las canciones que suenan épicas, como El éxodo, Número desconocido, Bailemos, Fundación, Hambre, o incluso, a su manera, Jordan, su gran hit. En el relato que se puede vislumbrar entre sus discos, en el sufrido viaje que empieza en El éxodo, el asentamiento en un nuevo lugar que se refleja en Hambre, y un salto al mar que se vendrá en el próximo álbum, ahora en proceso. Y también la épica está en los shows en vivo, con los puños en alto, o con el líder del grupo, Ernesto Tabárez, metiéndose entre el público con una bengala prendida, a saltar y cantar. Incluso ahora, que el público tiene que estar pacientemente sentado, esa tensión y esa cualidad monumental están ahí.

Tabárez vio esa tensión en los shows de la banda durante la pandemia. Y también notó que la limitación de aforo impuesta por las restricciones sanitarias generó que distintos artistas pudieran tocar en lugares que en circunstancias normales no podrían haber llenado. Y ahí vino la pregunta: ¿cuál es ese lugar para Eté & Los Problems?

Sentado en su estudio en la Pensión Cultural Milán, en la Ciudad Vieja montevideana, el músico fuma y comparte las dos respuestas posibles: el Teatro de Verano y el Auditorio Nacional del Sodre. “El Teatro de Verano es un lugar sagrado del rock, que tenés que hacerlo cuando puedas hacerlo como un Teatro de Verano. No íbamos a tocar ahí con la gente sentada, controlando que esté separada, es un quilombo, no podíamos tocar ahí”. El Sodre era entonces más amigable. Listo, problema resuelto. Hasta que apareció otro.

“No podemos hacer el show que hacemos en La Trastienda en el Sodre”, pensó la banda. Tabárez recurrió entonces al músico, arreglador y director Nacho Algorta, al que conoció cuando ambos fueron invitados en el espectáculo Otras Canciones de No Te Va Gustar, que también fue en el Sodre. Juntos, empezaron a preparar un show que incluyera una orquesta.

“En un momento pensamos en ofrecerle a la Orquesta del Sodre, pero nos dimos cuenta que primero no les iba a interesar. Y por otro lado, cuando se mete una orquesta de ese tamaño es imposible manejarlo. No podemos tener 60 personas ahí, no tenemos la estructura. Después descubrimos que tampoco teníamos la estructura para esto, por lo que fuimos por la orquesta a medida. Con algunos integrantes del Sodre, gente con la que Nacho labura, y los vientos de La Vela Puerca, armamos una orquestita a medida de este show”, cuenta el líder de la banda.

Parte uno: El show

Con el título Orquesta en las sombras y las entradas agotadas (aunque podrá verse también por TV Ciudad en vivo), el músico adelanta que se verá “la forma más sofisticada de Eté & Los Problems”. Advierte que hay canciones que parecen haberse transformado de forma casi completa. Que la puesta en escena del argentino Patricio Tejedor, colaborador de artistas como Juana Molina, Lisandro Aristimuño y Nathy Peluso, no se parece a nada que él conozca. Y también que para ellos ha sido un camino agotador y desafiante, por la intensidad, la dificultad y la complejidad del espectáculo.

Para la banda es también una consolidación definitiva de una nueva formación que se estrenó el año pasado. A Tabárez en voz y guitarra, y el baterista Andrés Coutinho, se sumaron el guitarrista Martín Iglesias, la tecladista y cantante Bárbara Jorcin, y el bajista Iván Krisman, que ya era una presencia habitual en el universo de la banda como invitado.

El 11 de setiembre la banda se presenta por primera vez en el Auditorio del Sodre

¿Qué representa este show para ustedes?

Un nivel de desarrollo al que nunca habíamos accedido, con una cantidad de acontecimientos internos, y música, y de gente laburando, que al final van a ser como 50 personas. Después, estamos llevando esto lo más lejos que se puede dentro de lo musical, entonces creo que no vamos a volver igual de ahí. Cuando termine y tengamos que volver al quinteto todo esto va a estar ahí. Por otro lado, llegar a una sala de ese tamaño para nosotros es un montón. Y es un show de primera, todo es muy cuidado.

¿Fue difícil armar algo así?

En la mitad de la producción esto se nos caía. No teníamos como sostenerlo, porque además nuestro mánager vive en Buenos Aires y cuando hacemos algo medio grande viene a Montevideo y se queda dos o tres días para ordenar la jugada, y eso fue inviable. Entonces lo que terminó pasando fue que llamé a Danilo (Astori Sueiro) y le propuse esto. Le escribí un día, chateamos un rato de la situación, que fue en el momento del segundo cierre de los espectáculos, y nos quedamos tristes los dos hablando. Se lo propusimos y para nosotros fue muy importante como lo tomó, fue como un alivio. Le propusimos hacer algo cuando todos cancelaban. Con la entrada de su productora levantó todo. Nos ayudó a estar menos angustiados, y a mí a concentrarme en otras cosas que eran importantes. Estamos ensayando con tres bandas: la banda, la orquesta y los arreglos de Nacho. En diez días ensayé ocho veces.

¿Es la confirmación definitiva de la nueva formación?

Fue una forma de aprovechar lo que el quinteto da, que en el disco nuevo ya estoy buscando. Hay una musicalidad que permite de entrada tener el piano, y que Martin y Bárbara canten. Eté & Los Problems tuvo siempre una fórmula de guitarra, bajo y batería sosteniendo una base, y (el guitarrista) Santiago Peralta dibujando arriba. Ahora tenemos dos de esos elementos, más los coros, y ya nos permitía otra musicalidad. Creo que el cuarteto no había podido hacer esto. Igual me encantaría que después se libere todo y podamos hacer un show que sea un escándalo. No sacarnos la remera en el show; sacárnosla en el taxi, de camino. Peronismo puro y duro, con lanzamiento de choripanes y tocar sin escenario, entre el público, como una banda de hardcore. Me encantaría hacer algo así cuando se pueda. Mientras no podamos, hagamos mucha música y algo que valga la pena sentarse a verlo.

Parte dos: el disco

El 31 de diciembre de 2019, Ernesto Tabárez estaba en su casa recibiendo el año nuevo. Nunca había pasado esa fiesta ahí. El apartamento está frente al puerto de Montevideo, que se ve por la ventana. A la medianoche, todas las bocinas de los barcos sonaron al mismo tiempo. “Son cuarenta barcos al mismo tiempo y es como que suena el cielo. Y en mi casa no tiran muchos cuetes, entonces se veía el Cerro con los fuegos artificiales y los barcos. Fue muy, muy emocionante. Y ahí dije ‘tengo que hacer un disco sobre esto’”, contó.

Aunque ahora está frenado por el show en el Sodre, el quinto disco de Eté & Los Problems está en camino. Tabárez piensa en él, aunque ya tiene elegido el título y el concepto que lo sobrevuela. Ya tiene unas 30 canciones candidatas a integrarlo, aunque dice que lo terminará recién “cuando llegue a 100”.

Eté & Los Problems trabaja en su quinto disco de estudio

¿Qué se puede adelantar del disco?

Es un disco marítimo. Y usa todo lo que la banda nueva tiene para dar. La explota mucho más, va a estar basado en eso. Va a haber piano, teclados, más voces. 

¿Así como El éxodo estaba influenciado por Las uvas de la ira, hay alguna obra que esté asociada con este nuevo disco?

Moby Dick. Alguna cosa más, pero estoy basándome en Moby Dick. Esa asociación es algo que me pasa solo, pero en este en realidad acá me pasó por lo del puerto. Este año me preparé para grabarlo y el puerto estaba muerto, por la pandemia. Estoy en contacto visual con ese lugar todo el tiempo. Y terminé en el mar. Y ahí me fui a leer Moby Dick de vuelta, y ahora lo leo todo el tiempo, todas las semanas desde hace dos años. Es lo único que leo, eso, o algo del mar. No importa lo que esté leyendo, todos los días paso por ahí. 

Al escuchar los discos, sobre todo los más recientes, se nota una continuidad entre las canciones, y también como una cierta narrativa en la evolución y los cambios de la banda ¿Lo ves así?

Sí, lo veo. Supongo que porque las canciones son hijas de la vida y del tiempo, y el tiempo sucede y llevamos 16 años juntos. Creo que del primer disco al segundo no hay tanto de eso. Del segundo al tercero hay un poco, del tercero al cuarto hay un montón. Después está Mudar, que es otra cosa, y ahora el que vendrá que supongo y espero que continúe eso. O no, capaz que rompe todo. La primera pregunta que me hago es “¿Y ahora qué hacemos?”. Así empieza un disco. Después de eso, la continuidad está incluida porque los humanos estamos hechos para detectar patrones. Pero para mí este disco va a romper bastante con algunas cosas, sobre todo en lo musical, que va a ser bastante distinto. Igual Hambre es bastante diferente a El éxodo también. Siempre busco que un disco nuevo sea más rico que los anteriores, que tenga más alimento, más sustancia. Desde lo musical, sobre todo, aunque también desde las letras. Que haya más para escuchar, que en Hambre lo intenté pero sumando capas, porque yo estaba así, ahora las cosas cambian más rápido durante las canciones. 

Hay épica en las canciones, hay épica en los shows de Los Problems. ¿Cómo te llevas con ella?

Trato de evitarla. Todas mis canciones y todo lo que hago tiende a eso y yo trato de evitarlo, porque las cosas que admiro por lo general no la tienen. Son más sofisticadas, la épica es obvia. Trato de ir en contra, pero también está en mi naturaleza. Trato de ir en contra para equilibrarlo, no para que no esté porque no podría evitarlo. Está ahí, soy yo. Soy un gordo exagerado. Preferiría ser menos exagerado, pero lo soy.

Bonus track: Un millón de Jordans

En agosto, la canción Jordan, de Eté & Los Problems, llegó a la marca de un millón de reproducciones en Spotify, una cifra que está lejos de los registros de las bandas y cantantes más populares y con proyección internacional del país, pero que supera ampliamente los promedios habituales de las canciones uruguayas en la plataforma.

Para Tabárez, el logro tiene valor “en tanto que es una canción que no está hecha como un hit". 
"Es una canción completamente honesta y desarmada que se convirtió en uno, y evidentemente agarra a las personas cuando se sienten así y la escuchan. Me gusta que llegue al millón porque no es un producto creado para eso. Me parece lo más valioso. Nosotros no compramos seguidores árabes que le den me gusta a nuestros videos, gastamos la plata en grabar los discos, y después los sube alguien. Si vos hacés una cosa que piensa en el algoritmo y llegás al millón, medio que no pasa nada, pero si hacés algo que no debería suceder y sucede, tiene más sentido”.

 

Tabárez asegura incluso que la cifra seguramente sea superior, porque el disco que la incluye recién se subió a la plataforma en 2016, dos años después de su publicación, y la canción tuvo uno de sus períodos de mayor escucha en ese momento inicial. “No digo que Jordan me dio todo lo que tenía para dar porque es una canción a la que pueden pasarle más cosas, pero hace mucho me devolvió lo que yo le di. Me lo devolvió a la semana que grabé el demo y se lo mandé a mis amigos y me dijeron cosas lindas. Un millón de personas después, es yapa”.

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