Prueban delivery con drones en un barrio privado uruguayo

Al realizar pruebas en La Tahona, emprendedores se toparon con limitantes de todo tipo; la normativa de la Dinacia restringe el vuelo de estos aparatos en zonas pobladas

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09 de junio de 2020 a las 05:03

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Que un producto comprado por internet llegue volando en un dron a la puerta de tu casa. Hace cuatro años que Jeff Bezos sueña con esa posibilidad, que podría materializarse este año: el 31 de agosto es la fecha tentativa para el lanzamiento de Amazon Prime Air, su flota de drones destinados al delivery. 

Y Uruguay ya empezó a experimentar con la idea. Entre la cuarentena y la explosión del comercio electrónico, la empresa de logística Envigo entendió que era el momento propicio y comenzó a hacer las primeras pruebas piloto en el barrio privado La Tahona. "Tratamos de seguir a los grandes en esto y sabemos que la industria de logística, como muchas otras, va a tender a la robotización", contó el fundador de Envigo (spin-off de la tecnológica Solventa) Alejandro Casaretto. 

Pero el camino para concretar la idea de hacer entregas a través de un dron podría ser más largo de lo previsto. A partir de las pruebas, los emprendedores se dieron de frente con las limitantes para que un servicio como este se convierta en realidad.

La mayor de todas, es que la normativa existente -resolución de agosto de 2014- prohíbe -salvo autorización expresa de la Autoridad Aeronáutica- el vuelo de estos dispositivos en áreas pobladas y concentraciones de personas y en áreas restringidas o prohibidas, además de la prohibición en zonas de tráfico de aeropuertos o autódromos. El emprendedor espera que la reglamentación encuentre excepciones.

"Con el tiempo se va a ir licuando. Hoy si tenés un dron, no lo podés usar formalmente", indicó. Las pruebas piloto en La Tahona fueron realizadas tras obtener la habilitación de la Dirección Nacional de Aviación Civil (Dinacia). 

Los drones, además, deben estar registrados en Dinacia, asociados a la persona que los maneje, que debe contar con un carnet de piloto de dron. Por otra parte, también deben contar con un seguro de responsabilidad civil. El vocero de la Asociación Uruguaya de Drones, Alejandro Ferrari, comentó que cuentan con varios productos de las aseguradoras y a diferentes precios, dependiendo de la actividad que se realice con el dron. 

Más allá de la normativa

Ferrari cree que de todas formas Uruguay es "terreno fértil" para desarrollar nuevos proyectos como el de Envigo, que requeriría de varios permisos especiales, ya que al ser un delivery tendría que volar por zonas actualmente prohibidas.

Pero los obstáculos no se limitan a la normativa. Según Casaretto, la capacidad de los drones es otro de los obstáculos, ya que en general no pueden transportar más de medio kilo. "No tienen capacidad para transportar el peso que tiene el paquete promedio de un delivery", precisó.

Envigo trabaja principalmente haciendo envíos de empresas de productos electrónicos, de decoración y vestimenta que ya tienen su canal de venta online desarrollado. Aunque grandes empresas alrededor del mundo experimentan con el delivery de comida mediante drones, Casaretto dijo que no planean entrar en ese mercado. "En delivery de comida hay jugadores grandes que ya tienen el mercado tomado y trabajan con un modelo colaborativo que no es el nuestro", señaló. 

Otro asunto son las distancias, ya que en general un dron no tiene una autonomía mayor a cinco kilómetros. "Hay cosas que nos preguntamos, como si tendrías que tener drones en toda la ciudad. Todavía no es viable para transformarlo en un servicio. Por eso empezamos a hacer pruebas para ver si convenía o no", comentó.

La accesibilidad a ciertos lugares y la recepción del pedido fue otra de las preguntas formuladas durante las pruebas, aunque aún sin respuesta clara. "Tendría que tener un mecanismo de identificación de la persona que lo recibe", razonó el emprendedor.

Por su parte, Ferrari dijo que habría que plantearse esta posibilidad "en un escenario teórico que realmente sirva", y estudiar "más a fondo" para conocer su viabilidad "¿Culturalmente estaríamos adaptados a la idea de recibir un paquete en un dron?", se preguntó. Mencionó el caso de Ghana, que cuenta con una red de drones para repartir vacunas y sangre, ya que su topografía dificulta el transporte por carretera. Duda, sin embargo, de la verdadera utilidad de transportar comida a través de este dispositivo. 

 

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