Seguido del ritmo de un bombo, el canto viró hacia la consigna "tocan a una, tocan a todas", y la marcha dio inicio.
Durante la caminata hacia 18 de Julio y Eduardo Acevedo, cientos de mujeres y hombres reclamaron en contra de la violencia, del patriarcado, del gobierno, de la Policía, del aborto y de la Iglesia. Así lo manifestaban también los carteles y banderas que portaban, y quedó de manifiesto en la proclama que leyeron al unísono a llegar a destino.
"Marchamos por las que no están, por las que no sabemos dónde están y por las que estamos, porque no queremos resignarnos a saber que en unos días el dolor colectivo volverá bajo el nombre y la historia de otra mujer asesinada", decía la proclama que leyeron los manifestantes tras escuchar el nombre y la historia de las 18 mujeres que, denuncian, fallecieron a causa de la violencia de género en 2017.
Ni una menos 3 junio
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C. Dos Santos
El texto, que fue repartido a medida que se recorrían las 14 cuadras que separan la plaza Cagancha de la Udelar, aseguraba que el Estado "reproduce las condiciones" para que mujeres sean violadas, golpeadas o asesinadas.
"El Estado es responsable en tanto no hay casas a donde las mujeres puedan recurrir, a donde puedan huir y salir de esta violencia", agregó Dabaddía, además del fracaso de las tobilleras, de los obstáculos para realizar denuncias y por el poco presupuesto que se destina a la temática.
Por otra parte, aseguran que el aumento de medidas, que propone la nueva ley de femicidio, no ayuda a combatir el problema.
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C. Dos Santos
La denuncia de las agrupaciones feministas tuvo en cuenta también la trata de personas y la prostitución; la precarización del empleo y la doble jornada.
Montevideo no fue el único lugar de estas protestas, ya que hubo concentraciones, intervenciones y marchas en Maldonado, Salto, Soriano, Paysandú, Colonia y Cerro Largo.