Diego Battiste

Frente Amplio entiende que el gobierno “cambió el escenario” y endurece el tono opositor

Miranda planteó que el envío de la LUC abrió una nueva etapa que justifica un nuevo discurso; Castillo dijo que el gobierno "instaló el Aló Presidente tan criticado"

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06 de mayo de 2020 a las 05:02

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En el Frente Amplio todo es motivo de discusión y posturas diversas, pero si hay una cosa que en las últimas semanas no ha admitido ningún tipo de dudas entre sus integrantes es que el pasaje a ocupar el lugar de oposición los encontró faltos de reflejos.

La izquierda asume que en los dos meses que lleva en su vuelta al llano, tras 15 años en el gobierno nacional, ha tenido dificultades para “reaccionar”, para imponer temas y llevar una conversación pública dominada por la administración de Luis Lacalle Pou. 

Pero en los últimos días, las diferencias internas quedaron relegadas a un segundo plano para pasar a una actitud más confronativa con el gobierno. La molestia por la "falta de respuestas" a los planteos del Frente, el fastidio por la "monopolización de la agenda" y la discusión parlamentaria del proyecto de ley de urgente consideración son los argumentos de la oposición para marcar una mayor distancia con el oficialismo. 

Este lunes 4 de mayo, en la primera sesión de la Mesa Política desde que se decretó la emergencia sanitaria –hasta ahora la conducción había recaído en el Secretariado Ejecutivo–, su presidente Javier Miranda dijo que la decisión del gobierno de enviar el proyecto de ley de urgente consideración, así como "la falta de respuestas" a la emergencia económica y social, abría una nueva etapa en el debate público y habilitaba al Frente Amplio a endurecer su discurso.

Tras semanas en las que se calibró hasta qué punto llevar los cuestionamientos al nuevo gobierno, en la reunión de este lunes se resolvió cuestionar más enfáticamente la gestión de Lacalle Pou y marcar ante la opinión pública que las medidas propuestas por la oposición –incluyendo desde la renta básica para los hogares más pobres hasta el reclamo de un amplio acuerdo nacional– no han sido atendidas.

"En términos futboleros, les damos un pase para tirar una pared y nos devuelven un ladrillo. Nos encontramos ante un bloque muy cerrado y un gobierno que por instantes solo le gusta escucharse a sí mismo", resumió Juan Castillo, secretario general del Partido Comunista y uno de los integrantes de la delegación frenteamplista que participó de la reunión con Lacalle a fines de marzo. 

Para ello se acordó este lunes una extensa declaración de 12 puntos que se hizo pública horas más tarde y en la que, a lo largo de tres carillas, la oposición dejó entrever la agudización del tono opositor, especialmente respecto al manejo de la crisis social y sanitaria. El texto cuestionaba el rechazo de la convocatoria a un diálogo nacional, la "insuficiencia" y "ausencia" de medidas "para atender la crisis", así como la "falta de planificación estratégica".

"Enfrentaremos con la mayor firmeza las políticas que atacan los logros alcanzados por el país y que amenazan con desproteger a los más vulnerables. Por todo esto, el Frente Amplio continuará buscando, de forma responsable, los mayores acuerdos con las organizaciones sociales, para intercambiar puntos de vista, plantear sus propuestas de soluciones y uniendo fuerzas para enfrentar las políticas antipopulares", finalizaba la declaración.

Cambio de diagnóstico

Hasta el momento, la posición del presidente del Frente Amplio se centraba en que no se debía “radicalizar” el discurso contra un gobierno que cuenta con una alta aprobación de la ciudadanía, que goza de una “luna de miel” en la opinión pública, y que según Miranda “aprovechó” a su favor la emergencia sanitaria para fortalecer su liderazgo. 

Como si esa dificultad no bastara, a eso se sumaba una crisis de liderazgos en la interna frenteamplista, causada por una renovación todavía en marcha y también consecuencia de heridas no saldadas que se arrastran del gobierno anterior y en particular de la última campaña electoral. Incluso este lunes Miranda insistió en que esa situación ha llevado a algunos impulsos “individualistas” que priorizaron la búsqueda de “perfilismos personales” al interés colectivo, según dijeron a El Observador participantes del encuentro.

De todas formas, el presidente del Frente argumentó esta vez que el envío del proyecto de ley de urgente consideración, junto a otras señales del Poder Ejecutivo, muestran que el gobierno ha decidido “pasar a otra etapa” y que eso “cambia el escenario político”, y por consiguiente la estrategia opositora.

La conclusión de Miranda, según fuentes frenteamplistas, fue que la discusión del proyecto de ley también le abre la posibilidad al Frente Amplio de levantar su voz contra la agenda “liberal, conservadora y restauradora”. En definitiva, en la izquierda entienden que la “nueva normalidad” propuesta por Lacalle debe encontrarse con una oposición más rápida de reflejos y más atenta para la disputa política. 

Esa estrategia de mayor confrontación explicitada este lunes en la Mesa Política ya había tenido algunas expresiones en días anteriores. Un ejemplo fue el del martes pasado, cuando el Frente Amplio presentó una moción en el Senado pidiendo que se quitara el carácter de urgente al proyecto del gobierno. El texto presentado por la oposición acusaba al oficialismo de incurrir en un "avasallamiento" y "afectación de las garantías democráticas"; un "abuso" que "pervierte el orden constitucional" de forma “espuria”.

Si bien, como se esperaba, la moción no tuvo éxito, por decisión expresa de la bancada los 13 senadores frenteamplistas tomaron la palabra en la larga sesión y cargaron contra diferentes aspectos del proyecto, ya sea en su forma o su contenido. 

Todo ello se da en el marco de una decisión de la izquierda de buscar "generar hechos políticos" que logren permear en una conversación "monopolizada" por el gobierno. En las sucesivas discusiones internas, al igual que en reuniones con el PIT-CNT, los dirigentes de la izquierda coincidieron en las dificultades que tienen para poner temas arriba de la mesa y resolvieron buscar las instancias adecuadas para hacer valer sus posturas. 

En el Frente consideran que Lacalle y su gabinete hacen un uso "abusivo" de las conferencias de prensa, utilizándolas como "pretexto" para hablar de temas variados. "Lo de este lunes fue el broche. Se instaló el Aló Presidente tantas veces criticado", ironizó Castillo en diálogo con El Observador haciendo referencia al programa diario del expresidente venezolano Hugo Chávez. 

Como estrategia política, uno de los puntos discutidos en el Frente Amplio es "aprovechar los pocos errores que comete el gobierno", afirmó una fuente de la izquierda. 

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