Esteban Meneses, DT de Los Teros

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Hambre, humildad y hermandad para hacer historia: el concepto en el que trabajan Los Teros para volver a shockear al mundo

El entrenador de Los Teros, Esteban Meneses, habló con El Observador sobre como se prepara el equipo para el Mundial de Francia 2023
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20 de agosto de 2023 a las 18:48

Esteban Meneses, el entrenador de Los Teros, siempre recibe con una sonrisa. Y con calma. Así esté relajado en su casa, con su familia, o en plena preparación para un Mundial. Pero no deja de analizar, con profundidad, lo que le espera a su equipo en el Mundial, en menos de un mes.

En esta entrevista, el entrenador nacido en La Plata, Argentina, hace un repaso sobre qué esperar de Los Teros en Francia 2023, qué se verá del equipo y de los rivales, pero también, cómo se plantean volver a shockear al mundo. En particular, el concepto que trabajan como leit motiv, que tanto les funcionó en Japón 2019. Aún no lo tienen terminado, pero la base está. Y vincula la H de los palos con el concepto de hacer historia, uniéndolo con otros tres: humildad, hambre y hermandad. Para que cada vez que los jugadores miren la H, lo recuerden.

Para Los Teros, hacer historia en Francia 2023 es ganarle a Namibia y a Italia, y con eso clasificar directo al Mundial de Australia 2027, lo que sería un terremoto en el rugby internacional porque implicaría que los azzurros tuvieran que jugar la eliminatoria europea.

A esta alltura, después de ganarle a Fiji contra todos los pronósticos, después de clasificar como Américas 1 tras vencer a Estados Unidos, después de romper los pronósticos tantas veces, yo no me animo a decir que sea un imposible, ni mucho menos. ¿Usted sí?

¿Cómo ves la preparación de Los Teros en este momento?

La verdad que viene muy bien, con muchas expectativas, con un plantel mucho más maduro y más profundo en cantidad y calidad de jugadores. Arrancamos la preparación con 46 jugadores, que si uno lo compara con el Mundial pasado eran 34. Eso nos da una profundidad y una diversidad de características que podemos ir probando e ir haciendo distintas variaciones. Está buenísimo y tengo la tranquilidad de decir que no importa qué XV pongas, el equipo va a rendir.

Llegan con casi 4 años de profesionalismo, ¿cuánto más aporta eso en herramientas para hacer esta preparación?

Desde 2018 que clasificamos al mundial en Canadá, ahí empezó toda una estructura profesional. A partir de ahí fue todo crecimiento, cada vez más jugadores se fueron a jugar al exterior, por lo tanto nos permitió quedarnos acá con la base de jugadores de Peñarol y seguir incrementando esa base. Después de la clasificación a Francia 2023 pudimos decir: ‘apostemos a hacer crecer el seven’, muchos jugadores que se estaban formando en Peñarol pasaron al seven, y nos dio esa competencia del circuito anual que hizo que esos jugadores crezcan, en lo técnico, en lo físico y en lo mental. Tuvieron tremenda preparación y hoy son parte del 15, y están preparándose para Francia. Ese segmento de jugadores mucho más profesionales, más los europeos que vuelven ahora, nos hizo encontrar con esta base de 46 que están muy parejos. Eso nos permitió encarar la preparación desde otro lado, más desde el juego, de mejorar lo físico pero directamente en el juego, y no como una preparación típica que es la parte física y después la parte de rugby. Todo eso para que realmente la diferencia física sea trasladada al juego, que es lo que estamos buscando, ser cada vez más rápidos y más intensos.

¿Con esos focos concretos, cuales son los objetivos específicos concretos trabajados?

Primero los objetivos del juego para Francia: formaciones fijas, contar con un pack que sea dominante, que el scrum pueda tener la pelota disponible en menos de dos segundos, y poder dominar a los rivales que nos vamos a enfrentar. En los scrum de ellos trabajamos mucho en ser ambiciosos, en ir a buscar a un pack dominante. También en la defensa, en la velocidad de salida, no esperar sino salir a buscarlos y una vez generado el contacto generar doble contacto para tratar de ser dos contra uno y hacer lenta la pelota del rival. Es lo que tenemos que aspirar a hacer tanto ante Francia, Italia y All Blacks. Seguramente Namibia también nos quiera jugar y pasar con intensidad. Yo me pongo siempre en el lugar del entrenador contrario: ¿quiero ganarle a Uruguay? Tengo que ganar con intensidad, tirándole físicamente el juego a Uruguay. ¿Entonces como nosotros frenamos esa intensidad que los rivales nos quieren dar? En el punto encuentro, tenemos que tratar de hacer lentas esas pelotas para nosotros encontrarlos en buenas condiciones y poder volver a salir y meter presión defensivamente.

En el Mundial pasado por momentos entrenaron con nueve contra ocho para sentir más presión en el scrum. ¿Qué están haciendo ahora?

En los entrenamientos siempre tratamos de hacer que el equipo que ataque, lo haga contra más defensores. Tanto en el scrum como en el line o en el maul buscamos tener mayor oposición en números porque es lo que nos va a pasar. El pack de Francia quizá nos lleve una persona de diferencia en kilos, entonces esa persona de diferencia la tenemos que meter en el entrenamiento para poder saber lo que vamos a sentir al momento de enfrentarnos. Debemos tener bien claro la necesidad de ser dominantes contra el pack de Francia, para eso hay que tener cierta técnica y tener claro por dónde ser dominante.

¿Y el maul como se trabaja? En la Slar y en Sudamérica ha sido dominante, pero en el rugby internacional ha sido una herramienta con la cual los equipos más grandes han dominado mucho a los más chicos.

Sin duda que es un problema y a nosotros nos pasó contra Tonga, con el mismo equipo que va a estar preparando ahora el Mundial, un tremendo equipo, encima ahora con todos los All Blacks. No pudimos defender el maul, el mismo pack nuestro que después con Peñarol hizo varios tries de maul y que no le hacían ninguno. Nos encontramos con esa diferencia física que padecimos. Pero eso hoy nos permite pensar en cómo contrarrestar esa fortaleza física de los demás equipos. No es fácil porque te encontrás con tipos muy grandes, con caderas enormes. Contra equipos más chicos es más fácil poder penetrar entre esas caderas, o entre esas dos caderas, porque así es la defensa del maul cuando jugas contra estos jugadores que son físicamente enormes. Estamos convencidos que el camino va por ahí, y que en base a la técnica y a la estrategia que utilicemos podremos tener resultados.

Y con pelota, ¿cómo lográs quebrar a esos equipos? Porque analizando las últimas ventanas sobre todo contra Japón o Georgia es difícil ganar el 1 a 1. ¿Cómo generas la dinámica para lograr quebrar y generar esa inercia?

Con un ataque con todas las opciones abiertas, disponibles para pasarse la pelota, y cuando digo pase es pase con la mano y pase con el pie. El pie tiene que ser algo que realmente sea una estrategia nuestra del juego. Si el espacio está en canal 3, la pelota tiene que llegar a canal 3 y si se tiene que hacer un pase con el pie, que sea; si el espacio está en segunda línea defensiva, aprovechar ese espacio y jugarlo. El equipo se está preparando para eso y la verdad que los jugadores compraron la idea. Si ves el partido entre Sudáfrica y All Blacks, cómo utilizan el pie a la hora de atacar es impresionante, entonces ¿no lo van a hacer a nosotros? Lo van a utilizar contra nosotros y lo tenemos que saber: primero para defender y después utilizarlo también en ataque, porque no vamos a encontrar espacios como se encuentra acá en la Slar, en dos o tres fases. Todo lo contrario, la defensa nos van a salir a presionar, nos van a salir a meter muchísima presión en el 1 a 1, entonces nosotros tenemos que pasarnos la pelota tanto con la mano como con el pie. Y una vez que caemos al piso, presentar largo la pelota. Esa presentación de pelota tiene que ser rapidísima, cosa de que el nueve pueda llegar y enseguida dar juego, porque donde nos la hacen lenta es que nos hacemos mucho más previsibles y ahí tendremos que relanzar el juego de nuevo. El pie de nuevo juega un papel predominante ahí. Creo que este mundial se va a caracterizar por eso. Las defensas están logrando que el pie sea un escape, una forma de pasarse la pelota. El pase kick. Los jugadores lo están llevando a cabo en el entrenamiento, nos está saliendo bien

Y tenés jugadores en el plantel como para eso, entre Tite, los del seven…

Si hay algo que viene preparados lo del seven es para el juego aéreo. La verdad que viene bien.

¿World Rugby les puso metas de resultados? En 2019 era de perder hasta por 30 contra los Tier 1 y por 15 contra Fiji.

Son las mismas que en el Mundial pasado. Ahora nos tocan Francia y Nueva Zelanda como Tier 1, la exigencia es estar en esos estándares. El objetivo que tiene ponerse Uruguay es mejorar la performance que hicimos el Mundial pasado, que es para lo cual nos estamos preparando. Si ganamos un partido el Mundial pasado, ahora tengo que ir por dos. ¿Es ambicioso? Sí, es ambicioso, pero estamos trabajando para eso y estamos convencidos que es la manera. El grupo se está convenciendo cada día más y vamos construyendo eso.

Italia que ha crecido un montón desde el último partido que jugaron en 2021.

Obviamente de ahí hasta acá ha crecido muchísimo Italia, producto de la competencia que tiene. Es un equipo con muchísima confianza, pero nosotros debemos tener bien claro a lo que apuntamos y también lo que somos capaces de hacer cuando el equipo está convencido de sus objetivos.

Han dado mucha muestra de eso, de lograr objetivos que de repente el normal de la personas no estaban esperando.

Es el convencimiento de este grupo de jugadores, de la Unión, apoyado por todos, porque es una Unión entera que tira para el mismo lado. En su momento estuvo todo el mundo atrás de Peñarol, del seven, de la m20 y ahora estamos empezando la preparación con el mismo discurso: le vamos a ganar a Italia y a Namibia. Es una manera de ir convenciéndose, de prepararse para eso. Obviamente todos sabemos que es difícil, pero lo más difícil es planteárselo. Si hay algo que yo me recrimino del Mundial pasado es que faltaban 7 minutos y íbamos perdiendo por 8 puntos contra Gales, y Gales salió cuarto del mundial. Después de esos 7 minutos nos hacen dos tries y se nos van.

¿Te recriminas esos últimos minutos?

Al equipo le faltó nada para convencerse de que lo podían ganar, o que podian estar aún más cerca. El equipo estaba. Ahora no podemos quedarnos con eso, tenemos que decir ‘loco, mi ambición es ganarle a Italia y a Namibia’.

Llegan como favoritos al partido con Namibia. ¿Se siente la presión?

Aparte es el partido después de Italia. Está bien claro y una de las características de este grupo es la humildad y el hambre por ganar, así que apoyándonos en esos dos principios, la humildad y el hambre de ganar, es que tenemos que preparar esos dos partidos.

En 2019 tuvieron un lema, “shockear al mundo”, que los impulsó mucho. ¿En qué están trabajando ahora? Algunos jugadores me hablan de humildad, hambre e historia.

Estamos trabajando en eso, pero va por ahí: hacer historia con tres palabras que nos aten con las H: la H de hambre de ganar, de humildad y de hermandad. Como equipo somos una familia, y es lo que creo yo nos diferencia de muchos otros países, esa unión que tenemos como equipo, como familia, como Unión. Todo el mundo apoyando y tirando para el mismo lado. No lo encontrarás en muchos lugares, más en un lugar donde somos pocos y si no estamos unidos no se logran las cosas.

¿Cómo ves este momento del rugby internacional? Ustedes laburan muchísimo y por otro lado viene una decisión de World Rugby y le dice a Tonga que puede jugar con tres All Blacks. O Georgia no puede entrar al 6 naciones juvenil ni siquiera estando arriba de Escocia o Italia. ¿Les genera rebeldía?

No me termina de cerrar por qué se hace eso. Más que selecciones de países es como que empiezan a ser equipos. Se contrata gente de digenerar s lugares, armamos un buen equipo ¿y representamos una nación? A mí me cuesta entenderlo. Sí lo puedo entender para un torneo de clubes de Europa, de Top 14 de Francia, obviamente eso es por dinero. Salís a contratar por donde vos quieras, después ves como los unís, pero la identidad del país, que cada uno pueda representar a su país, es lo que está bueno. Uruguay, Argentina, Chile, somos de los pocos países que lo hacen. Más que rebeldía, no termino de entender el por qué. Atenta contra la identidad de cada país. Está bueno que si un país tiene problemas se pueda apoyarlo. Si Tonga no termina de explotar, que World Rugby ayude a Tonga para que desarrolle mejor a sus jugadores. No al revés. ¿Por qué Uruguay o Georgia no tienen su recompensa si hacen las cosas bien?

¿Se lo llevan en la valija, en el sentido de decir: ‘quiero mostrar mi caso’, y que si le ganan Italia el mundo tenga que hablar de eso? ¿O se concentran solo en el juego?

Somos víctimas de ese sistema. Italia tiene una competencia que nosotros no, pero el enorme desafío nuestro es el de probarse, ir a buscar ese partido con esa ambición. Pasa más por un desafío nuestro de poder cumplirlo.

¿Cómo ves al plantel? Tenés categorías muy distintas de jugadores: algunos van por su tercer mundial, tenés un Vilaseca que dijo me quiero ir para para para ser más jugador y no tanto capitán, otros que vienen del seven, otros que van por su primer mundial… son muchas situaciones distintas.

El análisis que estás haciendo de las distintas partes del plantel fue lo que nos llevó a hacer el camp con los militares. El objetivo fue unir el grupo, no fue hacer una actividad física dura, sino todo lo contrario, un team building, unir a los jugadores que vienen de Europa, que van a ir por su tercer mundial, con los del seven, con los de Peñarol, con los jóvenes. Tenemos una mezcla que es linda, pero hay que armarla. En eso estamos, trabajar esa identidad de grupo, esa unidad para ir en busca del objetivo. Es un lindo desafío, totalmente distinto a lo que fue en 2019 donde los jugadores de afuera eran pocos y los profesionales eran muy pocos. Hoy ya es distinto, ya es una base de 45 jugadores profesionales. Todos los jugadores por lo menos tienen un año o dos de profesionales.

Lo importante es saber qué queremos como grupo, el cómo lo vamos a lograr y el por qué lo vamos a lograr. Hoy tenemos bien claro qué queremos lograr, qué nos impulsa: hacer historia y ganarle a Italia y a Namibia. El cómo es lo que estamos haciendo, el plan de acción del día a día. El por qué es saber qué nos motiva: Con cada por qué individual buscar un por qué grupal. Sin duda es lo que más hay que trabajar. Y es lo que te hace ganar los partidos, o lo que te dar esos golpes que ha dado Uruguay, cuando le ganó a Fiji, o cuando logramos clasificar como Américas 1, o cuando en el Circuito de seven se hizo lo que hizo. El jugador tiene bien claro el que, el cómo, pero de adentro sale esa fuerza interior que es lo que moviliza, que tiene que ser individual, pero a su vez tiene que haber un por qué de grupo. 

Hablando con varios jugadores uno se da cuenta cómo se han ido construyendo líderes. En 2018 tenías un grupo de líderes relativamente chico, pero el hecho que se hayan ido muchos al exterior impulsó a otros.

En 2019 tenías como jóvenes a Manu Diana o a Manu Ardao, que en un momento era suplente de Gaminara y le costó llegar al mundial. Fue duro y no sabía si llegaba. Hoy fue el capitán de Peñarol y es uno de los líderes de este grupo, pero también también tiene la presión de que está Manu Rodríguez al lado empujando, o Charly Deus que puede ser 8 o 6, o Eric Dos Santos. Hay una competencia en la tercera línea muy pareja, en la segunda también. En todos los puestos creo que logramos tener esa competencia de decir ‘bueno, ¿a quién pongo?’.

¿Ya sabés qué vas a hacer post Mundial? Me acuerdo de esta misma entrevista, antes de Japón, que decías que no sabías, y lo decidieron en el vestuario después de Gales: dijeron ‘queremos vivir esto de nuevo’. ¿Dónde estás para hoy? 

La verdad que no. Todavía no lo tengo pensado. Trabajamos tanto para esto que sinceramente no me pongo a pensar en un minuto en lo que viene después. Es tan lindo este momento, y tan esperado, que si en este momento me pongo a pensar en qué voy a hacer, después digo: ¿para que llegue acá si estoy pensando lo que viene después? Ahora tengo que vivir esto, es único. Pocos entrenadores del mundo están en la situación que estoy yo, entonces lo quiero vivir y disfrutarlo como lo disfruté en el Mundial pasado. Y después del partido con Gales en el vestuario dije: ‘loco, yo quiero estar en cuatro años en la misma situación, con el mismo grupo’. Hoy se está logrando eso. Y bueno, será después del partido con All Blacks, en ese vestuario decidiremos en conjunto qué haremos después, qué haré yo. Si es el último, no sé. Pero sinceramente no voy más allá del Mundial.

¿Te pusiste a pensar lo que es preparar un partido con los All Blacks? Por un lado son los que miramos toda la vida por la tele y por otro lado son un equipo de 15 jugadores que tenes que preparar como rival, es una dicotomía fuerte esa, ¿no?

Totalmente. Cada vez que los miro pienso: ‘es impresionante’. Creo que es un privilegio estar analizando a All Blacks para jugar contra ellos. Pero tampoco hay que salir a sobreestimarlos y decir ‘vamos a ver qué nos hacen’, porque si entramos a ver qué pasa contra los All Blacks, la vamos a pasar mal dentro de la cancha y lejos quiero yo que eso sea el resultado. 

No es ir a sacarse la foto.

Exactamente, la foto la sacamos después, pero durante 80 minutos hay que salir a competir en las distintas fases del juego. Capaz que nos toca perder una, y la otra intentar ganar. Alguna batalla la vamos a ganar, y vamos a ir preparando el partido secuencia a secuencia. No ver el partido como un cuco y como algo imposible, porque si no, no hay chance. Cada secuencia nos va a ir diciendo cómo meternos en la próxima.

Una de las frustraciones del Mundial 2019 fue ese rato donde sintieron que no pudieron competir contra Australia. ¿Ayuda eso a preparar este tipo de partidos?

Totalmente, y contra Australia hubo momentos del partido que salimos a jugar de igual a igual, salimos jugando del fondo y quebramos y nos metimos. Esas cosas son las que uno dice: si yo los respeto a estos tipos me pasan por arriba. Tienen las herramientas con las cuales pasarte por arriba. No hay que esperar nada y salir a ser protagonistas desde nuestro lado. Insisto en que esos partidos se viven secuencia a secuencia, pero con la cabeza en Uruguay, en pensar en qué ser mejores ese día, o qué tenemos que hacer bien para poder estar permanentemente en partido. Porque el riesgo de esos partidos es que estos equipos te pasen por arriba y enseguida te saquen diferencia.

Sin ir más lejos lo sufrieron Argentina, Sudáfrica y Australia en el último Rugby Championship.

Exactamente, entonces es ver como utilizamos la estrategia de juego nuestra como para estar lo mas en partido posible. Pero desde lo mental es donde uno no puede ya entrar a perder ese partido, a sacarse una foto con el celular. Hay que salir a hacer la estrategia que decidamos pero convencidos de lo nuestro y convencidos de que secuencia a secuencia en alguna vamos a ganar, y si nos ganan en alguna secuencia prepararnos para ganar en la próxima.

(La entrevista se hizo antes de los partidos ante Chile y Namibia, por eso no hay mención a ellos).

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