Ahora, con 32 años, llega a su tercera copa del mundo, la primera como capitán. Llega casado con Sole y con un hijo pequeño, Rocco, con quienes emprendió la aventura de salirse de la zona de confort, dejar el Charrúa donde era líder absoluto, e ir a ganarse el puesto en el durísimo ProD2, la segunda división francesa, una de las ligas más exigentes de Europa. Alejarse un poco de Uruguay para dejar crecer otros liderazgos pero también para volver crecido como jugador y como líder.
Arranca lo más divertido para el jugador. Más allá de la preparación, que estuvo muy buena y exigente, fue de las más duras físicamente. Pero además estamos entrenando mucho en los detalles, son muchas horas en el día, que no estábamos acostumbrados. Si vamos a hacer historia en el Mundial necesitamos una preparación de alto nivel. Y además estamos muy contentos y expectantes por estos tres partidos. Probar jugadores, cosas del sistema. El objetivo es ganar pero también hay objetivos dentro del equipo, como el sistema de ataque, de defensa, los lanzamientos, qué hacer, qué no hacer. Es el momento perfecto para llegar al Mundial sabiendo qué nos sirve y qué no. Además están buenísimos los tres partidos, el nivel de cada uno. Muy expectante por ver cómo va a responder al equipo.
¿En qué cosas específicas han trabajado?
Hemos trabajado mucho en la intensidad y la velocidad. En eso Uruguay venía un escalón abajo si lo comparamos con los equipos del primer nivel que vamos a enfrentar. Por eso le metimos mucho foco al ritmo en ataque y en defensa, a ser muy intensos y veloces, de subida en defensa, en ataque llevar la pelota de un canal a otro rápidamente. Creo que cada vez nos sentimos mejor y con más confianza. Sé que va a ser un primer partido después de una pretemporada dura, vamos a ver errores, que son normales. No hay que alarmarse, porque en ese sentido falta mucho para el Mundial.También estamos muy expectantes de ver a muchos chicos nuevos que se han sumado. Hoy somos 46 jugadores, en 2019 preparamos el Mundial con 34.
Cuesta armar la lista, uno se pone a hacer ese juego y no hay soluciones fáciles.
Es duro. No me gustaría estar en la cabeza del staff para armar una lista de 33 para el mundial, pero además armar los planteles de 23 para cada partido. Tengo confianza plena en todos los que se han preparado, he visto un nivel muy bueno, los chicos del Seven que se han sumado, que se han integrado muy bien, los jugadores que vinimos de Europa, los de Peñarol. Todos nos hemos ensamblado muy rápido y hay muy buen nivel. En cada posición tenés dos, tres opciones muy buenas. Muy contento también de estar viendo el crecimiento de muchos jugadores y de la Unión en general.
¿Cambia algo que el primer partido sea con Chile, un clásico con una rivalidad grande?
Obviamente los últimos años ha habido una rivalidad entre Uruguay-Chile y Peñarol-Selknam, eso está clarísimo. Pero lo veo como un partido muy bueno de preparación. Ellos tienen sus objetivos, y creo que está bueno que también se estén preparando por un Mundial. Me imagino que habrán hecho una preparación muy dura también. Van a ir a jugar contra equipos de primer nivel. Entonces está bueno que nosotros tengamos roce contra un equipo mundialista. Va a ser un lindo primer partido de preparación, para sacarnos esa dureza que traemos. Más allá del resultado, va a estar bueno para que el equipo empiece a ensamblarse y a agarrar confianza.
¿Cómo te sentís vos después de este año? Te pudiste ir a probar afuera y te fue bien, al punto de que te propusieron seguir.
Fue una experiencia muy buena, muy dura y exigente. Todos los fines de semanas es una guerra. Es muy física la Liga. Obviamente hay buen juego, pero todos los equipos te plantean una batalla. No hay partido fácil, que digas 'bueno este fin de semana roto el equipo'. Y yo precisaba como jugador un poco salir del sistema. Estuve muchos años acá. Precisaba salir de la zona de confort en la que estaba. Todo en pos de llegar de la mejor manera al Mundial. Ese era mi objetivo.
Tener que pelear el puesto, no ser el capitán.
Llegar a un lugar donde era un don nadie, donde la tuve que remar, ganarme mi lugar. Al principio era mucha incertidumbre, mucho miedo, entre comillas. Pero era todo en pos de prepararme de la mejor manera individualmente para el Mundial. Así lo hablé con el staff de Uruguay, estuvieron todos de acuerdo. Tuve el apoyo 100% de ellos y después, una vez que gané mi lugar, me encantó la experiencia deportiva y la experiencia familiar. Era toda una movida irme con mi familia y la verdad que fue bárbaro, al tal punto que renové un año más. Contento de que me hayan ofrecido quedarme, es el reconocimiento de que hice una buena temporada.
Allá hay mucha competencia, muchos jugadores dando vueltas, sobre todo europeos. Sé que va a ser duro después del Mundial irme directo para el club, pero todo lo hago con el fin de seguir jugando. Me siento bien físicamente, todavía me da como para seguir y ese es mi objetivo, seguir aprovechando, seguir viviendo de esto que es un sueño. Me gustó mucho haberme ido de acá para venir con más ganas, alejarme. Además dejar que aparezcan otros líderes acá en Uruguay, que no es nada menor. Creo que mi ida hizo que se destapen otros líderes, y ahora llegué con muchísimas ganas de estar de vuelta entrenando acá con amigos, con el staff. Vine como un nene chico a disfrutar mucho de mi tercera preparación para el Mundial. Me propuse eso, disfrutarlo.
Y también haciendo tu primer Mundial como capitán.
Mi vida a Francia fue un poco por eso, salir un poco de acá, de tanta presión que me pongo y estar tanto en los detalles. Yo soy un tipo muy metido en todo, pero no en el mal sentido, sino que me preocupo por todas las áreas, y necesitaba volver a ser más jugador que capitán. Encontrar el equilibrio entre jugar bien yo, para el equipo, y después ser capitán. Estoy laburando para eso, así que espero que me vaya bien.
Antes de 2019 hablaron que la frase de “shockear al mundo” y sé que han estado trabajando en una nueva. ¿Por donde resumirías eso que es una frase pero que tiene mucha carga simbólica atrás y ayuda a empujar?
Todavía no encontramos una frase como la de 2019. Más allá de que después terminamos ganando un partido histórico, nos sentíamos muy identificados con una frase y fue un poco el mantra nuestro.
La estamos trabajando desde el primer día que arrancamos la preparación, está en etapa de elaboración. Pero desde el día que salió el sorteo del Mundial lo hablé con el Mono, que primero nos teníamos que meter en el grupo A como Américas 1, y después el objetivo era ganar a Italia y a Namibia. Así de claro son los objetivos, el grupo ya lo sabe, ya lo está digiriendo y lo está empezando a creer y a visualizar, que eso es una parte muy importante. No sólo decirlo sino creerlo. Es ir a ganar esos dos partidos, estamos recontra convencidos, sabemos obviamente la dificultad que conlleva. No somos favoritos contra Namibia y tampoco vamos de punto contra
Es una Italia que evolucionó respecto a aquel test de 2021 que estuvieron cerca de empatar.
Italia mejoró muchísimo, le tenemos mucho respeto, como tenemos también respeto a Namibia. Namibia se está preparando de la misma manera que nosotros, Y seguramente su objetivo sea ganarle a Uruguay en el Mundial. Los partidos de Mundiales son muy diferentes a un partido de preparación o de ventana. Y después, más allá de esos dos partidos, contra Francia y Nueva Zelanda queremos competir. Ahí obviamente no me animo mucho a hablar de resultados porque sabemos lo que son esos dos candidatos a ganar el Mundial, pero me encantaría que Uruguay compita y que juegue igual a igual contra dos potencias. Creo que ese es otro gran objetivo que tenemos.
A pesar de haber tenido un solo partido contra un Tier 1 en estos cuatro años, ¿el recuerdo del Mundial 2019 contra Gales ayuda a pensar que no es una locura competir durante muchos minutos? Es diferente a la experiencia 2015 que sí que siempre fue a remar de atrás.
En 2015 era el primer mundial para todos, era todo nuevo, era otra época. El 2019 como decís vos, por momentos contra Australia y ni que hablar el partido contra Gales fue otra cosa. Me hiciste acordar al primer día de la preparación, el puntapié del Mono fue con una foto del partido contra Gales, que en minuto 68 estábamos palo a palo con Gales. Entonces es cuestión de creérsela, en el buen sentido, de visualizar, de creer en nosotros, el laburo que estamos haciendo, la preparación que hicimos. Por eso digo que en esos dos partidos, lejos de hablar de un resultado, queremos que Uruguay compita de igual a igual. Y cuando me refiero a competir de igual a igual, me refiero a competir en un scrum a Nueva Zelanda o Francia, en un line, en un maul, en backs contra back. Porque la realidad de Uruguay es totalmente diferente a la de ellos. En cuatro años tuvimos solamente un partido contra un Tier 1 y la competencia es lo que te crecer, no hay otra forma. Entonces a nuestra manera vamos a llegar a esos partidos de la mejor forma posible para competir. Si Uruguay compite esos partidos me voy conforme, lejos de ser un conformista.