La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (
FAO) exige "políticas de Estado" para atacar el aumento del hambre, que afecta a 42,5 millones de personas, y la epidemia de obesidad, que sufren 90 millones en
América Latina, ante su próxima conferencia regional en Jamaica.
"El hambre en la región no es producto de la falta de
alimentos. Se trata de un problema de acceso a ellos", aseguró la organización, que insta a una solución política.
"Se trata de convertir la seguridad alimentaria en una política de Estado", agregó. Estos temas serán abordados en la próxima conferencia regional que se celebra del 5 al 8 de marzo en Jamaica.
Por primera vez en dos décadas, el hambre volvió a crecer en América Latina en 2,4 millones de personas, con lo que suma 42,5 millones, sobre una población de más de 600 millones de personas en la región.
Lea también: ¿Quien carga con el sobrepreso infantil?Con una prevalencia del 13%, Venezuela es el país de América Latina donde más creció el hambre. En el periodo 2014-2015 contaba con 4,1 millones de personas subalimentadas frente a 1,1 millones del periodo 2010-2012.
Otros países donde creció el hambre en este periodo fueron Argentina, Ecuador, El Salvador y Perú.
Pero la gran paradoja es que al mismo tiempo que aumenta el hambre crece la obesidad, "una epidemia fuera de control" en todos los países y en todos los sectores sociales de la región, según la organización
.
La mitad de la población en América Latina tiene sobrepeso y 90 millones de personas son obesas, según el representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué.
Lo más alarmante es que la mitad de los niños en edad preescolar ya tiene problemas de sobrepeso y obesidad.
"En la región, más personas mueren a causa de la obesidad que producto de los homicidios", dice la FAO, que espera fomentar en el encuentro de marzo "alianzas entre todos los actores del sistema alimentario, para transformarlo y garantizar una alimentación sana, balanceada y nutritiva para todos".
La crisis económica y los episodios climáticos han contribuido al aumento del hambre, pero hay factores más difíciles de combatir y que emanan de la desigualdad, según Julio Berdegué. (AFP)