Los campos ideales para un uso ganadero tienen mucha demanda y actualmente hay muy poca oferta, por eso “lo que aparece se arrienda enseguida”, comentó a El Observador Fernando Indarte, director de Indarte & Cía.
El precio del novillo, en un momento de tonificación constante, es un factor definido por el empresario como “la moneda del arrendamiento ganadero”, que obviamente impacta en el precio de las rentas y/o ventas de campos.
Según explicó, con la suba en el precio del novillo suben los dólares pedidos por hectárea. Por otro lado, en kilos por hectáreas, el precio del arrendamiento “difícilmente varía”, explicó, aludiendo a otro método de pago por las rentas.
En 2020 se hicieron 10 contratos más por arrendamiento de campos ganaderos, según un reciente informe de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), con un precio promedio de US$ 68.
Ese tipo de campo, al igual que los que se arrendaron con destino a agricultura de secano –hubo 41 operaciones más–, fueron los únicos que mostraron un alza en la cantidad de contratos.
Los campos con destino a ganadería involucraron el 61% de la superficie arrendada, un 24% más que el año anterior, se informó.
La renta ganadera aumentó un 19% en San José y un 6% en Artigas, mientras que disminuyó un 25% en Canelones y un 15% en Colonia, se detalló.
En 2020 el valor de arrendamiento de estos campos bajó un 1% al igual que para los campos agrícola-ganaderos.
Por otra parte, los campos ganadero-arroceros tuvieron una baja del 11% en el valor.
El valor promedio del arrendamiento de los campos agrícola-ganaderos fue de US$ 133 y el de campos para agricultura de secano US$ 225 por hectárea por año. En estos rubros, junto con los arrendamientos de campos ganaderos, se logró un ingreso de US$ 89 millones.
En 2020 la superficie arrendada a nivel nacional superó las 904.000 hectáreas para los diferentes tipos de campo, lo que corresponde a un 11% más que en el año anterior.
Si bien los contratos realizados fueron un 3% menos que en 2019 –2.323 operaciones– el precio de la tierra tuvo un promedio de US$ 180 por hectárea y presentó una leve mejora del 1%.
En 2020 el total de las operaciones superaron los US$ 97 millones.
Para Indarte, hay buenas noticias para los dueños de los campos agrícolas: por los precios que está presentando la soja a nivel internacional recibirán buenos ingresos.
Según detalló, el 95% de los contratos por arrendamiento de campos agrícolas se basan en kilos por hectárea, y no por “medianería”, un formato de arrendamiento en el que el precio cambia dependiendo cómo le va al agricultor con la cosecha.
Para el empresario, el cambio en la cantidad y el valor de kilos por hectárea no tendrá una gran variación. “La cosecha no fue buena, entonces no es un momento en el que el agricultor pueda pagar mucho más por la tierra".
Pero, en cambio, "hay una expectativa fuerte y positiva por los cultivos de invierno y por la soja del año 2022 que está valiendo”, comentó.
Una variable importante para los dueños de campos de este tipo es el precio de los granos variable que puede incidir en el precio del arrendamiento, si bien no se prevé que tenga un cambio muy grande.
“Si hay alguna corrección al alza va a ser menor, pero para el dueño del campo los ingresos van a aumentar porque vale mucho el grano. El dueño del campo va a recibir un ingreso superior al que recibió, por el movimiento del valor de la tonelada de soja”, explicó.
Los departamentos con más superficie arrendada fueron Salto, Artigas y Paysandú, donde en total, se arrendaron 286.697 hectáreas –32% del arrendamiento de 2020–, lo que constituyó un 23% del monto total de las operaciones.
Soriano, Colonia, San José y Río Negro fueron los departamentos donde se registraron los mayores valores promedios, US$ 208, US$ 181, US$ 168 y US$ 164, respectivamente.
Por otra parte, los contratos acordados por menos valor se realizaron en Rivera y en Tacuarembó, en donde se vio un precio promedio de US$ 66 por hectárea por año.
Para Indarte, este es un buen momento para los negocios.
“Todos los negocios del agro cerraron y algunos de ellos como la ganadería o la lechería lo hicieron fuertemente. La agricultura no tuvo buena cosecha pero los precios son alentadores y es un buen momento”, concluyó.
A continuación, el informe completo de la DIEA:
COMUNICADO Arrendamientos Anual 2020 by Analía Pereira on Scribd
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