En la "batalla madre" contra el narcotráfico, el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, identificó con claridad cabeza y brazos, y para la policía la metáfora tiene una traducción sencilla: la cabeza son los "grandes narcotraficantes" y los brazos las bocas de droga.
Aunque el ministro y la Brigada Antinarcóticos apuestan a "cortar" las dos partes de ese cuerpo, es el daño a los brazos lo que comenzó a dar resultados tangibles según las autoridades. Larrañaga dijo este lunes en rueda de prensa que en lo que va del año la policía realizó 30% más de allanamientos en comparación con igual período del año pasado, cuando la cartera de seguridad todavía estaba encabezada por Eduardo Bonomi.
"Esto refiere al trabajo de la policía y a la comprensión de fiscales y jueces que están otorgando esos allanamientos", dijo el secretario de Estado, luego de mantener una reunión con el presidente Luis Lacalle Pou en la Torre Ejecutiva.
De acuerdo a datos de la cartera de seguridad a los que accedió El Observador, mientras en 2019 se habían llevado adelante 1.510 allanamientos, en 2020 se ejecutaron hasta la fecha 2.111 de esos operativos.
"Acá hay que cortar los brazos y las cabezas del narcotráfico. Las cabezas son los grandes narcotraficantes, y los brazos son las bocas, que por muchas que haya en todo el país estamos procurado combatir", sostuvo el ministro.
Larrañaga también rechazó la postura del Frente Amplio de no acompañar su iniciativa –y que ahora hizo propia el Partido Nacional– de promover una reforma constitucional para habilitar los allanamientos nocturnos y así permitir a su juicio y de operadores judiciales un trabajo más eficaz de la Brigada Antidroga. Según lo han afirmado algunos fiscales, los narcotraficantes eliminan la evidencia durante la noche para que en la mañana, cuando la policía entra en la boca, casi no haya estupefacientes.
"Yo creo que no se pierden garantías, en eso hay una equivocación. Acá en todo caso los que pierden garantías son los delincuentes, los narcotraficantes, los que en la sombra de la noche aprovechan la noche, el cobijo y el resguardo constitucional para aprovechar el hogar para llevar adelante actividades totalmente ilícitas", dijo el ministro a los periodistas.
Una de las fiscales que advirtió en los últimos días sobre las dificultades que presenta la prohibición de allanar por las noches fue María Domínguez, a cargo de una investigación de varios meses que culminó el 13 de julio con la imputación de una decena de personas por narcotráfico en Rivera. "La traen en la noche porque saben que la van a vender y que al otro día ya no queda nada. (...) En determinadas circunstancias, (los allanamientos nocturnos) serían una forma de poder acceder a las bocas. Hemos interceptado a muchos consumidores durante la noche", sostuvo.
Larrañaga también fue consultado por el aumento del enfrentamiento entre bandas de delincuentes, que años atrás era identificado por Bonomi como ajuste de cuentas, lo que le generaba críticas de la entonces oposición por entender que de esa forma se justificaba el aumento de los delitos
"Son episodios que se están revelando, esa es la realidad, que por otra parte no es nueva. Muchas veces en el gobierno anterior se lo relacionaba, y nosotros podemos hacer mención. El delito no se puso tapabocas, no tuvo cuarentena: los delincuentes siguieron operando; es una realidad indiscutible".
Consultado acerca de si entonces entendía a Bonomi cuando hacía referencia al crecimiento de ese fenómeno, Larrañaga contestó: "No refiero a esto ni tengo por qué entender lo anterior porque estamos en otro tiempo, con una pandemia en curso y luchando firmemente contra el delito: no estoy brindando explicaciones que signifiquen excusas ni valido las anteriores", dijo.
De acuerdo a los datos del Observatorio de Criminalidad de la Secretaría de Estado correspondientes al primer semestre de 2020 y al cuatrimestre que va de marzo a junio, se registró un descenso en las denuncias de los principales delitos si se los compara con las cifras de los mismos períodos de 2019.
Un informe divulgado el 1º de julio señala que, en comparación al año pasado, en el primer semestre los homicidios registraron un descenso de 1,2%, las rapiñas 5,6%, los hurtos 12,6% y los delitos de violencia doméstica registraron un mínimo descenso de 0,5%. Es decir, mientras en los primeros seis meses de 2019 se cometieron 173 homicidios, entre enero y junio de este año hubo 171. La baja de las rapiñas fue de 15.831 a 14.939, la de los hurtos es de 73.136 a 70.745 y el descenso de las denuncias de violencia doméstica fue de 18.784 a 18.501.
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