Juan Samuelle

Ingresos ganaderos durante 2019/20, un empate desparejo

Con base en lo que aportó el análisis de las “Carpetas Verdes”, los ingresos se mantuvieron similares a los de 2018/19, pero muchas cosas fueron diferentes

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30 de octubre de 2020 a las 13:00

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Los ingresos netos de los productores ganaderos que releva el Instituto Plan Agropecuario (IPB) se mantuvieron similares a los de 2018/19, pero muchas cosas fueron diferentes al ejercicio anterior: mejores precios en el segundo semestre de 2019 por el envión comprador de China en carne vacuna y ovina, menores ingresos por la lana, una mala situación forrajera en la mitad este de Uruguay por sequía y un mejor dólar hace un balance complejo y heterogéneo.

El ingreso de capital promedio de las empresas ganaderas, antes de pagar renta e intereses, fue de US$  81/ha en el ejercicio 2019/20, algo menos que en el ejercicio previo, que había sido el mejor resultado en 19 años de registros (US$ 87/ha), tras cuatro años consecutivos con márgenes reducidos –de US$ 50/ha a US$ 60/ha–. 

En pesos constantes de junio, el efecto dólar juega su partido y permite que el ingreso se mantenga muy similar al del año anterior, en $ 3.096/ha, alcanzando máximos en 19 años y ubicándose un 34% por encima del promedio de todos los años.

En dólares corrientes el ingreso se ubica un 64% por encima del promedio, superando incluso los picos de 2003/04 y 2010/11, según el relevamiento de 120 empresas ganaderas a través de las llamadas “Carpetas Verdes”.

Los promedios dicen cómo le fue al conjunto, pero la variabilidad parece tener mucho para enseñar en la batalla por lograr que los ingresos promedio del futuro aumenten.

La productividad se vio afectada por la sequía. El 2019/20 fue un año signado por la falta de lluvias en Artigas y otras zonas del norte del país y particularmente del este, con una situación mejor en el oeste. Pero sobre el cierre del ejercicio todo el este se mantiene muy afectado y el resto con anomalías negativas, pero más leves. En todas las áreas el crecimiento de pasto fue inferior al del ejercicio anterior y en la mayoría de las zonas fue inferior al promedio de los últimos 20 años.

“Los escalones que generan las sequías son cada vez más frecuentes y cobran kilos de producción. Lo más llamativo es que en los últimos tres años tenemos dos anormales por sequía y uno relativamente normal. Los kilos de carne producidos cayeron 11% en el ejercicio en promedio”, explicó Carlos Molina, director del IPA, en la presentación de los resultados.

Gonzalo Ducós, coordinador ganadero de Fucrea, destacó la importancia de estimar la competitividad de las empresas mediante la retribución a los factores de producción –tierra, trabajo y capital–. “Más allá de los ingresos, no todas las empresas son capaces de ser competitivas y pagar los factores de producción. En las empresas CREA, en los últimos tres años ha aumentado la cantidad de las que lo logran: hace tres años era el 18% y actualmente es el 42%”.

Un año con precios y dólar tonificados

El precio de exportación de la carne vacuna en el ejercicio 2019/20 promedió los US$ 4.022 la tonelada, impulsado por la fiebre porcina africana en China que potenció la demanda y los precios en el segundo semestre de 2019, posicionándolo un 13% por encima que el promedio del ejercicio anterior. En el primer semestre de 2020, los mismos se vieron afectados por la pandemia. 

El ternero y el novillo gordo mantuvieron un comportamiento similar. En el primer semestre del ejercicio el novillo gordo promedió por encima de los US$ 4 por kilo en cuarta balanza. A partir de abril de 2020 los precios comienzan a bajar y fueron inferiores en la comparación interanual. En promedio, en todo el ejercicio el precio del novillo gordo alcanzó los US$ 3,75 por kilo, un 11,5% más que en el mismo período del año pasado.

El ternero liviano promedió US$ 2,52 el kilo, un aumento de 12,5% interanual. El precio del primer semestre fue sustancialmente superior y cabe considerar que la mayoría de los terneros se vende en el primer semestre, cuando estuvo la diferencia realmente importante.

También hubo una mejora en el precio del cordero, 10% arriba del año anterior mientras las lanas, tras ejercicios muy favorables cayeron entre 10 y 25% interanual.

El dólar en el ejercicio aumentó 20%, y eso permitió mejorar el ingreso real. La inflación también aumentó, pero a menores tasas que el dólar, lo que posibilitó que algunos costos –fundamentalmente en pesos– tengan una reducción en este ejercicio aunque aún se encuentra en el orden de un 8% por encima del valor promedio de los 19 años.

Menores resultados en todas las regiones y sistemas

Los resultados económicos bajaron en todos los casos respecto al año pasado, pero en la zona este se ubicaron incluso por debajo que el año de la última sequía (2017/18).

Las empresas de ciclo completo del este, noreste y centro-este mostraron en promedio una caída interanual del producto bruto de 14% a US$ 181/ha, explicado por un descenso en la valorización del stock de haciendas al final del ejercicio. El ingreso de capital cae 20% respecto a 2018/19 a US$ 89/ha. Mientras que el ingreso neto –que incluye la renta y los intereses– es de US$ 63/ha, frente a los US$ 85 del año anterior (una caída de 26%).

Las empresas de ciclo completo del norte, litoral norte y centro norte también bajaron un 14% el producto bruto, a US$ 173/ha. El ingreso de capital cayó 18%, a US$ 93/ha. En tanto, el ingreso neto bajó 23%, a 68 US$/ha.

Dentro de las empresas criadoras, las del norte, litoral norte y centro norte fueron las únicas que mantuvieron la productividad vacuna, pero debido a un menor precio de la lana el producto bruto cayó –aunque en menor medida– 6%, a 156 US$/ha. El resultado final de estas empresas cae 9% respecto al ejercicio pasado, a 70 US$/ha, y el ingreso neto también se reduce, logrando valores 15% inferiores, de 44 US$/ha.

Por su parte las empresas criadoras del este-noreste y centro-este del país bajaron 11% interanual, a US$ 170/ha, su producto bruto. El ingreso de capital baja de US$ 90 a US$ 73 por ha; mientras que el ingreso neto también cae y se ubica en US$ 50 por ha.

“Históricamente la invernada siempre ha sido el sistema con mejores resultados económicos, pero en los últimos años la cría ha acortado esa brecha debido a una valorización del ternero y ternera, un incremento en el precio de la vaca y un crecimiento en el rodeo de cría”, indicó Ducós.

Empresas y adversidades

Las empresas que logran mejores resultados  son las que muestran más capacidad de adaptación y resiliencia, son las que obtienen resultados destacados en años buenos y que además toleran mejor los años malos.

Esas empresas “tienen procesos controlados y protocolizados, combinan tecnologías de proceso y de insumos, trabajan con disponibilidad de pasto, tienen disponibilidad de infraestructura básica, utilizan y acceden a la información y están capacitados tanto el productor como los colaboradores”, explicó Molina en su exposición.

En estas empresas los ingresos pueden llegar a superar los US$ 150 por ha e incluso acercarse a los US$ 300.

Para las empresas del este del país, donde el faltante de agua es una amenaza latente por segundo año consecutivo, está el mayor desafío para este ejercicio en curso –el de 2020/21–, que puede prolongar una caída en dólares corrientes que no es claro vaya a ser compensada nuevamente por una valorización del dólar, como para sostener el ingreso real. 

Producción: Cecilia Pattarino

Juan Samuelle

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