El fin de semana, se desarrolló un impresionante operativo de rescate en la estación de trenes de Burzaco, ubicada en el partido bonaerense de Almirante Brown, donde un niño de 2 años se vio involucrado en una situación crítica al caer a las vías del tren Roca. La rápida intervención de una oficial de la Policía Bonaerense, identificada como Gisele Sotelo, resultó crucial para salvar al menor de un desenlace potencialmente fatal.
Los hechos, registrados por las cámaras de seguridad de Trenes Argentinos, muestran cómo el niño, vistiendo una remera de color naranja, se soltó de la mano de su madre y corrió hacia la formación detenida en el andén. Lamentablemente, el espacio entre el andén y el tren se convirtió en una trampa, llevando al pequeño a caer a las vías.
Ante la desesperación de la madre y los gritos de auxilio de los presentes en el andén, se activaron protocolos de emergencia para detener el tren y brindar asistencia al niño. La oficial Sotelo, quien casualmente se encontraba en el lugar tras abordar incorrectamente el tren con destino a Burzaco, no dudó en arrojarse debajo del tren para rescatar al niño.
El rápido despliegue de seguridad y la coordinación con el servicio de emergencias permitieron un rescate exitoso. El niño, tras ser extraído de las vías, fue trasladado al hospital Lucio Menéndez para evaluación médica, donde se determinó que sus lesiones eran limitadas a traumatismos por la caída y el impacto posterior.
En declaraciones posteriores, la mamá del menor, Abril, expresó su agradecimiento a la oficial Sotelo por su intervención decisiva. “Estaba con mi nene. Habíamos bajado en Burzaco. Mi nene quiso tocarlo porque tiene una obsesión con los trenes y metió el piecito. La desesperación de una madre no tiene precio. Por suerte no pasó nada grave. Fue un milagro. Si no fuera porque la policía se tiró abajo del tren, hubiera pasado cualquier cosa”, declaró a El Trece.
Sotelo, quien había salido de servicio y se tenía que tomar el tren con destino a Florencio Varela, pero por equivocación se subió al que iba a Burzaco, reflexionó sobre el momento y señaló que, a pesar del temor inicial, actuó impulsada por el instinto y la necesidad de proteger al niño.
“Creo que Dios me puso en ese momento porque me tomé el tren equivocado. Cerré los ojos y lo agarré como pude. Tenía miedo, pero todo pasa por algo. Hice unos metros caminando y escucho los gritos de una madre. Empecé a correr con desesperación y ahí reaccioné como pude. No me importó nada, no lo pensé en ese momento. Tengo un hermanito de seis años, muchos sobrinitos. En ese momento uno no piensa, solo actúa”, describiendo la oficial de 28 años.
En medio del shock, ambas se abrazaron, y la madre transmitió su gratitud, destacando la acción de Sotelo
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