A Fernando Castiñeira, uno de los primeros pacientes con covid-19 en Uruguay, intentaron prenderle fuego la casa a la que había ido a hacer cuarentena, en Punta del Diablo, Rocha.
Alertados por vecinos en la noche de este lunes, poco después de que alguien no identificado provocara el incendio, policías que estaban cerca y bomberos controlaron las llamas, que no alcanzaron el techo de paja de la vivienda, informó el programa Todo pasa, de Océano FM, y confirmó El Observador con fuentes policiales.
Castiñeira estuvo en el ojo de la tormenta días atrás cuando se lo acusó de violar la cuarentena obligatoria al trasladarse el sábado 21 de Montevideo a Punta del Diablo junto con su esposa y sus tres hijos. El rumor del supuesto incumplimiento de las medidas sanitarias comenzó en redes sociales, pero luego la dirección departamental de Salud Pública, la Policía y Fiscalía se pusieron en contacto con él.
El director departamental de Salud de Rocha, Diego Pintado, lo denunció y la Fiscalía lo intimó a recluirse en la propiedad y fijar allí su domicilio. Ese día, la intendenta de Rocha, Flavia Coelho, dijo a El Observador que había enorme preocupación en el departamento por algunas aglomeraciones en las vías públicas y por los muchísimos turistas brasileños que habían ingresado al país a través de Chuy esa semana.
Una semana después, los residentes de Punta del Diablo bloquearon el ingreso al balneario y se manifestaron contra la llegada de turistas, para evitar nuevos contagios de covid-19.
Castiñera contó cómo fue el trato de los vecinos mientras cursó la enfermedad y dio detalles de su caso, que empezó en el casamiento en Carrasco al que asistió una mujer infectada, de donde derivaron la mayoría de los 320 casos registrados hasta el martes 31. Él era uno de los cinco guardias de seguridad que guiaron a los invitados hacia sus mesas.
"A (la portadora del virus) no recuerdo haberla cruzado. Pero sin lugar a duda, al haber sido el único de los cuatro guardias en contagiarse, tengo que haberle indicado yo la mesa", relató en el programa radial Todo pasa.
Cuando la mujer dio entrevistas a los medios, después de que el gobierno decretó la emergencia sanitaria y se confirmaron los primeros cuatro casos, Castiñeira se preguntó si también él estaría contagiado, a pesar de que no había desarrollado ningún síntoma.
Le hicieron la prueba de laboratorio el lunes 16 y el viernes 20, funcionarios del Ministerio de Salud Pública le confirmaron por teléfono que había dado positivo. Entonces le pidió autorización a su médica para hacer la cuarentena en Punta del Diablo junto a su familia. Según dijo, la respuesta de la profesional fue la siguiente: "Mejor todavía, porque tenés más espacio y vas a estar con menos gente".
Castiñeira aseguró que la discriminación comenzó en Montevideo. Dijo que una de las funcionarias del complejo de apartamentos en el que vive puso carteles en todas las torres para alertar a los vecinos de que había un posible caso de coronavirus, cuando aguardaba los resultados de la prueba de laboratorio. Mucha gente le envió mensajes para saber cómo estaba, pero cuando se confirmó el caso nunca más le escribieron.
La decisión de viajar a Punta del Diablo, donde tiene una casa en la que suele alojarse con su familia en el correr del año, la tomó el sábado 21. Pero en Rocha aumentó la discriminación. Según Castiñeira, uno de sus vecinos publicó en redes sociales un mensaje alertando a los rochenses sobre su llegada y la supuesta violación de las medidas sanitarias de rigor.
"Entro al Facebook, veo comentarios, fotos mías, fotos de mi familia, de mis hijos, de mi empresa. Todo a base de una mentira, de un odio de una persona que ya está identificada, que es de mi barrio, que ahí largó la bola de nieve que después fue imparable. Y la gente que es mala, que es dañina, y no mira las consecuencias", expresó.
Y dijo: "La discriminación que sentimos allá fue algo horrible. Allá y en Montevideo, también. Es una cosa de locos". Castiñeira sostuvo que tiene "mil anécdotas" del maltrato que recibió y contó que la gente se acercaba a su casa para filmarlo e insultarlo.
Por otra parte, aseguró que solo la médica de Montevideo y la Guardia Republicana lo contactaron mientras estuvo en Rocha, de donde volvió antes de que este lunes intentaran incendiarle la casa. Por mensaje, el miércoles 23 desde el MSP le informó que estaba recuperado y él le pidió a la médica que notificara a Fiscalía, que debía autorizar su salida del departamento.
Del incendio se enteró este lunes, a poco tiempo de haber llegado a Montevideo. "Me llamó un vecino para avisarme que en la oscuridad vio un destello y se arrimó y vio que estaba prendiéndose fuego el quinchado", afirmó en Todo pasa.
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