Camilo dos Santos

La caída libre de la izquierda en la frontera seca que contrarresta ventajas metropolitanas

Bastó solo con la diferencia en votos lograda por la coalición en Rivera para anular la ventaja que la izquierda sacó en Canelones

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30 de marzo de 2022 a las 05:02

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A pesar de que el Frente Amplio pierde con otros colores políticos en la mayoría del territorio del país, su potencia en los dos departamentos más poblados –y su capacidad de dar batalla en el litoral– la ha llevado a pelear cabeza a cabeza en elecciones binarias como balotajes o referéndum.

Sin embargo, desde 2019 la izquierda continúa en una caída sostenida en tres departamentos fronterizos en concreto, y la instancia del domingo así lo consolidó.

Por más que en Canelones los promotores del referéndum aventajaron al oficialismo en casi 27 mil votos, bastó solo con la diferencia lograda por la coalición de gobierno en Rivera para anular ese provecho. Y eso a pesar de que el segundo tiene cinco veces menos población que el primero. En el departamento norteño, el Sí a la derogación de 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración perdió por una diferencia de 34.047 con la papeleta celeste. 

Lo que sucedió en el resto del país disparó la historia conocida: la opción rosada quedó apenas un punto por debajo del No, el exiguo margen permitió a la oposición festejar una demostración de fuerzas, puso "nervioso" al oficialismo –al decir del cabildante Guido Manini Ríos–, pero solo ganó en tres departamentos contra la victoria celeste en el resto de los 16 pagos del país. 

Al comparar los resultados de este domingo con los del balotaje de noviembre en 2019 –una interpretación que manejan hoy en la dirigencia frenteamplista–, la izquierda pudo achicar la distancia en votos con los multicolores en todo el país, salvo en cuatro departamentos: Montevideo –donde igual mantuvo su supremacía histórica–, Rivera, Artigas y Cerro Largo.

Los tres últimos tienen dos cualidades en común para una interpretación electoral: su calidad de frontera seca con Brasil y el hecho de que ya le habían prendido luces amarillas a la oposición en las instancias anteriores. 

En un escenario de menor participación que en 2019, los dos bloques perdieron terreno en casi todos los departamentos respecto a los apoyos por las respectivas fórmulas de Daniel Martínez-Graciela Villar (Frente Amplio) y Luis Lacalle Pou-Beatriz Argimón (Partido Nacional). Pero en Rivera el Sí votó 23% menos que en la fórmula frentista en el balotaje y la diferencia en votos absolutos con el oficialismo se amplió 22%. 

En ese departamento la hoy oposición había perdido su banca en Diputados, hasta entonces a cargo del dirigente Saúl Aristimuño. Más adelante, en las elecciones internas de la fuerza política, Rivera fue uno de los tres departamentos en que la coalición de izquierdas cayó en su nivel de participación, a contramano de lo que sucedió en el resto del país –donde creció de forma sustantiva respecto a su más inmediato antecedente de 2016–. 

Artigas fue el segundo territorio donde la diferencia se incrementó en términos absolutos respecto a la que había tenido la fórmula frenteamplista con la nacionalista 2019. En las tierras gobernadas por el blanco Pablo Caram el Sí cayó ante el No por 17 mil votos, en contraste con los 14.260 que habían separado a Martínez de Lacalle Pou casi tres años atrás.

El Frente Amplio llegó incluso a tener intendencia en ese departamento, de la mano de Patricia Ayala en 2010, y desde entonces no logra repuntar. En los comicios internos de la coalición de izquierdas el año pasado –en que Fernando Pereira se consagró como presidente de la fuerza política–, la caída más grande en términos de participación había sido en Artigas: 31% menos que en las anteriores.

Por último, en Cerro Largo el celeste se impuso por 13.326 votos ante el rosado, contra una distancia menor (de 11.695) configurada entre las fórmulas del balotaje.

¿Cómo lo miran en el Frente Amplio? Consultado por El Observador, el encargado de la Comisión del Interior, Aníbal Pereyra rescató en primer término: "Si comparamos la elección del domingo con el balotaje, en términos globales solo en cuatro departamentos votamos peor. En el resto, la diferencia se achicó". El exintendente de Rocha y dirigente del MPP lo graficó de esta manera: "Mejoramos más en Flores que en Pocitos". 

"Esto no se encara con soluciones mágicas, sino desde el territorio. No es lo mismo la región del litoral –que fue donde (el Sí) más se acercó– que Rivera, Artigas y Cerro Largo. Evidentemente que hay que tener estrategias particulares que contemplen la idiosincracia del lugar", afirmó. La primera acción concreta será intensificar allí una campaña de pueblo a pueblo, ya anunciada por Fernando Pereira para la nueva etapa.

Asimismo, Aníbal Pereyra sostuvo que concurrirá a esas zonas la Comisión Nacional de Programa –encabezada por el exintendente Ricardo Ehrlich y el exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Álvaro García– encargada de formular la hoja de ruta que la coalición de izquierdas presentará en futuras elecciones. 

"Sin duda que en Rivera el trabajo político de la coalición está sólido y viene de mucho tiempo. El Frente se ha debilitado", reconoció. "En Artigas ganamos la elección y ahora nos están doblando. Eso no es permanente", expuso. "La base está, porque si pudimos ser intendencia, si pudimos sacar diputados, es porque en su momento el pueblo entendió la propuesta del FA. Ahora no eso está". 

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