La calculadora del FA: cuál es el número mágico para llegar con vida a noviembre

Las primeras encuestas de 2019 generaron optimismo en el oficialismo ya que mostraron un aumento de cuatro puntos -que están dentro del margen de error-, aunque las cifras están bastante lejos de las registradas cinco años atrás cuando superaba holgadamente la barrera de los 40 puntos. El director de Factum, Óscar Bottinelli, dijo que el crecimiento del Frente Amplio se debía a que había resuelto la situación de Raúl Sendic y Leonardo de León, un tema "muy conflictivo" desde el punto de vista ético y un "mayor dinamismo" luego de la consolidación de las precandidaturas de Daniel Martínez, Carolina Cosse, Mario Bergara y Óscar Andrade. 

El sociólogo y analista político Agustín Canzani, que dirige la Fundación Líber Seregni del Frente Amplio, dijo a El Observador que para alcanzar un cuarto período el partido de gobierno tiene que superar el 40% de los votos en octubre, aunque es “difícil” decir cuál es el guarismo exacto que hace que la segunda vuelta sea “competitiva”. A modo de ejemplo, Canzani dijo que si el oficialismo recibe el 43% de los votos en primera vuelta puede quedar “muy bien” o “no tan bien” posicionado, dependiendo de la cantidad de votos que reciban los otros partidos políticos y la cifra de sufragios en blanco y anulados. Sin embargo, para Antonio Cardarello, doctor en Ciencia Política, el piso necesario es mayor. “Con menos de 45% es probable que pierda”, dijo el politólogo que está especializado en política comparada.

Un análisis similar realizó Óscar Bottinelli la semana pasada durante un desayuno de trabajo organizado por ADM. A partir de los últimos datos publicados por Factum en febrero –que repartió la intención de voto en 38% para el Frente Amplio, 30% para el Partido Nacional  y 16% para el Partido Colorado–, dijo que había 9% de votos en los que se jugaba el “partido” de las elecciones. Bottinelli explicó que ese porcentaje eran personas que habían votado al Frente Amplio en las últimas elecciones pero que no representaban el “núcleo duro” del oficialismo.

Según el director de Factum, el FA tiene un “32% de votos firmes”. “El FA tiene que jugar a retener la mayor cantidad de votos y la oposición a captar gente que esté disconforme, desilusionada con el FA. Lo otro son votos más o menos estables”, agregó antes de señalar que era “muy difícil” que el partido de gobierno obtuviera mayoría parlamentaria y que por primera vez había “dudas” de que pudiera retener la Presidencia de la República. “Existe probabilidad 1 a 1, las chances son parejas”.

Canzani recordó lo que ocurrió en las elecciones de 1999, cuando se produjo uno de los pocos casos de regresión en América Latina. Jorge Batlle obtuvo la Presidencia en el balotaje luego de haber salido segundo en la primera vuelta. En octubre, Tabaré Vázquez recibió el 39,06% de los votos, mientras que el candidato colorado obtuvo el 31,39%. Un mes después, una alianza con el Partido Nacional llevó a Batlle a obtener el 54,13% de los votos y el gobierno.

“En general, los partidos que salen primeros con porcentajes importantes de distancia respecto al segundo tienden a ganar porque los votos que obtuvieron en primera vuelta se mantienen y no se reducen”, agregó el director de la Fundación Líber Seregni.

Cardarello señaló que a diferencia de ese año, en 2019 la oposición está más “fragmentada” ya que varios partidos -La Alternativa, de la Gente y Unidad Popular- tendrán representación parlamentaria, lo cual es una “oportunidad” para el Frente Amplio porque el “traspaso” de votos no es “automático”. "Una parte de ese resto de votos podría ir al Frente Amplio", subrayó. El analista dijo que para el balotaje “juegan mucho los candidatos”, principalmente sus “porcentajes de aprobación” y los “saldos” de simpatía y antipatía que obtienen. 

Tanto Cardarello como Bottinelli restaron importancia a lo que pueda ocurrir con los votos en blanco y anulados, ya que consideraron que son "muy estables” en Uruguay. Bottinelli dijo que desde las elecciones de 1984, estos votos están en el orden del 3% y nunca llegaron al 4%, aunque Canzani señaló que esto “puede cambiar” ya que no hay “una lógica que diga que es así para siempre”. 

Semanas atrás, Canzani brindó una charla a los integrantes de la mesa política del Frente Amplio en la que les explicó cómo interpretar las encuestas. El politólogo dijo que a falta de ocho meses para las elecciones es la primera vez que se observa una “caída con tanta fuerza y rapidez del FA en las encuestas”, lo cual “sugiere” un “fenómeno nuevo” y que el electorado varía “más rápido” que en épocas anteriores.