La decisión del gobierno de Nueva Zelanda de terminar con las exportaciones en pie en 2023 puede marcar un antes y un después para la ganadería mundial. Por un lado, genera una oportunidad de negocios entre Uruguay y China –principal comprador– y, por el otro, muestra tendencias que influenciarán durante esta década y más allá: el mundo preocupado por el bienestar animal.
El gobierno de Nueva Zelanda anunció la semana pasada que cesará la exportación de ganado en pie a partir de 2023, luego de un período de transición de dos años. Toma esa decisión como respuesta a los reclamos del público respecto a las condiciones de traslado del ganado en los barcos, que de acuerdo a filmaciones se realizarían infringiendo condiciones apropiadas para el bienestar animal.
El primer desencadenante ocurrió en setiembre de 2020 cuando el barco Gulf Livestock se hundió en el Mar del Este de China, después de salir de Napier, y murieron 41 tripulantes, incluidos dos neozelandeses a bordo, junto con casi 6.000 reses.
Posteriormente, el gobierno prohibió temporalmente las exportaciones de ganado en pie, pero permitió que se reanudaran a fines del año pasado con promesas de mejoras al proceso. Implementó el requisito de aumentar el espacio para cada animal en un 10%. Pero ahora han vuelto a cambiar de opinión, con planes de acabar con el comercio por completo.
Para Uruguay en estos años puede ser un factor que acentúe la oportunidad que significa el mercado asiático –principal destino de las exportaciones en pie de Nueva Zelanda–.
Sumado a esto, las exportaciones de Australia también estarán limitadas por la poca oferta y el mal relacionamiento con China. Y empiezan a circular versiones sobre medidas similares que el público en Australia reclamaría desde la óptica del bienestar animal.
Eduardo Barre, director de los Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), previo a que fuera cesado en su cargo el miércoles de esta semana, dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural que “hay una fuerte presión a nivel internacional sobre el bienestar animal, (...) en el transporte marítimo. Dentro de las normas de la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal) están las especificaciones que deben cumplir los exportadores respecto al bienestar animal y además Uruguay tiene una resolución que contempla las condiciones e implementará nuevas en el corto plazo. Además, se solicitan a las empresas exportadoras informes tanto en el transporte, como en la llegada de los animales”.
EO La avidez de los chinos
Las importaciones de ganado en pie de China en 2021 disminuirán debido a la menor demanda de ganado para faena. Sin embargo, se espera que las importaciones de ganado de cría (hembras) –que Uruguay está colocando– se mantendrán firmes. Y hay conversaciones para empezar a exportar terneros y novillitos probablemente a partir de julio.
China superó a Turquía como principal destino para exportación en pie.
Las exportaciones de ganado en pie han sido un factor clave para el desarrollo de la cría vacuna en Uruguay en los últimos 10 años. Hasta ahora han sido destinadas principalmente hacia Turquía, pero esa es una lógica que está cambiando rápidamente.
China se consolidó en lo que va del año como el principal destino de Uruguay, superando a Turquía que lideró las compras en el último quinquenio.
El total de envíos a China suma al momento 33.654 animales y ya triplicó los 11.293 enviados durante todo 2020; en la totalidad de los casos se trata de hembras con destino a reproducción.
Los negocios
A comienzos de marzo la empresa Gadoville SA concretó un embarque de 9.270 hembras con destino reproductivo a China. Y en enero la firma Agro Socio embarcó 11.254 animales de las razas Hereford, Red Angus, Holando y Jersey, con fines reproductivos también al gigante asiático. A fines de marzo, la empresa Di Santi Ltda. envió 13.130 terneras y vaquillonas de razas carniceras y doble propósito y hay barcos previstos para fines de abril y fines de mayo y otros en el segundo semestre del año.
China busca acelerar la conformación de sus rodeos y apuntalar su producción interna de carne y lácteos.
“La demanda de China le ha dado un apuntalamiento a la hembra y genera un interés adicional por estas categorías y un piso en los valores”, dijo Gustavo Basso a Tiempo de Cambio de radio Rural.
Una oportunidad
Las menores ventas de los países de Oceanía a China son una oportunidad para Uruguay, tanto en lo que respecta a hembras como a terneros con destino a engorde o novillos con destino a faena. El protocolo de exportación habilita a ambas categorías, hay consultas realizadas al respecto, pero aún no se han concretado negocios por machos.
En 2020, las exportaciones de animales en pie de Nueva Zelanda alcanzaron un récord de 118.035 cabezas, superando ampliamente el pico de 2014 de 78.548 cabezas, pero es probable que las nuevas restricciones limite el número de envíos en 2021 a unas 80.000 cabezas, según el Departamento de Agricultura de Estados unidos (USDA).
EO En Australia las ventas se reducirán casi 20% respecto a 2020, a un total de 900.000 animales, según el USDA. Esta caída se debe a una menor oferta de ganado por la fuerte retención, junto con el aumento de los precios del ganado en pie, lo que hace inviable el negocio.
EO En Turquía quitaron el pie del acelerador
El negocio de exportación en pie comenzó el 2021 con buen ritmo, pero con Turquía poco activo respecto a años anteriores y con otros destinos alternativos como Medio Oriente demandando ganados más pesados.
Se llevan enviados al exterior 74.638 vacunos, un 50% más que los 48.673 del mismo período del año pasado. Los destinos fueron China, Turquía, Líbano e Irak, con un 45%, 43%, 10% y 2% de participación, respectivamente.
Las ventas a Turquía son superiores a las de un año atrás, cuando prácticamente no se habían hecho envíos en el primer trimestre, pero están muy por debajo de las enviadas en 2019: 51.323 vs. 32.179 animales.
Una de las limitantes es que el gobierno turco anunció cambios en la otorgación de permisos de importación de ganado en pie. La medida establece que el comprador turco –ya sea acopiador o productor– que tenga capacidad superior a 5.000 vacunos podrá importar por el 15% del volumen, y a los que tengan capacidad inferior a 5.000 animales se le permite importar el 20% del total.
Esto además de una limitación en el volumen implica que, para completar un barco, los exportadores tendrán que contar con la participación de un mayor número de acopiadores/productores en ese país.
Como consecuencia, el USDA informó que las importaciones de ganado en pie de Turquía se reducirán un 50% en 2021 e incluso se detendrían por completo en el año 2022.
Aunque hay dudas respecto a que el freno de las compras de Turquía sea total, la posibilidad de colocar terneros y terneras fuera de fronteras da al criador uruguayo una seguridad respecto a que el valor de los animales que produce tendrán un mínimo precio aceptable, que no depende exclusivamente de los compradores locales. Al mismo tiempo, el aumento de las ventas representó para la industria una amenaza de quedar con poca materia prima, lo que se expresó en una muy baja faena en 2020.
La medida neozelandesa conmueve potencialmente a los mercados para ganado de carne y de leche. Y presenta una oportunidad de abarcar nuevos negocios para Uruguay, al menos en los próximos años.
Al mismo tiempo hay por delante un nuevo desafío a considerar, porque el foco de los consumidores está puesto en el bienestar animal y habrá que ver si hay países que sigan el camino de la isla y si eso terminará resultando una norma global.
Producción: Cecilia Pattarino
Las exportaciones, en buques, demandan una logística muy desafiante.