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La historia de la primera copa internacional ganada por un club uruguayo que obtuvo Nacional con cinco de sus fundadores en la cancha
Junio de 1905 fue un mes terrible para todo Nacional. La viruela se llevó a dos de los hermanos Céspedes, quienes ya eran un pedazo de historia en el equipo. Primero fue Bolívar, quien murió el 9, y el 30, lo hizo Carlos. Su hermana Delia, también se contagió, pero se salvó milagrosamente.
Amílcar, el tercero de los Céspedes, se pudo salvar y siguió jugando con los años en el arco tricolor, aunque en algunos partidos se animó a jugar de centrodelantero.
Justo Carlos, con dos goles, y Bolívar con uno, le habían dado a la selección uruguaya la victoria 3-2 sobre Argentina casi dos años antes, el 13 de setiembre de 1903, en lo que fue el primer triunfo del combinado uruguayo que fue absolutamente representado por jugadores de Nacional. Además, también fue la primera derrota argentina en su historia.
Muy poco tiempo después de sus muertes, Nacional afrontó un compromiso internacional de alto relieve para la época. Luego de haber derrotado al Central Uruguay Railway Cricket Club (CURCC) (1-0) y a Wanderers (5-3), había obtenido la Copa de Honor, y eso lo habilitaba a jugar por la Copa de Honor también llamada Cusenier, por un cognac de la época, contra el ganador del mismo título en Argentina, que era nada menos que el invencible Alumni. Así, los tricolores pusieron su nombre con mayúsculas al conseguir el primer título internacional de un club uruguayo en la historia. Hasta allí, todos los títulos internacionales habían sido para los argentinos.
Era la primera vez que se disputaba, y se hacía no solo entre clubes de Buenos Aires y Montevideo, sino también para los rosarinos, tal como sucedía con su antecesora internacional, la Copa Competencia donada por Francis Chevallier Boutel, quien era presidente de la Liga Argentina, luego Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
La diferencia que existía entre ambas era que la definición de esta se jugaba en Buenos Aires, en tanto que la Cusenier, la final siempre era en Montevideo.
Una final tremenda
El partido entre Nacional y Alumni se jugó en la vieja cancha de Albion en el Prado el 10 de setiembre de aquel 1905, ante 5 mil personas, según las crónicas de la época.
En los tricolores, jugaron aquel partido varios de quienes fueron sus socios fundadores el 14 de mayo de 1899.
Uno de ellos era su capitán, Miguel Nebel, quien además, fue el que había propuesto un año antes, en 1902, que la camiseta del club pasara de tener los colores rojo y azul, a blanco. Había sido capitán, asimismo, de la gesta de 1903 contra Argentina.
Pero también lo hicieron otros fundadores del club como Carlos Carve Urioste, Ernesto Boutón Reyes, Eduardo De Castro y Alejandro Cordero, mientras que Ernesto Caprario, también fundador y quien puso su casa para la fundación, hizo de primer línea. Amílcar Céspedes fue el arquero.
El equipo formó con Amílcar Céspedes; Carlos Carve Urioste y Ernesto Boutón Reyes; Miguel Nebel, Emilio Mongay y Arturo Rovegno; Carlos María Cuadra, Gonzalo Rincón, Eduardo De Castro, Alejandro Cordero y John Diggs, un inglés que había venido a jugar desde Buenos Aires, del club Barracas Athletic, quien debutó en ese partido.
El primer tiempo terminó 1-0 a favor de los tricolores mediante un gol de Rincón a los 20 minutos. Alumni salió con todo al segundo tiempo, y a los 57’, Tomás Brown –uno de los cinco famosos hermanos que jugaban en ese club espectacular– igualó.
Ernesto Escobar Bavio, en su libro “El fútbol en el Río de la Plata” de 1923, cuenta el partido, pero la emoción se dio en los minutos finales.
Hubo un penal marrado por De Castro y luego llegó la definición del encuentro.
“La persistencia de los forwards uruguayos les permitió atacar de nuevo al arco de Alumni y a los 28 minutos (del segundo tiempo) un buen centro de Diggs, fue aprovechado aprovechado por (De) Castro que desde corta distancia marcó el segundo goal con un tiro tan bien medido, que la pelota penetró en la red, rozando la parte inferior del travesaño”, cuenta el autor.
Y añade: “Alumni reanudó el juego y sin dar tregua a sus adversarios, persistió a su vez en un continuo ataque. Weiss dirigió un tiro que Céspedes detuvo y tras varias tentativas, a los 37 minutos (a falta de 8 para el final del encuentro), Moore pasó la pelota a Alfredo (Brown), este erró el tiro delante de la red adversaria, pero E. Moore tomó la pelota y con un shot fuerte que Céspedes no detuvo, igualó posiciones por segunda vez”.
Faltaba muy poco para terminar y pasó de todo. “Alumni estuvo a punto de acreditarse el tanto (de la victoria), pero desperdiciada la ocasión, esta fue aprovechada por los de Nacional a los 44 minutos de juego (89’) a raíz de un centro de Cuadra que Rincón convirtió con un shot cruzado, desde unos 3 metros”.
Y culmina diciendo: “Un minuto después, terminó el match sin otras variantes, quedando el team uruguayo vencedor por 3 goals a 2”.
El rival era considerado imbatible en aquella época. Tanto era así, que cinco años después, gracias a Alumni y a que el viejo y ya desaparecido River Plate Football Club lo venció cambiando de indumentaria por la similitud de colores (y jugando de celeste), nació la camiseta de la selección uruguaya.
De esa forma, en la hora y en un encuentro que todos señalan como épico, Nacional obtuvo lo que fue el primer título internacional de clubes en la historia del fútbol uruguayo.
