Leonardo Carreño

La interna blanca se mueve y revela un complejo rompecabezas

El resultado de la elección del directorio blanco da algunas pistas sobre los realineamientos del Partido Nacional

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10 de agosto de 2021 a las 05:03

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Una mirada a vuelo de pájaro del resultado de las elecciones para conformar el directorio blanco parece indicar que la foto de la interna del Partido Nacional, particularmente la de los sectores no herreristas de esa colectividad, muestra una imagen diferente a la revelada en los comicios generales del 2019.

No es una imagen nítida, no permite demasiadas elucubraciones acerca de cómo se reagrupó el partido tras la temprana muerte de Jorge Larrañaga ni luego de los desmembramientos de dirigentes que ha padecido Juan Sartori. Pero no hay dudas de que la interna blanca se mueve.

La elección del sábado se trató del voto de 459 convencionales (de un total de 500) que eligieron a los 15 directores que conforman el denominado pomposamente Honorable Directorio del Partido Nacional. Una nomenclatura que históricamente fue presidida por los líderes del partido (por allí pasaron Luis Alberto de Herrera, Wilson Ferreira Aldunate, Luis Alberto Lacalle y Jorge Larrañaga). Esta fue la tradición hasta que Lacalle Pou ganó las internas de 2014 y resolvió no ocupar ese cargo. Por allí pasaron luego Luis Alberto Heber y Beatriz Argimón, y ahora el electo Pablo Iturralde, pero fueron escasísimos los acontecimientos en los que el directorio estuvo en el centro de atención, puesto que, fundamentalmente, es un órgano de convalidación de las opiniones de los líderes sectoriales.

Pero, volviendo al principio y a los resultados de la jornada del sábado, su integración puede ser probada como un termómetro no del todo exacto acerca de la correlación de fuerzas en la interna blanca.

Tras la votación de este fin de semana, de los 15 lugares en disputa en la contienda, 12 correspondieron a la lista (casi) única en la que comparecieron los grupos afines a Luis Lacalle Pou, a la Alianza Nacional de Larrañaga y a Sartori, y tres se los llevó Jorge Gandini, el desafiante de la jornada que decidió comparecer con una nómina propia en una arriesgada demostración de fuerzas.

Es decir, de los 459 votos emitidos, Gandini se quedó con 90 y el resto del partido con 369. Una performance nada desdeñable para el senador que encabeza Por la Patria y que aspira a encabezar una corriente de corte wilsonista de mayor porte dentro del partido.

La integración del directorio  puede ser probada como un termómetro no del todo exacto acerca de la correlación de fuerzas en la interna blanca.

Si se usa como vara los lugares obtenidos en el directorio, es temprano para saber cómo influyó la muerte de Larrañaga en la correlación de fuerzas blancas, ya que ese sector compareció dentro de la lista de unidad y obtuvo dos lugares. Sin, embargo, no es necesario tener el olfato muy afinado para saber que las noticias no son buenas para Alianza Nacional. Por lo pronto, el intendente de Tacuarembó, Wilson Ezquerra, ya anunció su desvinculación del grupo. Y las novedades tampoco son propicias para el sartorismo que en las últimas semanas protagonizó una sangría de dirigentes y se quedó con una sola silla en el directorio.

Es así que la movida de Gandini, y su éxito, adquiere especial interés en un partido que necesita imperiosamente el despliegue de un ala diferente a la del lacallismo si quiere volar alto cuando lleguen los tiempos electorales. Pero, como fue dicho, la imagen no es nítida y una cosa es rascar adhesiones entre dirigentes cercanos y otra salir a la intemperie a seducir votantes.

Por allí también anda el denominado “grupo de los intendentes” de Sergio Botana y Enrique Antía que en las internas pasadas tuvo una magra votación y se vio obligado a pactar con el Herrerismo en las elecciones nacionales. Y está el intendente de Colonia, Carlos Moreira, quien, tras el polémico audio en el que insinuaba estar dispuesto a ofrecer pasantías en la Intendencia a cambio de sexo, fue radiado del Partido Nacional al que volvió ovacionado en octubre y con casi todos los sectores blancos intentando contar con su concurso. "Es una referencia para el Partido Nacional, para Alianza y para el wilsonismo desde siempre. El Partido Nacional debe reivindicar la figura de Moreira", afirmó el senador Carlos Camy quien tras la muerte de Larrañaga quedó como principal referente de Alianza Nacional.

Son demasiadas piezas las que hay que juntar para conocer cuál será el rompecabezas completo del Partido Nacional en el mediano plazo. Pero, aquí y ahora, la interna blanca se mueve.

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