Diego Battiste

La mancha hielo y los consejos del bisabuelo

Mientras la Corte Electoral chequea las papeletas del recurso contra la LUC, el gobierno queda forzado a repensar estrategias y calcular tiempos de sus planes

Tiempo de lectura: -'

31 de julio de 2021 a las 05:03

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

El presidente tiene un desafío político con el ingrediente adicional de la sorpresa. No es la primera vez que le pasa y Lacalle Pou ha sabido acomodar sus planes para sortear obstáculos, pero este caso es definitivamente especial.

La presentación de cajas con casi 800 mil papeletas de recurso contra la LUC obliga a Lacalle Pou a desviar atención a un caso que no estaba en los cálculos del oficialismo ni de la oposición.

¿Habrá referéndum contra la Ley 19.889 y el sistema político se zambullirá en una votación de “medio término”?

Habrá que esperar para saberlo. Nadie puede asegurar que la cantidad de firmas válidas sean suficientes para que la Corte Electoral deba convocar a las urnas, pero aun cuando eso se conocerá luego de chequear papeletas, la presentación de las firmas ya tuvo efecto político. Generó un entusiasmo contagioso en la izquierda en su conjunto y fue un impulso emotivo en una dirigencia de oposición que estaba sin rumbo hacía más de un año.

Cayó como un balde de agua fría en el oficialismo, impactó fuerte; demostró que más allá de la alta aprobación que recoge el presidente, hay una presencia de izquierda que sigue sólida, una llama que sigue viva en un bloque político-social que fue desalojado del poder por la voluntad popular, pero que pese a una derrota dolorosa, está con fuerza para volver. 

Aquello de “están muy mal” o de “no saben para dónde arrancar”, reflejaba confianza en el oficialismo, pero se acabó. Eso de sentir que la “multicolor” tenía una base sólida mientras la izquierda caminaba en un pantano de confusiones, todo eso quedó atrás para tomar conciencia que el adversario mantiene potencia política y no es de descuidar.

Aunque una consulta de esta naturaleza es formalmente sobre una ley y nada más que eso, en el debate previo y en las conclusiones posteriores, todos saben que va mucho más allá de la vigencia de una norma, y marca la cancha para la segunda mitad del período de gobierno. El efecto de la presentación de las cajas de papeletas tuvo otro efecto político: obligó al gobierno nacional a repensar su estrategia de reformar para no dejar un flanco débil del que la oposición se agarre para pegar.

Cualquier medida que sea necesaria, pero afecte a la población o a sectores de la sociedad, va a ser usado por el Frente para decir: “¡Vean las cosas que hacen gracias a la LUC! Hay que barrer esta ley cuanto antes”.

La sombra del referéndum del 92 estará presente en el debate. Hay diferencias sustanciales entre una y otra consulta popular, porque esta ley tuvo un apoyo más amplio y el Frente no tiene otros grupos para sumar a su convocatoria, como sí hizo contra aquella ley de empresas públicas, que impugnó parcialmente y eligió justamente los artículos que habían tenido menos votos. Lo recurrido no había sido votado por el Movimiento Por la Patria entre los blancos, ni por el Foro Batllista (Sanguinetti) y la Cruzada 94 (Millor) entre los colorados.

Pero el anuncio de “están las firmas”, solo con la presentación de las cajas, es como el juego de niños de otras épocas, previo a la era del videogame. La mancha-hielo era una variante de la mancha común, que implicaba que cuando uno de los niños lograba tocar a uno de los que corrían, gritaba “manchado” y ese botija debía quedar “congelado”, paradito en el mismo lugar y la misma posición en la que estaba cuando fue alcanzado.

Visto desde el ángulo de los cómics, la presentación de firmas busca ser como el rayo congelante del Capitán Frío.

Hay algo de eso ahora. Aunque no sea paralizante, aunque no detenga al gobierno en su accionar, de alguna manera le termina bloqueando algunas medidas que deben ser repensadas y realineadas en el cronograma de ejecución, para no regalar posiciones a los impulsores del referéndum.

El apuro de aclarar que no habrá aumento en el precio del supergás, o el reconocimiento de nueva prórroga en el diseño de la reforma jubilatoria integral, son muestras de reacción gubernamental.

No congela, pero…

De la misma manera, esta movida política obliga al gobierno a mostrar logros, a tener que apurar algunos planes que son de visto bueno popular, acelerar proyectos de inversión que generen empleo.

Otra vez los blancos, otra vez un Herrera, enfrenta un desafío no menor.

Luego de casi un siglo de gobiernos colorados, la llegada al poder del Partido Nacional tuvo sus complicaciones en 1959, y a poco del cambio de mando, el caudillo

Luis Alberto de Herrera hacía advertencia a su amigo y correligionario Haedo, cuando ya sentía que la vida se le iba: “Tienen que ir más a fondo; el país está padeciendo y si siguen así, van a perder popularidad”. 

Herrera pedía acciones y más ritmo, pero también hablaba de lo que no había que hacer: “no pongan impuestos a las clases necesitadas, cuidado con el querosén”.

La referencia al queroseno va de la mano del impacto actual de ajustes de tarifas en combustibles, y a la polémica sobre el subsidio al supergás.

Lacalle Pou ha sabido enfrentar complicaciones sorpresivas, como fue la irrupción de Sartori en campaña electoral, el surgimiento del partido de Manini, que complicaba el armado de una alianza de coalición que ya venía articulada, la conducta de Talvi, y el estallido de una pandemia. Supo mantener serenidad en la compra de vacunas y apostar al plan de vacunación pese a la presión de adversarios y amigos por restricciones a movilidad.

La ofensiva opositora pone a prueba la capacidad de liderazgo política del presidente, y aunque tiene un efecto de tipo “mancha hielo”, hay que recordar que ese mismo juego tenía una vía de liberación para descongelar.

El gobierno debe jugarse a su plan, pero los tiempos se ven trastocados, porque para el presidente no es lo mismo ganar que perder una votación de medio término.
De alguna manera, aquellos consejos de su bisabuelo estarán presentes.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.