La minuana orgullosa de sus "saltos" laborales que lidera RRHH de multinacional en Chile

María Victoria Galeano trabaja desde hace 13 años para Grupo Bimbo. En 2017 se mudó a Chile para asumir la gerencia de Personas y desde allí lidera un equipo en expansión

Tiempo de lectura: -'

26 de abril de 2021 a las 13:01

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 3 45 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 3 45 / mes

El hobby de María Victoria Galeano es el trekking y descubrió que le gustaba cuando se fue a vivir a Chile. Además del contacto con la naturaleza, le atrae que sea una actividad desafiante y la sensación de “logro” que le provoca. Ese afán por ponerse metas que la sacan de su zona de confort es una constante en su vida.

A los 18 años, dejó su ciudad natal, Minas, para estudiar en Montevideo. Se graduó como técnica en Administración de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República, trabajó como administrativa en la Intendencia de Montevideo y como jefa de Contabilidad durante cinco años en la inmobiliaria ACSA, pero se dio cuenta de que la carrera no la llenaba.

Fue así que dio un giro profesional: se licenció en Relaciones Laborales en la Udelar, hizo un diplomado en Dirección de Recursos Humanos en la Universidad de la Empresa y actualmente se encuentra finalizando una Certificación en Coaching.

En 2008 asumió como jefa de Personal en la panificadora Bimbo Uruguay, en 2013 ascendió a gerenta de Personal y Relaciones, y en 2017 dejó la filial uruguaya para dar otro salto en su carrera y asumir la gerencia del departamento Personas de Bimbo Chile. La oportunidad de crecimiento laboral, fue lo que la impulsó a trasladarse al país andino, además de la posibilidad de pasar junto con su familia por la experiencia de vivir en otro país y cultura.

¿Cómo fue tomar esa decisión de instalarse en Chile?

Con mi pareja y mis hijos estábamos abiertos a movernos de país, por lo que, cuando llegó el momento no lo dudamos. De todas maneras, hay que admitir que los meses de transición no son fáciles, tanto el dejar tu vida (afectos, rutinas, zona de confort) como iniciar desde cero, lleva un sobreesfuerzo y una carga emocional importante.

¿Le costó adaptarse? ¿Cómo vivió ese proceso?

Laboralmente fue sencillo, ya que llegar a una operación del mismo grupo te da la posibilidad de encontrarte con una misma cultura de trabajo y con procesos similares. La diferencia era el contexto y las personas que lo integran, para lo que me di el tiempo de conocer y aprender con mucha humildad.

Personalmente, mi mayor inquietud pasó por mis hijos, su inclusión y adaptación en el colegio y en un nuevo grupo de amigos, aspecto con el cual me llevé una grata sorpresa, al confirmar que los niños se adaptan más rápido que uno a los cambios. Siento que ahora estamos adaptados, tenemos nuestras rutinas armadas, conocemos ya el medio en el que nos movemos, sus formas, su complejidad e incluso muchas veces nos encontramos pronunciando sus modismos tan particulares como autóctonos.

¿Notó diferencias en la forma de trabajar con respecto a su experiencia en Uruguay?

Fundamentalmente la diferencia está en las dimensiones: aquí el mercado es más grande, los jugadores son muchos y también hay un alto dinamismo. En la construcción de redes hay una diferencia relevante, también. En Uruguay nos conocemos todos, mientras que en Chile hay que darse el tiempo y el trabajo de construir las redes, porque son muchas empresas y cada una cuenta con su historia.

¿En qué consiste, puntualmente, su rol actual dentro de Bimbo Chile?

Me desempeño como Gerente de Personas para una operación con más de 2.700 colaboradores, que cuenta con dos fábricas productivas, un centro de distribución y veintitrés centros de ventas a lo largo de los más de 4000 km de todo Chile.

¿Cuáles son los mayores desafíos a los que se enfrenta?

Actualmente nos encontramos con el lindo desafío de prepararnos para expandirnos: tendremos una tercera planta en la ciudad de Chillán (al sur del país), para lo cual debemos trabajar en atraer y retener al mejor talento.

Posicionar a Bimbo Chile como marca empleadora también ha sido uno de los grandes objetivos que hemos perseguido y con mucha satisfacción comenzamos a ver los primeros resultados. El bienestar de nuestros colaboradores, la innovación y la transformación marcan hoy nuestra agenda de trabajo.

¿Cuál fue el mayor logro de su carrera o de lo que se siente más orgullosa?

Me siento orgullosa de haberme animado “a saltar”. A saltar como tantos uruguayos cuando dejan su ciudad natal —en mi caso Minas— y emprenden a la capital a estudiar en la universidad. A saltar cuando me di cuenta de que la carrera que había iniciado no era lo que realmente me gustaba y me cambié a otra que finalmente me apasionó.

A saltar cuando ingresé a trabajar en una fábrica con 250 colaboradores como encargada de Personal, un área en la cual no tenía experiencia. A saltar cuando Bimbo adquirió dicha fábrica y fue dándome oportunidades de crecimiento durante nueve años y a saltar una vez más cuando a fines del año 2016 me propusieron trasladarme a Chile en este nuevo desafío.

¿Cómo le afectó a nivel familiar la pandemia?

A nivel familiar tuvimos doble impacto: por un lado, tuvimos que reacomodarnos con clases online de los niños, trabajar desde casa y asegurar que confluyan en paz ambas rutinas. Por otro lado, tuvimos que aprender a cuidar mucho más nuestra salud, no solo del covid-19, sino de cualquier enfermedad o lesión que pudiéramos sufrir.

Actualmente estamos viviendo en un régimen de cuarentena total (por segunda vez), en toda la Región Metropolitana desde hace casi un mes, de todas maneras, desde marzo del 2020 vivimos en un régimen de fases que determinan el nivel de medidas restrictivas de acuerdo a los indicadores de tu comuna.

¿Qué impacto tuvo el coronavirus en la empresa y específicamente en la gestión humana?

En lo laboral, nos obligó a reaccionar de manera inmediata e implementar muchísimas medidas preventivas a nivel de infraestructura y promover la cultura de cuidarnos entre todos con base en el autocuidado. Tuvimos el gran desafío de no parar, pese al miedo y a las dificultades, y tuvimos el gran privilegio de no tener dudas sobre si íbamos a perder nuestro trabajo o cobrar nuestro salario a fin de mes.

La pandemia revolucionó nuestra forma de trabajar, como área de Personas tomamos un rol estratégico en los comités de crisis, donde el enfoque está dado siempre en el cuidado de las personas. Debimos implementar el teletrabajo de la noche a la mañana sin opción.

Como área de Personas tenemos el gran desafío de construir estrategias para mantener viva la cultura organizacional a través de nuestros líderes, segmentando nuestras propuestas de valor, atendiendo las distintas realidades que viven hoy nuestros colaboradores, según su rol en la compañía.

¿Planes para 2021?

Este año creo que todos lo iniciamos más esperanzados, sin embargo, por ahora viene siendo un año similar al anterior. En cuanto se cuente con las condiciones seguras, los planes son, sin fecha, seguir viajando para conocer Chile y, por supuesto, ir a Uruguay para reencontrarnos con la familia y amigos, que ya hace más de un año que no los vemos.

CONTENIDO EXCLUSIVO Member

Esta nota es exclusiva para suscriptores.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

¿Ya sos suscriptor?
iniciá sesión aquí

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Accedé ahora y sin límites a toda la información.

Registrate gratis y seguí navegando.