La mitad de los niños y adolescentes uruguayos se sienten inseguros en internet: ¿cómo ayudarlos a protegerse?

Siete de cada diez niños uruguayos acceden a internet todos los días y el hecho de que sean nativos digitales no los hace menos vulnerables; expertos aconsejan estrategias para guiarlos

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21 de marzo de 2019 a las 05:00

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Por María Eugenia Scognamiglio, especial para Cromo.

"Cuando yo era chico, en algún momento me dejaron ir caminando solo a la escuela. Después de hacerlo durante muchos años de la mano de mi viejo, ese día me sentaron, me dieron las llaves de mi casa, me dijeron: ‘Guardalas muy bien, no se las des a nadie, andá y volvé por el camino que te enseñamos, volvé a la hora que te dijimos, cruzá en la esquina, mirá hacia los dos lados antes de cruzar y fundamentalmente no hables con desconocidos. Yo la tenía muy clara caminando y sin embargo estuvo ahí la figura del ‘adulto responsable’ para cuidarme. Una cosa es saber hacer algo y otra cosa es saber cuidarse”, contó Sebastián Bortnik, presidente de Argentina Cibersegura –una organización que promueve actividades de educación para un espacio digital seguro– en una charla TED. Para él la convicción de que “los chicos no necesitan nuestra ayuda porque la tienen clara con la tecnología es un disparate”.

Algo similar sostiene Matías Dodel, sociólogo e investigador de la Universidad Católica, quien cree que los denominados “nativos digitales no existen, son un mito”.

El término supone que los nacidos en la década de 1990 y en adelante son expertos en tecnología por naturaleza y que las habilidades digitales son propias de su generación. Para los investigadores de Kids Online –entre los que se encuentra Dodel– partir de ese supuesto es un problema para entender cómo los niños y adolescentes usan internet. 

La investigación, realizada por Agesic, Unesco, Plan Ceibal, Unicef y la Universidad Católica, señala que 7 de cada 10 niños uruguayos acceden todos los días a la red –de una muestra de 437.918 niños–. Según Roberto Balaguer, psicólogo especialista en nuevas tecnologías, a los 7 años empiezan a utilizar redes sociales.

Getty

Esos números justifican las inquietudes de los padres que tienen más preguntas que respuestas. ¿Cuál es la edad adecuada para que tengan su propio celular? ¿Cuánto tiempo puede usar las pantallas? ¿Debería controlar todas las actividades online?

Balaguer dice que en el día de un niño tiene que haber un tiempo pequeño pero intenso de actividad física, mucho tiempo de sueño y una séptima parte del día –unas tres horas– que sea sedentaria, en las que se incluye el uso de las pantallas.

“La cantidad de horas reales que los niños pasan conectados son escalofriantes y van en ascenso. Empiezan a interactuar con pantallas desde los 6 meses, incluso a esa edad ya tienen sus propios dispositivos” dijo Balaguer a Cromo.

Pero más allá del tiempo, lo que más les preocupa a los adultos, según Kids Online, es que los niños “accedan a material inapropiado”.

El rol de los adultos 

Ingenio, creatividad y mediación son los pilares a la hora de transmitir estrategias para enseñar a los niños a transitar por las vidas digitales con un poco más de seguridad y racicionio.

“Te quedás atrapado en el celular y no podés salir”, dijo uno de los niños que fue entrevistado en la investigación Kids Online.

“Te quedás atrapado en el celular y no podés salir”, dijo uno de los niños que fue entrevistado en la investigación Kids Online.

rohibir el uso de dispositivos “ya no parece razonable”, afirmó Balaguer. Según los especialistas, lo ideal es lograr un equilibrio en el uso de las tecnologías. El tiempo depende de cada realidad, pero la pantalla no debe ocupar el mayor tiempo de juego del niño. “Eso implica que el adulto ofrezca alternativas, lo que requiere mucha imaginación, creatividad y disponibilidad”, señaló.

Según los datos recabados por el psicólogo, menos del 50% de los niños acuden a sus padres cuando tienen algún tipo de dificultad online. “Son bastante reacios a hacerlo porque para ellos es humillante; implica admitir que están fallando en el mundo social y eso baja la percepción de valía frente a sus padres”, explicó.

Dodel, por su parte, prefiere no utilizar el término control parental y señaló que es más adecuado mediación parental. El investigador explicó que, sobre todo a partir de los 15 años aproximadamente, el control puede ser “contraproducente” porque los adolescentes “directamente no le cuentan al adulto lo que hacen”.

Tanto Dodel como Balaguer coincidieron en que lo principal es mantener un vínculo de confianza con los niños y que la tecnología es un tema más sobre el que los adultos deben conversar con ellos.

Peligros en casa

Hace unas semanas, una pediatra estadounidense descubrió que en YouTube Kids había dibujos animados que incitaban al suicidio. Unos días después, un youtuber denunció a la plataforma de videos que sus algoritmos conducían fácilmente a imágenes donde aparecen menores “en poses comprometidas” y en los que algunos usuarios dejaban links de pornografía infantil y datos de contacto.

YouTube respondió a ambas denuncias y resolvió cerrar “ciertos canales que intentan poner en peligro a los menores de cualquiera manera” y prohibir los comentarios en los videos donde aparecen menores.

Cuando se le preguntó por esta noticia, Dodel dijo: “Técnicamente YouTube tiene filtros, aunque no sé si todos los padres uruguayos tienen las habilidades o conocimientos para implementarlos. Igualmente, son filtros controlados por algoritmos que utilizan inteligencia artificial, lo que hace que se les escapen cosas”.

De la investigación surgió que el 18% de los adultos “declaró saber que el niño fue contactado en internet por alguien extraño y el 2% que el niño se encontró personalmente con alguien que conoció en internet”. Al comparar esta cifra con las respuestas de los menores, Kids Online concluyó que los datos “dan muestra del escaso conocimiento –o al menos subvaloración– que tienen los adultos de las experiencias de contacto de los niños con desconocidos”.

Riesgo no igual a daño

“Así como cruzar una calle supone un riesgo potencial que no necesariamente culmina en siniestros, la exposición a riesgos en internet no necesariamente conlleva daños. Resulta clave comprender que los niños tienen el potencial de generar estrategias para gestionar esos riesgos”, explica la investigación.

“Así como cruzar una calle supone un riesgo potencial que no necesariamente culmina en siniestros, la exposición a riesgos en internet no necesariamente conlleva daños. Resulta clave comprender que los niños tienen el potencial de generar estrategias para gestionar esos riesgos”, explica la investigación.

Los menores saben que hay riesgos en internet; de hecho, la mitad de ellos declaró que no se siente seguro al conectarse a la red. Sin embargo, también se ven trabajando con internet.

Según Balaguer, hasta los 10 u 11 años “hay cierta ingenuidad” en el uso de las tecnologías, lo que expone a los niños a ciertos riesgos; sin embargo, el psicólogo afirma que hay “millones de interacciones” que son con los propios amigos.

AFP

Para Dodel es importante distinguir entre riesgo y daño. “A veces hay un desconocimiento sobre cómo funcionan los riesgos. El hecho de que se encuentren con un extraño no quiere decir que sea un extraño peligroso, pueden ser amigos de amigos. Hay que poner en contexto la situación. YouTube, por ejemplo, tiene un montón de riesgos, pero también les da a los chicos otro tipo de oportunidades, como crear contenido”, ejemplificó.

Recomendaciones 

Los especialistas dicen que lo principal es fomentar un vínculo de confianza con el niño sobre el uso de las tecnologías: construir la “mediación parental”.

Lo primero es tratar que el niño “se sincere lo más posible para que se sienta respaldado. Lo importante es que cuenten para poder accionar”, sostuvo Balaguer.

Lo primero es tratar que el niño “se sincere lo más posible para que se sienta respaldado. Lo importante es que cuenten para poder accionar”, sostuvo Balaguer.

o interactuar con el acosador, denunciar la cuenta y, si el problema lo amerita, pasarlo al ámbito de la Justicia son las acciones recomendables. La ley 19.580 prevé que quienes utilicen internet para cometer delitos sexuales contra menores de edad –una práctica conocida como grooming– serán castigados con seis meses a cuatro años de cárcel.

En cuanto a YouTube, Dodel recomienda cuidar que las imágenes que se publican no tengan información sensible, por ejemplo, que sea fácil identificar dónde vive el niño o qué lugares hay cerca de su casa. “Tiene que ver con la gestión de la privacidad: aprender que hay cosas que no se pueden compartir con todo el mundo”, explicó.

“No estamos en una fase de negación como hasta hace unos años”, señaló Balaguer con respecto a tratar temas de ciberacoso en las instituciones educativas, aunque falta una política que los atienda formalmente. 

“No estamos en una fase de negación como hasta hace unos años”, señaló Balaguer con respecto a tratar temas de ciberacoso en las instituciones educativas, aunque falta una política que los atienda formalmente.

Para el especialista es importante que los adultos lleven estos temas a las escuelas y los liceos porque “forman parte de la socialización” y agregó: “Los temas de acoso en internet deberían formar parte de los planes de estudio. La red es la forma de interactuar que tenemos hoy”. 

Configuración de la privacidad
Aplicaciones como Facebook o Snapchat no tienen configuraciones de “control parental”; solo ofrecen mantener las cuentas privadas. Sin embargo, hay aplicaciones especializadas que sí tienen esta configuración.
YouTube: Para activar el control parental hay que iniciar sesión y presionar el menú “Configuración” en la parte izquierda de la página de inicio. Luego ingresar a “Historial y privacidad” y hacer clic sobre la opción “Modo restringido” que está en la parte inferior de la pantalla. Al cambiar la opción a “Sí” se activa el filtro parental.
Play Store: Abrir la aplicación Play Store en el dispositivo que utiliza el niño. En la esquina superior izquierda, ingresar a “Menú”, “Ajustes”, presionar la opción “Control parental” y activarla.
La aplicación solicitará un PIN para evitar que otros usuarios cambien la configuración. Por último, elegir el tipo de contenido se filtrará.
Meego: Es una plataforma uruguaya de conectividad familiar para ver la ubicación del niño mediante GPS y realizar llamadas telefónicas sin la necesidad de contar con un celular. La aplicación permite realizar esas funciones en relojes o collares que se pueden comprar en la web meegofamily.com.
Qustodio: Al instalarla en los dispositivos del niño, la aplicación bloquea contenido inapropiado, permite limitar las horas de uso e incluso ver llamadas y mensajes enviados y recibidos en el dispositivo del niño. Cuesta US$ 40 al año y protege hasta tres dispositivos.
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