La primera librería en aceptar criptomonedas fundada por dos jóvenes uruguayos

De esta forma, Copelmayer contó que los clientes suelen apostar a BroLi ya sea por la rapidez en la entrega o también por el propósito social. Sin embargo, en el espíritu del negocio que llevan adelante Copelmayer y Fernández, hay un requisito que no se negocia: innovar.

En este sentido, hace menos de 36 de horas que se convirtieron en la primera librería a nivel nacional en aceptar criptomonedas. Si bien la decisión estaba planeada desde hace algún tiempo, para poder llevarla a los hechos los emprendedores decidieron estudiar el marco regulatorio uruguayo, dado que no son expertos en el tema. “Hicimos una búsqueda para ver cómo estaba la situación en Uruguay y hablamos con algún que otro especialista”, rememoró Copelmayer.

Agregó que cuando comenzaron a buscar información, se dieron cuenta que a nivel de leyes aún falta camino por recorrer. De igual modo, decidieron seguir adelante con la idea, dado que les pareció que era una buena alternativa de pago, además de que es una moneda con “mucho futuro”.

Si bien las criptomonedas no tienen figura jurídica en el país, para Copelmayer “este espacio verde que queda” es ideal para BroLi, dado que pueden marcar un precedente y ser pioneros en su implementación dentro de Uruguay.

El fundador reparó en que el vacío legal que existe, no impide operar con cualquiera de estas monedas, a pesar de que en Uruguay son muy pocos negocios que lo hacen.

Hacer una fortaleza

La librería no tiene local físico, en parte porque quieren enfocarse en lo digital y también los ingresos aún no permiten encarar el alquiler o la compra de un local comercial. Ante esta dificultad, los fundadores decidieron hacer de esa “debilidad” una fortaleza que los ayude a seguir adelante con su negocio.

BroLi tiene un stock de 3.000 libros, que se actualizan automáticamente para que los clientes siempre tengan una oferta variada. Además, gracias al sistema logístico que idearon, la empresa se compromete a –en 24 horas- llevar el pedido a la casa del cliente dentro de Montevideo. Por eso, mientras los competidores dentro del rubro apuestan al valor presencial, Compelmayer y Fernández prefieren enfocarse en otros aspectos que logren marcar la diferencia.

Si bien los fundadores tienen claro que operar con criptomonedas no les permitirá aumentar significativamente las ganancias, están convencidos de que es un paso más para tratar de sobre salir en el mercado. “No es la panacea, pero es estar en la avanzada”, enfatizó Compelmayer.

Explicó que no solo aceptan Bitcoin, sino que también $ DAI y $ USD coin, entre otras más. El fundador sostuvo que la idea es poder darle opciones al cliente, para que no se vea ceñido a tener que abonar solo con una moneda.

Es sabido que dentro de Uruguay no hay una comunidad demasiado numerosa que se apegue a este tipo de monedas, sin embargo, Copelmayer recalcó que la receptividad por parte de los clientes ha sido buenas. Si bien hace poco tiempo que están en el mercado con esta opción, contó que los comentarios de los usuarios fueron favorables, algo que les indica que van por buen camino.

Los emprendedores tienen claro que esta última decisión les abre aún más el abanico de clientes, ya que seguramente haya gente que apueste a BroLi solo por el hecho de aceptar criptomonedas.

En esta línea, Copelmayer explicó que tienen por lo menos dos tipos más de compradores: el lector que simplemente es amante de los libros y aquel que apuesta por la librería gracias al propósito que llevan adelante. “Actualmente donamos 400 libros en Maldonado y Cerro Largo”, dijo.

El modo flexible

Para tratar de adecuarse a las exigencias del cliente, desde BroLi tuvieron que idear un método que permeara la volatilidad del valor de las criptomonedas. Esto hace que los clientes que tienen, por ejemplo, Bitcoin no suelan transaccionar dado que no siempre es conveniente.

Ante esta barrera y con el fin de incentivar las operaciones en criptomendas, Copelmayer y Fernández llevaron adelante un modelo que permite bajar el riesgo de la volatilidad de la moneda.

El modelo flexible se basa en identificar a los clientes que pagan con cualquiera de las criptomonedas y, si el valor varía del 1%, el pago se pone en espera hasta que el precio vuelva al umbral. “El propósito de esto es nunca cobrar por arriba o por abajo del precio establecido del producto”, explicó Copelmayer.

Si bien esto puede generar demoras en las transacciones, no es algo que afecte a la entrega del producto y le agrega más seguridad a la compra. En este mismo sentido, y en pos de generar más confianza para los que conocen poco acerca de esta moneda, BroLi opera a través de Coin Base –una plataforma que garantiza los pagos y da seguridad a ambas partes.

Con miras de seguir

Haber incluido criptomonedas, es solo uno de los pasos que el equipo fundador quiere lograr para seguir adelante con la estrategia de diferenciación. De cara al corto y mediano plazo, esperan poder concretar la creación de un algoritmo que recomiende libros a los clientes.

Copelmayer explicó que esto no es nada nuevo, ya que significa llevar los consejos del librero a un terreno digital. Esto lograría ser más eficientes en los gustos de los usuarios, además de ser automatizado y sin tener que salir de la página de BroLi. “Hacés un formulario con preguntas y respuestas, luego en base a tus gustos, te recomienda tres o cuatro libros. Todo con link directo a comprar”, explicó.