No solo lidera una revolución tecnológica como cofundador de Ethereum, la plataforma cripto descentralizada, sino que también redefine las finanzas globales. Su visión de empoderar a individuos fuera de los sistemas bancarios tradicionales, sumado al giro pro-cripto de la administración Trump, lo convierte en un actor clave que desafía el control estatal y abre nuevas fronteras en la geopolítica del dinero y la organización social.