Diego Battiste

La revancha de Reyes se viene con sorpresitas

Tras perder “el Gordo de fin de año”, así largan las apuestan para una segunda oportunidad, por un valor menor pero que no deja de entusiasmar

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03 de enero de 2020 a las 22:11

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Lunes 30 de diciembre al mediodía, y en medio de afloje laboral y comienzo de festejos de fin de año, tres dirigentes del Frente Amplio compartían mesa de café de la Ciudad Vieja para ajustar detalles de lanzamiento de una candidatura a la IMM y sobre cómo se darían luego los apoyos a la misma.

Lunes 6 de enero, y en medio de la apertura de regalitos mágicos, dirigentes blancos y colorados comenzarán a dar forma al acuerdo político para que la “coalición multicolor” pueda votar bajo el mismo paraguas electoral en la capital.

Es un verano sin pausa.

No hay mucho tiempo para el descanso porque es mucho lo que está en juego: en este nuevo 2020 se termina de configurar el mapa político del país, y aunque el premio “gordo” ya se lo llevó Luis Lacalle Pou y sus socios blancos, colorados, del PI, de Cabildo Abierto y del Partido de la Gente, la “revancha” de mayo tiene un contenido atractivo.

Camilo dos Santos

Están en juego los 19 intendentes, con los 589 ediles de todas las juntas departamentales, y los 112 alcaldes con los 448 concejales de los municipios. Pero más que los cargos en la distribución del poder político para este quinquenio, también está en disputa la definición de campo partidario con miras a 2024.

Mientras algunos dicen que “es tiempo de gobernar” y no se puede vivir en campaña, otros recuerdan que Lacalle Pou es presidente electo, porque dibujó su estrategia hace cinco años. Y así ha sido generalmente.

Para el oficialismo es importante que el comienzo de gestión muestre unidad entre los socios y algunos logros concretos para sentir y demostrar que la herramienta de coalición es útil, y con eso dar impulso de esperanza en la gente. Es aprovechar el empuje de 2019, para ganar la mayor cantidad de intendencias. Eso, tanto por extender dominio político como para dar un segundo golpe al ánimo a la izquierda, que espera tomarse una revancha.

Para el Frente Amplio, que siempre ha tenido problemas para generar en el interior del país figuras populares y vistas como gestores exitosos, un resultado muy positivo sería mantener todas las bases logradas en 2015: Montevideo, Canelones, Rocha, Salto, Paysandú y Río Negro.

Obviamente que conseguir alguna más sería un premio adicional, pero tras la caída electoral de octubre (de 48% a 39%), esas cinco intendencias serían un resultado muy festejado. Demostraría que la izquierda gana por séptima vez seguida en la capital del país, triunfa por cuarta vez consecutiva el departamento más grande del interior, que mantiene Salto y Paysandú (donde gobernó en dos períodos en ambos casos), y también Río Negro, donde lo hizo por primera vez.

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Para la coalición multicolor, la meta está en aumentar bases, aprovechando el empuje de votos de octubre, aunque el régimen electoral dificulta acuerdos puntuales, y deben apelar no solo a creatividad, sino a una inusual “generosidad política” de renunciamientos, para sumar fuerzas en torno al que mejor compita con los frentistas.

No es fácil eso.

Enero es un mes clave porque las “convenciones” (los órganos deliberativos departamentales surgidos en las primarias de junio) deben aprobar a los candidatos a intendente, que pueden ser hasta tres por lema (por una interpretación curiosa de la Constitución).

Son 19 elecciones departamentales, que para ser ganadas debieran pensarse con estrategia nacional, respetando las realidades locales, pero teniendo por supremo interés el resultado global y no solamente el de cada aldea.

En Montevideo, el Frente lleva ventaja porque aunque cayó en octubre, tuvo 47,4% frente a 44,7% de los socios multicolores (23,2% los blancos, 10,6% los colorados, 8,3% de Cabildo y 2,6% de los dos partidos chicos). No es trasladable el voto nacional a lo departamental, pero ese resultado reciente muestra que la izquierda sigue muy fuerte en la capital.

Inés Guimaraens

Los multicolores trabajan para votar bajo el lema del Partido Independiente pero no aparece un candidato que tenga una magia propia para convocar electores más allá de lo puramente partidario. No es una elección definida, pero es un escenario muy favorable para el Frente.

La semana próxima habrá novedades entre los “multicolores” y definiciones de candidaturas en el FA, y eso marcará el terreno para mayo. El Frente no solo quiere retener la IMM sino recuperar los dos municipios de la costa.

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Quiénes serán los postulantes del FA para mayo? Los dirigentes que negocian acuerdos sienten que no se puede perder, por lo que no priorizan un nombre que sea muy convocante, sino alguien que pueda manejar bien la IMM, contemplar sus planteos partidarios, y no ser un “problema” para 2024: es decir, que siga en el cargo hasta el final y no se tiente con la carrera a la Torre Ejecutiva.

Pese a la alta aprobación a su gestión como intendente, a la alta popularidad, y a la votación del balotaje, Daniel Martínez no tuvo apoyo ni de sus camaradas para postularse a la IMM. Es que el Frente piensa en mayo y 2024 a la vez. Y el Pelado, para la dirigencia del Frente, no es 2024, ni 2020; es 2019 (o sea que es “pasado”)

Mario Bergara y José Mujica vieron en el médico Álvaro Villar una buena carta para la intendencia, con argumentos de que ha gestionado bien el hospital que dirige. No es menor que sea hijo del primer candidato frentista a la IMM, Hugo Villar, que fue postulado justamente con reconocimeinto a su gestión de un hospital (el Clínicas).

Además, Villar hijo no sería un competidor ni para Bergara, ni para el (por ahora) “delfín” de Pepe: Yamandú Orsi.

Hay que esperar qué hacen los sectores de “Progresistas” (Plataforma de exsocialistas, PAR de Lustemberg, Vertiente Artiguista, UNIR y otros grupos chicos): si se suman con Villar, reconocen cierto liderazgo de Bergara (que promovió a esa figura y de esa manera les “marcó” la cancha), pero si apoyan otra postulación, provocan una división interna. Si en la primera decisión política “Progresistas” no tiene postura común, esa alianza no se convierte en sucesión del Frente Líber Seregni, al menos por ahora.

En tanto, comunistas y socialistas negocian una postulación de mujer, Carolina Cosse (¿sería posible que el FA vaya a mayo con tres candidatos hombres?), Danilo Astori y Asamblea Uruguay apoyaron a Pablo Ferreri (vice del MEF), mientras que Fernando Pereira (PIT-CNT), Gustavo Leal (Ministerio del Interior) y Graciela Villar (excandidata a vicepresidenta) no se dieron de baja, pero con poca chance.

Y pese a la alta aprobación a su gestión como intendente, a la alta popularidad, y a la votación del balotaje, Daniel Martínez no tuvo apoyo ni de sus camaradas. Es que el Frente piensa en mayo y 2024 a la vez. Y el Pelado, para la dirigencia del Frente, no es 2024, ni 2020; es 2019 (o sea que es “pasado”). 

Próxima semana:

Las 18 batallas de mayo

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