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La seguridad en el manejo de materiales nucleares y radiológicos peligra por la carencia de personal especializado

En los Estados Unidos, existen tres factores que conspiran contra el mantenimiento de niveles adecuados de dotación de personal de seguridad nuclear: un suministro insuficiente de expertos calificados, la pérdida de los establecidos y la no recuperación de conocimientos tácitos de los expertos que se jubilan
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26 de julio de 2023 a las 08:46

Según la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA), el organismo de control nuclear de la ONU, casi 13 millones de personas están expuestas a la radiación ionizante en entornos laborales cada año en todo el mundo. Hay historias terribles dentro de la comunidad de seguridad nuclear sobre lo que puede suceder con una supervisión institucional laxa de los materiales nucleares y radiológicos, desde reservas de desechos radiológicos manejados incorrectamente hasta inventarios faltantes o inexactos y registros perdidos o destruidos.

Según los expertos profesores David Gillum, Itty Abraham y Kathleen M. Vogel, los remedios para tales infracciones pueden costar millones de dólares y dañar la reputación de las instituciones. Por eso es esencial contar con personal calificado y confiable y un equipo de liderazgo comprometido que supervise la seguridad radiológica dentro de las muchas entidades académicas, gubernamentales y corporativas que manejan materiales radiológicos.

En los Estados Unidos, existen tres desafíos que se interponen en el camino para mantener niveles adecuados de dotación de personal de seguridad nuclear: un suministro insuficiente de expertos calificados, la pérdida de los expertos establecidos y la pérdida de conocimientos tácitos de los expertos que se jubilan, según Gillum, Abraham y Vogel.

Ninguna solución única puede resolver los tres desafíos. Pero la pérdida de personal experimentado y de los conocimientos que poseen debe ser motivo de máxima preocupación a medio plazo.

Una de las responsabilidades más importantes de un oficial de seguridad radiológica es garantizar que las dosis de radiación de los trabajadores y la comunidad se mantengan “tan bajas como sea razonablemente posible”. Los oficiales deben demostrar, por medición o cálculo, que la dosis de radiación anual total de los trabajadores no exceda los límites permisibles. Deben mantener registros de dosimetría e informes periódicos para demostrar que las personas están trabajando dentro de los límites de seguridad y proporcionar esta información a los trabajadores y reguladores cuando lo soliciten.

Los oficiales de seguridad radiológica tienen la autoridad para detener las actividades de radiación inseguras y sin licencia en una institución y deben capacitar a cualquier persona que trabaje con o cerca de la radiación sobre sus peligros y cómo protegerse a sí mismos y a los demás. Los oficiales superiores de seguridad radiológica pueden formar parte del comité de seguridad radiológica de una institución, que es responsable de revisar y aprobar los experimentos de radiación. Estos profesionales son responsables de administrar inventarios, realizar pruebas de fugas de fuentes radiológicas y evaluar equipos que producen radiación. También deben desarrollar planes de emergencia, responder a cualquier incidente que involucre radiación y ser competentes en las normas y reglamentos que rigen la seguridad radiológica.

Los oficiales de seguridad radiológica se encuentran en cualquier industria que use radiación, incluida la agricultura, desinfección y conservación, servicios eléctricos, atención médica, seguridad en el hogar, productos farmacéuticos, operaciones mineras, exploración espacial, así como en instituciones académicas, gubernamentales y de investigación.

Un estudio de revisión internacional reciente mostró que la financiación de la investigación aumentó en la industria y las aplicaciones comerciales para respaldar el uso de radiofármacos en la industria médica, incluso cuando una industria de energía nuclear resurgente necesitaría contratar expertos en radiación en múltiples niveles de experiencia y conocimientos.

Independientemente del crecimiento futuro de la energía nuclear, se necesitarán oficiales de seguridad radiológica para manejar los desechos radiactivos generados por los reactores actuales y retirados. Sin embargo, el grupo de personal de protección radiológica ya es insuficiente, lo que aumenta la competencia entre la industria privada y los sectores públicos que buscan estos profesionales altamente calificados. Al mismo tiempo, los profesionales experimentados están llegando a la edad de jubilación, lo que genera dudas sobre si se mantendrá una oferta adecuada de profesionales capacitados; quién capacitará a la próxima generación de expertos en seguridad radiológica, y, lo más importante, cómo se transmitirá la experiencia incorporada a las generaciones futuras.

Últimamente, muchos jóvenes profesionales y estudiantes en campos relacionados con la radiología cambiaron sus trayectorias profesionales, creando una crisis de personal en la comunidad de seguridad radiológica. Esto se debe en parte a una disminución en el apoyo financiero para los programas de educación y capacitación en física de la salud. Pero los campos de consultoría en oncología médica, ingeniería nuclear y seguridad radiológica también brindan oportunidades para salarios más altos de los que los oficiales de seguridad radiológica generalmente pueden obtener.

Hace diez años, la Health Physics Society, una organización profesional de especialistas en protección radiológica emitió un informe sobre la crisis del capital humano e identificó una brecha considerable entre la oferta y la demanda de profesionales calificados en seguridad radiológica en los Estados Unidos. Identificado por primera vez como un problema en la década de los ‘90, el problema empeoró con menos estudiantes que obtienen títulos en ciencias de la radiación y más instituciones que enfrentan desafíos para contratar personal calificado para administrar los programas de seguridad radiológica.

Los datos obtenidos del Instituto de Ciencia y Educación de Oak Ridge indican que, desde 2009, las personas que obtuvieron títulos de licenciatura en Física de la Salud se redujeron un 48%; las maestrías, un 17% menos, y los doctorados se encuentran en niveles similares a los de hace 15 años. Una de las razones de esta tendencia está ligada a la compensación profesional. Cuando un estudiante está considerando un futuro en la Física de la radiación, normalmente puede elegir entre ingresar al campo de la Física de la salud para convertirse en un trabajador de protección radiológica o convertirse en físicos médicos, es decir, profesionales que garantizan la precisión, la seguridad y la calidad de la radiación utilizada en los procedimientos médicos. Un físico médico a menudo puede cobrar más del doble del salario de un físico de la salud.

Los profesores expertos indican que algunas instituciones con menos disposición o recursos para cubrir los puestos vacantes certificados están tratando de capitalizar la capacitación cruzada y enseñar a otros miembros del personal cómo convertirse en oficiales de seguridad radiológica. Esto a menudo consiste en que el personal asista a un curso de seguridad de 40 horas, seguido de una observación y tutoría prolongada en el trabajo por parte de miembros calificados del personal.

La disminución en el número de especialistas está ocurriendo demasiado rápido para mantenerse al día con la cantidad de conocimiento tácito que debe transferirse de una generación de profesionales a otra.

Hay conjuntos de habilidades más complicados en los que sólo unos pocos oficiales de seguridad radiológica están bien versados, como salvaguardias y diseños de blindaje para trabajar con plutonio y uranio enriquecido; dosimetría de campo mixto para grandes aceleradores, y procedimientos de seguridad de criticidad nuclear para prevenir reacciones en cadena de fisión nuclear incontroladas en reactores. La transferencia de este conocimiento es de suma importancia para el futuro de la seguridad nacional e internacional.

Los beneficios de la radiación son prodigiosos y diversos. Se utiliza en medicina para ayudar a tratar enfermedades y prolongar la vida, en electrónica para probar hardware eléctrico destinado al espacio exterior, en el procesamiento de alimentos para prolongar la vida útil de las comidas, en centrales eléctricas de carbón para eliminar los productos químicos tóxicos de las chimeneas y en muchas otras industrias. Una variedad de esfuerzos de investigación y planificación de la industria anticipan el crecimiento futuro de las aplicaciones de la radiación, incluidas la energía nuclear y la radioterapia, lo que significa que también aumentará la necesidad de profesionales en seguridad radiológica.

También existe la necesidad de investigación para comprender mejor estos desafíos de dotación de personal y ayudar a diseñar soluciones efectivas. Dichos esfuerzos van desde la realización de encuestas de necesidades futuras y evaluaciones de la eficacia de los esfuerzos de readiestramiento hasta el desarrollo de una base de conocimientos necesarios para gestionar con éxito un programa de seguridad radiológica.

Gillium, Abraham y Vogel explican que, de manera similar a cómo se recopilaron los conocimientos tácitos para los fabricantes de armas nucleares, la investigación sobre seguridad radiológica aplicada sería útil para informar mejor a los legisladores actuales y futuros y al personal de seguridad radiológica.

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