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Así es el submarino equipado con torpedos y misiles que adquirió Brasil
Brasil lanzó al mar este viernes el primero de los cinco submarinos ultramodernos -uno de ellos con propulsión nuclear- con los que buscará en la próxima década defender sus aguas territoriales, ricas en hidrocarburos. La nave, de tipo Scorpene, tiene 72 metros de eslora y pesa 1.800 toneladas. Está equipada con torpedos y misiles y cuenta con una autonomía de navegación de 70 días, con 35 tripulantes.
El submarino "Riachuelo", que forma parte del programa de cooperación entre la Armada del país sudamericano y la industria naval francesa, se estrenó en los astilleros navales de Itaguaí, cerca de Rio de Janeiro.
Después de este lanzamiento simbólico, el "Riachuelo" será sometido a una serie de pruebas y solo entrará en servicio efectivo dentro de dos años. Los nuevos submarinos sustituirán a los cinco sumergibles convencionales en actividad, construidos en colaboración con Alemania entre 1980 y 1990.
La ceremonia se llevó adelante en presencia del presidente Michel Temer y del presidente electo Jair Bolsonaro, que asumirá el cargo el 1° de enero.
La materialización de este primer paso de la renovación de la flota de submarinos del país norteño ocurrió diez años después de la firma del contrato de 6.700 millones de euros obtenido por el grupo francés DCNS, actualmente Naval Group.
El "Riachuelo" -cuyo nombre remite a una importante batalla naval de la Guerra del Paraguay (1865-70)- forma parte del programa PROSUB, ideado para proteger los 8.500 kilómetros de costas de Brasil, así como sus yacimientos de petróleo en aguas profundas. Es una zona de 4,5 millones de km2, bautizadas "Amazonía azul" por los militares brasileños.
El submarino está adornado con grandes escarapelas con los colores verde y amarillo del pabellón nacional y fue colocado a flote por un montacargas que descendió lentamente y tocó el mar poco antes del mediodía de este viernes, bajo un sol radiante en medio de las colinas de frondosa vegetación que rodean la base de Itaguaí.
Previamente fue bautizado con la ruptura de una botella de champagne, por la primera dama Marcela Temer.
AFP
