Leonardo Carreño

La Superliga argentina naufragó, pero los clubes uruguayos la toman como modelo

Los dirigentes sostienen que el actual modelo del fútbol uruguayo está "perimido" y por eso intentan instrumentar la Liga profesional o Superliga, como se hizo en Argentina

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01 de mayo de 2020 a las 05:02

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Después de los cambios exigidos por FIFA a la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), que comenzaron a gestarse con una intervención que estuvo a cargo de Pedro Bordaberry en 2018 y continuaron con las elecciones de marzo de 2019 que ungieron a Ignacio Alonso como presidente, aún hay temas pendientes más allá de la reanudación de la actividad futbolística, parada por la pandemia de coronavirus.

Uno de ellos es la creación de la Liga Profesional de Primera división o Superliga como se la llamó en Argentina, una organización que tenga autonomía propia y se encargue de regular la participación de los clubes en las competiciones locales. El proyecto fue incluido en el nuevo Estatuto de la Asociación aprobado el 29 de noviembre de 2018. Los clubes interesados en su creación redactaron un borrador y se reúnen habitualmente para terminar de darle forma y ponerlo a votación.

La idea es tomar como ejemplo el modelo argentino, aunque no todos los actores del fútbol uruguayo están de acuerdo. La Superliga Argentina de Fútbol (SAF) fue creada el 27 de junio de 2017 y el próximo 19 de mayo quedará disuelta por decisión de los propios clubes que quieren regresar a la órbita de la AFA. En su lugar se fundará la Liga profesional, que no será autónoma del organismo que preside Claudio Tapia como si lo era la SAF, aunque tendrá su propio presidente, seguramente Marcelo Tinelli.

¿Copiar un fracaso?

¿La Superliga fue un fracaso? ¿Por qué los clubes uruguayos quieren copiar esa idea entonces? “No creo que la Superliga argentina haya fracasado económicamente, para mi fue un tema político” explicó a Referí el presidente de Cerro Largo FC Ernesto Dehl, uno de los dirigentes que lleva adelante con énfasis el proyecto en Uruguay.

En marzo pasado, el presidente de la SAF Mariano Elizondo renunció a su cargo cuando se enteró que San Lorenzo, Boca Juniors, Lanús y Argentinos Juniors, entre otros, hacían gestiones para darle forma a la Liga Profesional.

Camilo dos Santos

La convivencia entre la Superliga y la AFA se hizo insostenible, aunque la primera defendió su gestión económica: el 100% de los recursos obtenidos fue transferido a los clubes antes del 15 de cada mes, hubo superávit, generó excedentes financieros de casi US$ 400 mil y los ingresos por derechos de televisión fueron aumentando anualmente: US$ 45 millones en 2017/2018, US$ 64 millones en 2018/2019 y US$ 96.500.000 en 2019/2020, además de producir nuevos recursos en sponsoreo y nuevas competencias.

Pero la AFA le echó en cara aspectos que, desde su óptica, la Superliga no cumplió: "La asignación de cupos para torneos internacionales sin aprobación del Comité Ejecutivo de AFA"; "ejercicio ilegal de competencia disciplinaria de los órganos jurisdiccionales de SAF (quitas de puntos a clubes por incumplimientos)"; "y programación de fechas del torneo sin consensuar con ningún organismo de AFA", enumeró en un comunicado.

Entonces el divorcio fue un hecho, tres años después de creada la Superliga y presentada como “una nueva era” para el fútbol argentino.

Superliga a la uruguaya

Jorge Casales, integrante del Comité Ejecutivo y encargado de competiciones de la Asociación Uruguaya de Fútbol, reconoció que la creación de la liga profesional en Uruguay es un tema que no está desechado, pero deberá hacerse a la uruguaya. “Algunos clubes están interesados y nosotros no vamos a poner obstáculos, pero tiene que ser algo que encaje dentro de lo que es el fútbol uruguayo. No nos podemos llevar por modelos como el de Argentina que ya vimos que fue un fracaso, en España y Ecuador también tiene grandes problemas, así como en México”, indicó.

Sin embargo, las instituciones interesadas ya se estuvieron moviendo para interesarse por el modelo de la vecina orilla. Los dirigentes se reunieron en más de una oportunidad con el expresidente de la Superliga Mariano Elizondo y con su asesor jurídico, Martín Moya, a quienes incluso recibieron en Montevideo para que explicaran el funcionamiento. Ven factible trasplantar ese proyecto al fútbol local. En setiembre de 2018 también fueron asesorados por el experto español Luis Alberto Ochoa.

Camilo dos Santos

El presidente de Cerro Largo indicó que son más de 10 los clubes de Primera división que están de acuerdo con la conformación de esta nueva liga, aunque con matices. Incluso ha mantenido reuniones con Jorge Barrera y José Decurnex, titulares de Peñarol y Nacional. “Tenemos que aprovechar esa experiencia argentina, porque hay gente que manejó el tema y sería bueno continuar las conversaciones con ellos. Acá también es un tema político, depende de la voluntad de algunas instituciones, que vean que ese es el camino y cuando tengamos mayoría habría que instrumentarlo. No necesitamos ningún Congreso para eso, necesitamos solo la voluntad dentro del Consejo de fútbol profesional para la creación”, señaló Dehl.

Para los clubes que impulsan esta idea, el camino es llegar a un acuerdo marco que proteja los ingresos de la AUF, pero que también brinde independencia económica y deportiva a las propias instituciones. “Queremos un nuevo modelo porque ahora todos hablan que el fútbol está en una época de crisis, pero vivimos en crisis; el modelo actual está totalmente perimido, fue exitoso para una época, pero no para este momento, donde los clubes tienen que transformarse en verdaderas empresas. Esto no significa que desaparezca la AUF”.

Por ese motivo la Liga tiene que manejarse como una empresa, gerenciada por dirigentes que le dediquen el 100% de su tiempo, con personal rentado y especialistas en áreas como marketing y competición, para vender mejor el producto fútbol. Según Dehl, “el ingreso que tenemos hoy se cuenta con los dedos de una mano, tenemos que buscar otros mercados, otros patrocinadores”.

Si bien ahora el fútbol está suspendido y los directivos tienen otras urgencias que atender, se busca la voluntad política para sacarlo adelante en un plazo no muy largo. Pero mientras los clubes interesados tratan de que el proyecto no se estanque, desde la Asociación ven improbable que se convierta en realidad antes de 2021.

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