Leonardo Carreño

Lacalle Pou pidió estudiar “alternativas” para “no seguir enterrando la basura”

El objetivo del presidente es dejar de utilizar los sistemas tradicionales de disposición final

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15 de marzo de 2020 a las 05:00

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El presidente Luis Lacalle Pou le pidió a Irene Moreira y Tabaré Hackenbruch, las autoridades del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, que comiencen a estudiar “alternativas” a los sistemas tradicionales utilizados hasta ahora para la disposición final de residuos.

El planteo fue realizado el miércoles durante el primer acuerdo ministerial, dijo a El Observador el subsecretario Hackenbruch. 

El jerarca explicó que el objetivo del presidente es que no se siga "enterrando la basura" y que se encuentren otras soluciones, aunque reconoció que ya manejan algunas alternativas y que en los próximos días estarían visitando iniciativas implementadas en el interior.

Las autoridades también buscarán generar una coordinación con las intendencias de Montevideo y la de Canelones, los departamentos donde se producen la mayor cantidad de residuos.

Montevideo tiene la usina de Felipe Cardoso, mientras que en Canelones el gobierno anterior aprobó un sitio de acopio en Soca.

Las autoridades de Vivienda viajaron a Florida este jueves para recorrer e interiorizarse en el funcionamiento de la planta procesadora de relleno sanitario que funciona en ese departamento. Según consignó el Mvotma en su cuenta de Twitter, Moreira “destacó la importancia de este tipo de proyectos para el cuidado del medio ambiente”.

En el acuerdo ministerial, Lacalle Pou, Moreira y Hackenbruch no analizaron de forma específica la instalación de un “megabasurero” en la zona de Cerros Mosquitos, cerca de la localidad de Soca, en Canelones, una iniciativa que generó polémica con vecinos de la zona y activistas por el cuidado del medio ambiente.

Leonardo Carreño

En entrevista con El Observador, Lacalle Pou había dicho que su gobierno pensaba hacer un “esfuerzo muy grande” para cuidar el medio ambiente. 

“Primero un salto institucional, creando el Ministerio de Medio Ambiente. Segundo, un control firme, estricto, sobre lo que de alguna manera daña el medio ambiente, sobre los procesos de mitigación de ese daño, sobre las multas a quienes dañan y los estímulos a quienes colaboran con mitigar los daños al medio ambiente”, expresó. 

El presidente subrayó que “el tema agua” sería una de sus prioridades y dijo que “hace mucho” empezó a reunirse con gente que tiene expertise en temas de agua. “Israelíes y uruguayos, para monitorear en tiempo real la situación de nuestras aguas, y también apostar a la protección del que emprende y su estímulo”.

Polémica en Canelones

Juan Samuelle

La instalación de un sitio de disposición final de residuos en Canelones fue autorizado a fines de febrero por la ministra de Vivienda del gobierno anterior, Eneida De León, pero generó el rechazo de los vecinos y de varios colectivos de ciudadanos que se organizaron ante la preocupación de que la planta contamine las aguas del departamento.

En principio, el proyecto se iba a instalar a orillas del arroyo Solís Chico, a instancias de la Intendencia de Canelones. Sin embargo, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) rechazó esa ubicación en enero de 2019.

Poco más de un año después, la Dinama otorgó la Autorización Ambiental Previa, trámite fundamental para que comiencen las obras del consorcio que construirá el sitio de disposición final de residuos, que fue clasificado como de tipo "C" por parte del ministerio. 

La habilitación de este proyecto se produjo junto a una serie de exigencias que estableció la cartera, tanto para las empresas como para la Intendencia de Canelones. La comuna asumió el "compromiso de ejecutar el plan de compensaciones" para los vecinos, así como un plan "post-clausura" y la "adecuación de los caminos de acceso al predio". 

En concreto, el sitio contará con seis celdas, que en su conjunto podrán alojar un total de 4,8 millones de metros cúbicos de residuos sólidos generados en el departamento, con una vida útil de 22 años de operación. Además, se construirá una planta de tratamiento de lixiviados, que son aquellas sustancias que escurre la basura y que termina por absorber el suelo. 

La planta recibirá unas 465 toneladas diarias de residuos en el primer año de operación, mientras que para el final del período de funcionamiento esa cifra rondará las 573 toneladas por día. "Los residuos a recibir serán urbanos y asimilables a urbanos, incluyendo además los escombros de obras menores de construcción y reparación domiciliaria", afirma el portal de la Dinama que tiene los detalles del proyecto. 

Según la resolución del Mvotma, con el sistema de tratamiento de lixiviados propuesto "no se generarían impactos ambientales negativos residuales inadmisibles sobre el medio".

Como hay "diversos grupos" que manifestaron su "oposición" al proyecto, el Mvotma determinó que deberá haber un programa de relacionamiento comunitario que incluya mecanismos de comunicación para que los vecinos formulen quejas en casos de problemas, como de olor.

 

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