Diego Battiste

Lecueder: "Este no es momento para ganar dinero, sino para tener las cosas en marcha"

El director del estudio que administra varios centros comerciales habló sobre cómo atravesó los meses de cierre y cómo se planificó la reapertura

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21 de junio de 2020 a las 05:00

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Fueron más de 80 días de puertas cerradas. El número parece tomar una dimensión mayor si se tiene en cuenta que desde 1985, Montevideo Shopping abre todos los días del año menos tres: el 1º de enero, 1º de mayo y 25 de diciembre. 

El 9 de junio volvió a abrir y unas 1.700 personas se reintegraron a sus puestos de trabajo.

El estudio Lecueder administra Montevideo Shopping, y también Portones, Tres Cruces y los de Mercedes, Salto, Paysandú y Colonia. Su director, Carlos Lecueder, desde un pequeño escritorio en su casa -al que le llama búnker- rodeado de colecciones propias de llaveros y pelotas de mundial, y de otras de su padre -como una de botellas-, recuerda los primeros días de la pandemia en Uruguay y asegura que en aquel momento, una apertura en junio era el escenario más optimista. El razonable, cuando la incertidumbre dificultaba planificar con claridad, era abrir en setiembre.

Aunque Lecueder cree que Uruguay logró dominar la curva de contagios, aclara que aún no es un partido ganado. Otro tercio de los trabajadores de Montevideo Shopping espera reintegrarse mientras la gastronomía y los cines continúan cerrados. Empezó una etapa diferente: la concurrencia se redujo a la mitad y por un tiempo los shoppings dejarán de ser un lugar de paseo para limitarse a un espacio de compras. 

¿Qué fue lo que más lo marcó de estos meses de cierre?
La imprevisibilidad que tiene el mundo en el cual vivimos. Uno está acostumbrado, tanto en el mundo de los negocios como en la vida, a planificar. Yo soy planificador. Planifico un negocio, los viajes en familia. Soy de los que gustan ir marcando caminos. Si eso lo llevo al nivel de una empresa, es la planificación de la parte financiera y comercial. Uno no solamente vive haciendo presupuestos, que es la forma de trabajar del mundo de hoy, sino que también lo hace a nivel personal con cosas que quiere desarrollar este año. Ahora vimos que de golpe nada quedó en pie: ni un viaje familiar que siempre hago en Semana Santa con mis hijos y nietos, hasta proyectos que se detuvieron y negocios cerrados. En abril Montevideo Shopping cumplió 35 años sin un solo día cerrado, fuera de los tres días que cerramos al año. Esto me deja la sensación de lo difícil que es poder mirar hacia el futuro cuando pasan estas cosas que trastocan todo. Esa sensación en general uno no la tiene porque el futuro es razonablemente previsible, hasta que pasa esto.

Lo segundo, es que si pienso en la globalización es un proceso que ha venido, nos guste o no. Todos empezamos a ver más medios masivos, quizás más de lo que mirábamos antes y a poner la tecnología a nuestra disposición. En el fondo termina haciendo al mundo más parecido, cada vez más global. 

Yo digo que a un nieto grande le voy a decir que vivimos un período en el cual de golpe nos rompieron la importancia de planificar todo con exactitud. Nos agravaron la globalización y nos aceleraron el proceso de avanzar con la tecnología. Si hablo con un nieto más chiquito, le voy a decir que nos recluimos en nuestras casas y nos cambió la vida de un día para el otro. 

¿Cómo visualizaba los meses que se venían en marzo, cuando la pandemia llegó a Uruguay?
Los primeros días no teníamos la más pálida idea. Luego se fue viendo que había que prepararse para reabrir, había que reabrir en un escenario diferente. Los protocolos eran el camino y había que trabajar en ellos. 

¿Desde el día uno se empezó a planificar la reapertura?
Al día siguiente de cerrar hicimos una reunión de equipo. Nadie sabía qué se venía y dijimos de hacer escenarios. El optimista era abrir en junio. Cumplo años en junio, entonces dije que lo optimista era abrir el mes de mi cumpleaños (risas)

El escenario razonable era abrir en setiembre. Entonces dijimos de trabajar con estos escenarios y ver qué se podía hacer para estar mejor preparados en junio y si fuera setiembre, cuál sería la situación. Un comerciante se stockea para temporadas; algunos más avanzados traen todo el tiempo y otros, más de golpe y preparan la temporada. Depende del volumen de cada compañía. Si miramos eso, lo que vemos es que al abrir en junio, se podía salvar algo de la temporada de otoño - invierno. Abriendo en setiembre se perdía totalmente. Para un comerciante, perder todo el stock de temporada, que quede en depósito guardado, es una situación muy difícil de enfrentar. Si el escenario iba más allá, la cosa sería mucho peor. 

En junio el escenario optimista era decir que tenemos que abrir y prepararnos para que se pueda vender la temporada y salvar algo. Pero a medida que uno va avanzando ve que las cosas no son tan como las piensa. Pensás que si querés vender un stock hacés una liquidación, pero si la hacés generas aglomeración de público, que no lo podemos hacer.

¿Se manejarán sin descuentos?
Los shoppings abrieron y no hicieron ninguna política de descuentos especiales. La vamos a preparar pero estudiando lo que es la realidad de hoy. Lo que quedó muy claro es que lo más importante no es vender el stock de temporada, sino la seguridad de la gente.

Creo que el principal orgullo más allá del gobierno es de los uruguayos, que tuvimos la libertad responsable de enfrentar bien una crisis. Cuánta gente escuchamos decir que quería cuarentena obligatoria. Yo quería cuarentena obligatoria, parecía que había que hacerla y me demostraron que no. Tuvimos un manejo excelente de la situación por parte de las autoridades y de la gente. Nosotros desde la actividad privada nos preparamos para abrir de forma responsable.

Durante estos meses dejaron de cobrar el alquiler a los comerciantes. ¿Qué implicó tomar una decisión como esta?
El negocio de los shoppings es que los comerciantes vendan y cobrar un porcentaje de la venta. Hay un mínimo que nos cubre por si alguien no vende bien, por supuesto. pero la base de nuestro negocio es primero que la gente venga; segundo, que compre y tercero, cobrar un porcentaje sobre esas compras. Esa es la estructura de nuestro negocio. Si el comercio está cerrado, no puede vender y la gente no puede venir, no es momento de lucrar. Hay una discusión jurídica sobre si se puede cobrar o no. Pero no entramos en la discusión jurídica. Se discutió con todos los directorios y se dijo que con los comerciantes tenemos una relación de trabajo de años, los contratos que se firman no son de 60 días, son normalmente de cinco años. Uno logra un trabajo de equipo, donde hay mil discrepancias y posiciones diferentes en un millón de cosas, pero hay una cosa clara: este no es un momento para ganar dinero, sino que es para aguantar, para sobrevivir y tener las cosas en marcha. Los comerciantes para aguantar la mercadería sin venderla y con un presupuesto que  tuvieran que soportar, y nosotros con las nuestras estructuras. 

Se bajaron al mínimo los gastos comunes y cada uno pagó. Pero los alquileres no se cobraron hasta el 9 de junio. A partir de ese día hay programas de rebaja de alquileres y no pagarán los mismos gastos. Nosotros tenemos la gastronomía cerrada, los cines y entretenimiento cerrado. Eso le resta mucha gente a la visita de los shoppings, porque muchos van a pasear, o al cine o a comer algo. Esa visita no la tenemos y es razonable que tengamos la mitad de visitantes de un momento normal. Además hay que tener en cuenta que hay gente en seguro de paro que no tiene dinero para hacer compras y hay gente preocupada con la situación. Estamos viviendo momentos de ajustes. La nueva normalidad es una en la cual los shoppings van a tener menos gente, que no venga a pasear sino a comprar. 

¿De qué forma cree que la pandemia va a impactar y modificar el negocio de los shoppings?
La competencia nueva de los shoppings es el comercio electrónico. Este tiempo lo hizo crecer y es una de las cosas que seguramente vamos a tener que enfrentar. Pero hoy no lo enfrentamos, sino que creemos que forma parte de nuestro negocio. Creemos que el futuro no es compra por internet o canal físico. Es la omnicanalidad, el poder de la gente para decidir con un dispositivo si quieren comprar por internet, hacer una búsqueda y comprar en el shopping. El futuro es la combinación de canales y estamos desde los shoppings trabajando para prepararnos para eso. Creció la venta por internet porque era el único camino posible y eso va a afectar la velocidad en la cual se avance hacia la omnicanalidad.

¿De qué forma se preparan los shoppings?
Tenemos un sitio que se llama Voydeshopping.uy que está en estado de nacimiento-crecimiento. Es una apuesta para justamente combinar los dos canales. En estos meses aceleramos procesos. También es complicado porque trabaja con comerciantes de shoppings, que estaban en buena parte cerrados. No fue fácil el proceso pero se aceleró el camino en el cual ya veníamos. A corto y mediano plazo va a ser una herramienta de compra importante en el Uruguay. 

¿Trabaja en nuevos proyectos en este momento? ¿Se estancó alguno?
Estamos con el proyecto de Plaza Italia en Avenida Italia, que estaba viendo una evolución para fin de año. Ahí puede haber un mes y pico de atraso. Atrasos va a haber seguramente. La puesta en marcha del shopping de Minas que íbamos a empezar al salir del invierno también se va a atrasar algún mes más, pero no son la gran noticia. La gran noticia es lo que estamos viviendo.

 

 

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