Lo mejor de 2012 (por Aldo Lema)

Al igual que en el post anterior, Sacacorchos comparte el comentario de los mejores cinco vinos probados en 2012. Esta vez, sin embargo, de una forma muy especial, ya que quien escribe es un invitado, el economista Aldo Lema, gran amante de los buenos vinos. Como buen economista, pone énfasis en la relación calidad-precio. Aquí va lo que escribió para Sacacorchos:

Alto de la Ballena, Tannat-Viognier Reserva 2009

Por azar conocí a Paula Pivel y Alvaro Lorenzo, cuando una amiga en común, dándonos la bienvenida a Uruguay, hizo que coincidiéramos en una cena. Los conocí a ellos, pero también a su viña, Alto de la Ballena, así como su historia y algunos de sus vinos. Me han impresionado el Tannat-Merlot-Cabernet Franc, que Martín Viggiano citó la semana pasada en este blog, o el premiado Reserva Merlot que aquella noche probé por primera vez. Este año llegué al Tannat Viognier tras leer la columna que le dedicó Eduardo Lanza, de la Sociedad de Catadores en El Observador. El ensamblaje de un tinto (90%) con un blanco (10%) es bastante original en Uruguay (y en la región). La cepa Viognier logra moderar los taninos. Destaca justamente por su suavidad, así como por su color violáceo y la fusión de aromas frutas y florales. En tiendas y supermercados se vende a $ 460.

Concha y Toro, Casillero del Diablo, Pinot Noir, Reserva 2011

Si usted se enfrenta a una góndola de vinos y quiere quedar bien regalando o comprando uno importado en el entorno de los 12 dólares ($ 230), una forma de jugar seguro es optar por un Casillero del Diablo de Concha de Toro. Destaca en todas las cepas, incluso con su Malbec, pese a que Chile y dicha viña no tienen ventajas comparativas en ella. Por años, el Pinot Noir de Casillero del Diablo ha sido uno de los mejores representantes de la cepa en Chile. Es ideal para acompañar pescados a las parrillas, sobre todo un atún o salmón. Y es muy recomendable para mujeres que quieren dar sus primeros pasos en vinos tintos. A la vista sorprende por su color. Al paladar destaca por su delicadeza, frescura, equilibrio y gran cuerpo. Y en nariz sobresale notas florales y achocolatadas. Hace gran honor a la reinvidicación y auge que la cepa tuvo globalmente en la última década tras película Entre copas (Sideways).

Montes Toscanini, Carlos Montes, Cabernet Tannat 2008

Fue mi amigo uruguayo Juan Pablo Martí, quien hace casi 18 años, mientras yo vivía en Chile, accedió generosa, pero no tan desinteresadamente, a recorrer viñas, tiendas y encuentros de vinos. A rápido andar llegó a los buenos tintos de Montes Toscanini. Durante mucho tiempo disfruté su clásico y premiado Tannat, criado en roble, y este año descubrí el Cabernet Tannat, en ocasión de participar en una reunión de Hurgadores (Club del Vino). Fue justamente ese tinto el que ganó la desgustación de aquella noche, sobresaliendo por su relación calidad precio (en tiendas se encuentra a $ 250).

Casa Silva, Carménerè, Los Lingues, Gran Reserva 2009

Una característica distintiva de la producción de vinos chilenos ha sido su oferta diversificada, tanto por cepas como en segmentos de precios. Sin embargo, en alguna época, Chile hizo cierto intento de posicionarse con los carménerè, en parte debido a su escasez global. Últimamente ha costado encontrar buenos vinos de esta cepa. Pero la excepción sigue siendo los provenientes de Casa Silva, una viña emblemática del valle de Colchagua. Dentro de sus grandes carménerè destaca Los Lingues Gran Reserva, otro de gran relación calidad precio. En Montevideo se consigue por $ 580 y en Santiago por casi 40% menos.

Irurtia, Km.0 Río de la Plata, Gran Reserva Tannat Roble 2008

Con este Irurtia tuve una de las mayores sorpresas positivas en mi proceso de reencuentro y degustación más frecuente de la producción uruguaya. Nuestro país tiene vinos de gran calidad, pero no siempre a precios competitivos, sobre todo en comparación con los chilenos o los de otros países. Este Tannat Roble es la excepción y no sólo por el precio ($230): ocupó el segundo lugar en una de las catas a ciegas de Hurgadores. Y como nos sugirió Daniel Arraspide, que nos guió en esa cata, tiene la virtud de ser un Tannat potente y robusto, pero sin excesos de tanicidad. Muy equilibrado y fresco. De los Tannat que me gustan.

*Aldo Lema es economista, presidente y socio de Vixion Consultores