Diego Battiste

Los arroceros se frotan las manos: llega la cosecha previa al despegue

Los arroceros están en las puertas de una cosecha que se perfila como la segunda con alta productividad y márgenes positivos, lo que sentará las bases para un crecimiento de área de una magnitud que no se ve al menos desde hace 10 años

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05 de febrero de 2021 a las 12:00

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En el sector arrocero las condiciones están dadas para que comience una fase de crecimiento a partir de esta zafra, que puede ser la segunda consecutiva interesante en rendimiento y precio, tras varias campañas con el viento bien en contra.

Los cultivos se encaminan a una buena producción y con una demanda internacional firme y buenos precios la cosecha que empieza la semana próxima puede marcar el comienzo de una recuperación del área arrocera.

Las presiones alcistas en los precios de exportación de Uruguay se han mantenido desde  el comienzo de la pandemia por covid-19 y alentaron a los productores  en la primavera pasada. Así, estos revirtieron lo que durante 10 años fue una lógica descendente del área. La siembra de la zafra 2020/21 fue levemente mayor a la de 2019/20 y se logró hacer casi completamente en octubre, la fecha ideal, lo que hacía muchos años no sucedía. Alcanzó las 142 mil hectáreas, un 4% superior a las 136 mil de la zafra pasada, según datos de la Asociación Cultivadores de Arroz (ACA).

Y no subió más por falta de agua en las represas, pero la intención de crecer puede verse reforzada tras la inminente próxima cosecha, dadas esas buenas perspectivas mencionadas.

Con mayor área sembrada y la expectativa de rendimientos que también puede superar al del año pasado (8.600 kg/ha), la producción puede tener una recuperación interesante.

Además de la siembra en fecha ideal y una alta temperatura y luminosidad que es lo que más se precisa cuando el cultivo avanza, si las abundantes lluvias de los últimos 10 días no afectan demasiado se podría alcanzar una cosecha de entre  1,25 y 1,3 millones de toneladas, un 10% superior a la del año pasado, aunque lejos por debajo del récord histórico de 1,64 millones de 2011.

En términos de productividad, queda esperar que no haya un frío temprano que pueda afectar cultivos en la fecundación en la zona sureste y que vuelva a instalarse una luminosidad estable.

El precio del arroz: firme

Aunque el precio del arroz no subió tanto como el resto de los granos, el escenario de cotizaciones es el más firme en mucho tiempo. Los arroceros tienen dos determinaciones de precios pendientes –en el marco de sus acuerdos con la industria– mientras miran con ilusión el precio del grano por cosechar. El arroz de la cosecha pasada como el de este año deben tener un precio estimulante.

La negociación del precio definitivo de la zafra 2018/19 ha tenido que ir a arbitraje entre los productores y la industria y ese fallo, que se ha extendido más de lo normal, se espera se concrete este viernes 5 de febrero con un precio cercano a US$ 9 por bolsa.

Eso más los rendimientos potencialmente altos podrían llevar al mejor resultado económico de los últimos años.

Ese arbitraje no traerá seguramente grandes variaciones respecto al precio acordado, que la industria en su momento quería recortar en US$ 0,40 por bolsa por la bajada de precios prepandemia.

Lo interesante comercialmente estará con el precio definitivo de la cosecha de 2020 y el provisorio de 2021.

El presidente de la ACA, Alfredo Lago, dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural que “sin dudas el precio (de la cosecha pasada) será mayor que US$ 10 debido a una excelente performance de las exportaciones. La mejoría del precio de exportación fue de 50% y por ende tendrá impacto en el precio definitivo. Sumado eso a que los costos de producción de la industria fueron inferiores”.

Un precio que como mínimo debería ser del orden de US$ 11 por bolsa ya sería el mayor de los últimos seis años. Entre los productores la expectativa es bastante mayor a eso, pero resta conocer los costos definitivos de la industria para una negociación que puede volver a ser difícil.

Con ese antecedente para la cosecha pasada y la persistencia de buenos precios en el resto del mundo la perspectiva para el margen por hectárea de este año es alentadora. Los productores arroceros podrían en estas dos zafras, luego de una década de adversidad, al menos para quienes pagan por el uso de tierra y agua, lograr resultados económicos positivos dos años seguidos.

Números soñados para el arrocero

Con un precio al productor de US$ 210 la tonelada –US$ 10,5/bolsa de 50 kilos–, considerando un rinde promedio de 8.800 kilos por ha y un costo de producción que baja 3% respecto a la zafra pasada a US$ 1.596/ha según las estimaciones de la ACA, el resultado será de US$ 250 por ha, el mayor en 13 años y el primer resultado positivo luego de 10 años de pérdidas.

En esta zafra ya hay negocios concertados para una vez levantada la cosecha y es aventurado presupuestar. Pero aún una presupuestación conservadora es alentadora. Si el precio de estas dos zafras llegara a US$ 12, el estímulo productivo sería firme.

Los costos de producción bajarán por tercer año consecutivo. Los componentes que más incidieron fueron la suba del tipo de cambio y el mantenimiento de tarifas como el gasoil y la energía por debajo de la inflación, algunos insumos y la bolsa de arroz.

En ese sentido, y como forma de generar mayor competitividad reduciendo costos, la semana pasada ACA acordó con Ducsa y Petrobras la implementación de un precio especial del gasoil para un sector primario que consume 20 millones de litros por año.

Exportaciones: avidez y buenos pagos

A nivel comercial, las perspectivas son favorables. En 2019/20 Uruguay cosechó 1,2 millones de toneladas de arroz y ya se vendió casi la totalidad de la producción a precios que superan los del año pasado, cuando falta un mes para que ingrese la nueva cosecha.

En 2020 se dio un fuerte aumento en las exportaciones, consecuencia de una mayor demanda como forma de asegurar el abastecimiento de la población de este alimento básico en pandemia.

Según los datos de Aduanas, las exportaciones de la zafra pasada –marzo a enero– totalizaron 975.152 toneladas por US$ 447 millones, un aumento de 20% en volumen y de 32% en dólares respecto al mismo período del año pasado. El precio de exportación promedió US$ 458 la tonelada, 10% más que los US$ 416 de un año atrás.

Brasil, Perú y México –con quien Uruguay retomó las ventas en marzo– fueron los principales destinos, con participación del 22%, 20% y 13% respectivamente en el total de ingresos en dólares.

Entre el 1° de marzo y el 31 de enero las solicitudes de exportación de Uruguay a Brasil sumaron 199.921 toneladas contra 122.464 de igual período del año pasado, una diferencia de 63% y un aumento en la participación de 14% a 22% del total exportado. Son exportaciones que tienen la ventaja de menor costo de transporte y logística: dejan mejor margen a productores e industriales.

Del total exportado en volumen, el 60% fue arroz semi blanqueado o blanqueado; el 17%  arroz con cáscara –sin agregado de valor–, dos puntos porcentuales menos que un año atrás; el 12% arroz descascarillado, tres puntos porcentuales más que un año atrás; y 11% arroz partido, cuatro puntos menos que un año atrás.

Los precios internacionales también juegan a favor. El precio de exportación del arroz de Vietnam pasó de US$ 502 la tonelada en diciembre a US$ 515 en enero y se consolidó como el promedio mensual más alto en nueve años, consecuencia de una baja oferta y una creciente demanda y la apreciación del dong. Por el mismo motivo, en Tailandia subió de US$ 512 a US$ 522 según los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y fue el más alto en siete años y medio.

El precio FOB de exportación del arroz semi blanqueado uruguayo supera los de Tailandia y Vietnam –los líderes de exportaciones a nivel mundial–. En enero el precio fue de US$ 576/tonelada, un 34% superior que en el mismo mes del año pasado (US$ 429/ton) y un 12% superior al de Vietnam y 10% superior al de Tailandia.

¿Y si no hubiese llegado la pandemia?

Sin el coronavirus, con el arroz a menos de US$ 10 ya no estaríamos, comentó un productor. Pero van a ser dos cosechas donde la inseguridad alimentaria global da soporte al cereal y muchos ya sacan cuentas para crecer en la próxima  primavera.

Producción: Cecilia Pattarino

Diego Battiste

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