Los clubes aprovecharon el parate para dejar a punto sus canchas

La siembra de invierno que generalmente hacen a las apuradas en abril se realizó con tiempo y sin tránsito en los campos de juego

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16 de mayo de 2020 a las 05:00

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¿El coronavirus tiene algo bueno? Es difícil encontrar un costado positivo a la pandemia que detuvo el crecimiento económico del planeta, enfermó a más de 4 millones de personas en el mundo y mató a cerca de 300 mil. Sin embargo, dentro de todo lo malo, la incertidumbre que genera en el futuro y la “nueva normalidad” que se instala, hay un color verde esperanza en el horizonte: el de las canchas de fútbol.

Los campos de juego y de entrenamiento de los clubes de Primera división del fútbol uruguayo lucen por estos días, en general, un verdor frondoso y reluciente. Sin el castigo diario o semanal de los zapatos de fútbol, sin el machaque permanente del otoño que a veces no permite ni la siembra de invierno, el césped disfruta de los mimos que les prodigan los encargados de cuidarlo.

El Gran Parque Central

“Las canchas están todas lindas, debe ser de las pocas cosas positivas que va a sacar el fútbol de esta pandemia”, dijo a Referí el ingeniero agrónomo Salvador Invernizzi, quien tiene a cargo el cuidado de los terrenos de juego del Estadio Centenario, el complejo de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), el Gran Parque Central, el Campeón del Siglo, el Parque Saroldi y el futuro complejo deportivo del Montevideo City Torque.

“Un descanso de esta clase para las canchas no es poca cosa”, agregó Carlos Buzo, canchero del Parque Juan Prandi del club Plaza Colonia. El hombre, de 70 años, se “guardó” durante 20 días para cuidarse del Covid-19 y luego regresó al trabajo: por lo menos dos veces por semana corta el césped del campo de juego, lo riega y lo fertiliza.

Todo “con cariño” como dice él, porque “la cancha es la herramienta del jugador de fútbol y tiene que estar bien, para que cuando vuelva se lesione menos y venga con alegría a entrenar sobre un piso en buenas condiciones”.

Los meses de abril y mayo son los adecuados para lo que se llama la siembra de invierno, época en la que se planta el raigrás, que es el pasto para los meses de frío.

Los clubes aprovecharon la paralización de la actividad futbolística (no hay partidos oficiales ni entrenamientos desde el 13 de marzo) para plantarlo. “Por un lado tenemos la suerte que el raigrás se va a establecer bien porque no se está usando y por otro lado la mala suerte de que no se puede jugar, pero las canchas van a lucir muy bien cuando se reanude”, señaló Invernizzi.

Cancheros al firme

Si bien las instituciones enviaron a la mayoría de sus funcionarios al seguro de paro parcial o total, los cancheros siguen con sus labores, aunque en menos horas o en menor cantidad que en tiempos normales porque son fundamentales para el cuidado de los terrenos.

Nacional, por ejemplo, dispone de uno para el Parque Central y de tres que atienden las ocho canchas del complejo deportivo Los Céspedes.

“El trabajo está enfocado solo en el mantenimiento de las siete canchas de césped y en la de sintético, no en otras áreas de Los Céspedes”, contó Adriana Araujo, gerenta de operaciones de Nacional.

Los Céspedes

Informó que todas las naturales se sembraron y que la labor es continua y ardua, porque hay que realizar cortes de diferentes alturas, fertilizar, regar y preservarlas de hongos. “No se pueden dejar porque después de la resiembra si dejás crecer mucho el césped queda amarillo”, explicó.

El estadio de River Plate, el Saroldi, está todo el día cerrado para cumplir con las sugerencias del gobierno, pero hay un funcionario que se encarga del mantenimiento de la cancha y una empresa que River Plate contrató para que semanalmente concurra a cortar el césped, informó el gerente deportivo Leonardo Rumbo, quien agregó que habitualmente se necesitan entre 15 o 20 días sin actividad en la cancha para sembrar y que la semilla  “agarre”, algo que en épocas de campeonato es difícil de coordinar. El torneo Apertura se paralizó tras la tercera fecha y en caso de reanudarse, en la quinta el darsenero recibe a Nacional.

¿Cuánto cuesta sembrar?

En Uruguay se utiliza raigrás perenne o anual de césped y la elección de uno u otro depende del presupuesto y el objetivo de cada institución. Explicó Invernizzi que hay de distintos tipos, algunos más oscuros y otros más claros, pero todos son importados de Nueva Zelanda, Estados Unidos o Argentina.

El costo de la semilla para sembrar la superficie correspondiente a una cancha de fútbol es de unos US$ 1.500 y se hace una vez por año, antes del invierno.

Invernizzi indicó que la base de las canchas uruguayas es la gramilla, también llamada bermuda, que en invierno con las bajas temperaturas y las heladas se quema, queda de color marrón amarillento y no crece.

Es por ese motivo que se planta el raigrás, porque “quedaría fea de ver y el desgaste que tiene al no estar activo el pasto es grande, entonces se le pone un pasto que tenga crecimiento y verde para que a la vista sea lindo y tenga cierta recuperación”, señaló.

Por eso ahora es cuando se siembra: “Se puede tratar de reducir un poco la fertilización para que no crezca demasiado, pero hay que plantar en esta epoca por si el fútbol vuelve en agosto. En pleno invierno del desarrollo del raigrás lleva mucho tiempo”.

Retorno incierto

Por ese motivo las canchas están todas sembradas y continúan realizando el mantenimiento, porque luego sería más difícil recuperarlas. “Hay que mantenerlas como si se estuvieran usando, con la ventaja de que el estado es mejor porque no se están desgastando, se están recuperando las áreas que a veces son castigadas y se está recuperando bien”, dijo Invernizzi.

Se continúa con la poda y la esperanza es que el fútbol retorne en algún momento del invierno. “Si uno supiera que no se juega hasta noviembre, capaz que no se sembraba y se ahorra un poco en la semilla y en cortar menos porque evidentemente el pasto de verano no crece tanto durante el invierno o crece muy poquito, pero ante la incertidumbre de que se pueda volver antes en algún momento de julio o agosto, hay que hacer la implantación ahora de ese pasto para el invierno”.

Después de la siembra, el trabajo más importante es el del canchero: “El corte es de las tareas más importantes, que depende de lo que esté creciendo el césped y  en qué momentos. Cuando crece mucho se corta casi todos los días en la primavera por ejemplo y después cuando menos crece se corta cada tres o cuatro días. Los riegos dependen de la época, en verano casi todos los días, la fertilización, el control de malezas”.

Invernizzi, mientras tanto, concurre a supervisar los pisos de los estadios dos o tres veces por semana y sostiene que actualmente las canchas del fútbol uruguayo se encuentran en buen estado porque se las cuida como no se hacía años anteriores: “Antes no se le daba la importancia, basta con ver partidos viejos de Copa Libertadores y no tan viejos, incluso en el resto de América; ha mejorado en todos lados, se empezó a darle la importancia que tienen”.

Una vez Pablo Bengoechea dijo que la pelota parecía un canguro porque iba dando saltitos debido al mal estado del campo y en otras oportunidades toda la culpa era de la famosa lagarta que arrasaba con el pasto. Hoy ya no existen tales excusas y las canchas lucen en muy buen estado debido al cuidado que se les dispensa.

Buzo, canchero de Plaza Colonia, señaló que él había comprado la semilla con anticipación y por eso fue posible sembrar a tiempo. “La excelencia depende del trabajo y del tiempo”, señaló.

Indicó que en el interior del país “el aire es más puro y no hay tanta contaminación”, por eso también es posible un buen mantenimiento del césped. “Nosotros sembramos con mucho tiempo de antelación para que la cancha reaccionara de buena manera. Después es un proceso natural, que lleva su tiempo. En este momento capaz que la cancha no está 100%, pero está en un 75% y eso es muy bueno”, subrayó.

La semilla se duerme

Si bien Carlos Manta, administrador de Plaza Colonia, dijo a principio de mayo en el programa A Fondo de la 1010AM que estudiaba la posibilidad de llevar a Nacional y a Peñarol al Prandi en el presente campeonato, Buzo indicó a Referí que por el piso no hay inconveniente, “el asunto es la capacidad”.

Igualmente contó que está en contacto con el canchero del Alberto Suppici, el estadio que suele utilizar Plaza en Colonia para recibir a los equipos grandes, y que la cancha también está en buenas condiciones.

De acuerdo al calendario del Apertura, el patablanca es local frente a los dos grandes en el torneo: en la séptima fecha recibe a Nacional y en la decimotercera a Peñarol.

River Plate, que también es locatario frente a los grandes en el Apertura, recibiría a los tricolores en la quinta y a los aurinegros en la undécima jornada.

“Nosotros sembramos el Saroldi y estamos haciendo el mantenimiento que hacemos en esta etapa del año. Si se jugaba el torneo iba a ser difícil de sembrar porque no íbamos a encontrar fecha, pero optamos con los dirigentes sembrarlo aprovechando este parate”, contó Rumbo.

El gerente agregó que siempre es difícil en abril encontrar fechas para realizar esta operativa ya que el campeonato está en plena disputa. “La semilla de invierno necesita tiempo para agarrar porque si no la gramilla de verano se pone a dormir y quedan en ese estado que a veces las vemos con esos colores tristes”, indicó.

Ahora, sin fútbol por la pandemia de coronavirus, las canchas lucen alegres.

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