Los dos Yamandú, una contienda fraternal y la agitada interna del FA Canelones

Fraternidad fue, a su vez, la palabra que eligió Yamandú Costa –empresario, presidente de Juventud de las Piedras, frenteamplista independiente, muy cercano al exintendente Marcos Carámbula– el pasado 28 de noviembre, para describir qué es lo que diferencia a la izquierda de sus adversarios políticos. “Es algo que la derecha no tiene y jamás nos va a robar. La fraternidad es propiedad del Frente Amplio y no la podemos perder jamás”, dijo Costa durante la presentación en sociedad del Frente Canario Zelmar Michelini, un grupo socialdemócrata departamental impulsado por el Nuevo Espacio de Rafael Michelini y otros frenteamplistas independientes. 

El intendente de Canelones Yamandú Orsi, presente en el acto, aplaudió el discurso de su tocayo, que hizo una encendida defensa de la gestión frenteamplista y llamó a apoyar al jefe comunal. Pocos días después de esos gestos de afinidad, Costa se postuló como candidato a disputarle la próxima intendencia. La Diaria informó el 8 de enero que el presidente de Juventud había aceptado la propuesta de varios dirigentes –entre ellos Michelini– para asumir un mayor compromiso político y presentarse como una alternativa en 2020. 

La noticia causó “mucha sorpresa” en la intendencia canaria, según reconocieron a El Observador fuentes de la comuna, e instaló allí la incertidumbre acerca de qué ocurriría con Tabaré Costa, suplente del Yamandú intendente y hermano del Yamandú desafiante, cuando llegue la elección y deba asumir la titularidad.

Para evitar las especulaciones, Tabaré se comunicó con Orsi y le aseguró su lealtad política. "Yo me debo a la Intendencia y a la responsabilidad que me dieron", dijo Costa, que se desempeña como director de Cultura. "Antes ya lo había hablado con mi hermano", explicó.

Más allá del anecdótico enredo fraternal, quedó claro en estas primeras semanas de 2019 que el salto de Costa a la primera línea de la política removió la hasta ahora quieta interna frenteamplista en Canelones, despertó la desconfianza del entorno de Orsi, y abrió una polémica por el legado del dos veces intendente Marcos Carámbula. 

Socialdemócratas y comunistas

En la irrupción de Costa al ruedo electoral confluyen razones de índoles políticas, ideológicas y generacionales. 

Al empresario de 52 años, jefe de la campaña que llevó a Carámbula a la Intendencia de Canelones en 2004, se lo empezó a manejar como posible sucesor de Orsi cuando al intendente se lo nombraba como posible candidato a la presidencia. Por esos días, un grupo de frenteamplistas que venía trabajando en la creación de un espacio “seregnista” y “socialdemócrata” vio en el presidente de Juventud una buena opción para ampliar el menú electoral y atraer nuevos votantes en un departamento que es decisivo para triunfar a nivel nacional.

“Nos dijo que lo veía bien y cuando Orsi se bajó de la candidatura volvimos a contactarlo, y nos dijo que seguía entusiasmado”, cuenta Edgardo “Pico” Duarte, presidente de la Junta Departamental y futuro candidato a diputado por el Nuevo Espacio. 

Tras las últimas elecciones, el sector de Rafael Michelini perdió algunos referentes en Canelones –como el actual director general de la intendencia Horacio Yanes–, y a partir de allí intentó recomponer su estructura uniendo fuerzas con otros dirigentes y organizaciones sociales, que se agruparon bajo el Frente Canario Zelmar Michelini, y desde allí impulsaron el nombre de Costa. 

El 28 de noviembre pasado, cuando se presentó la agrupación en la sede social de Juventud de Las Piedras, Michelini dio indicios del inminente anuncio del empresario. “Hemos arrimado al compañero Yamandú Costa. Todavía no lo tenemos convencido pero lo estamos intentando”, dijo el senador frente a unas cincuenta personas, y destacó que no querían que todo el “esfuerzo” para mantener el gobierno recayera en el actual intendente. “No queremos que sea una pelea solo de él; nosotros tenemos que jugar y arrimar alguna braza”, resumió. 

Aunque la intención del Nuevo Espacio es fortalecer los focos socialdemócratas en todo el país, Costa le esquiva a ese mote y prefiere definirse como “progresista” y “de izquierda”. “Mi perfil no es crear un polo socialdemócrata. Yo creo que nuestra figura trasciende a ese espacio que se creó e incluye desde empresarios y gente del fútbol hasta trabajadores y sindicalistas”, dijo en diálogo con El Observador.

Según afirmó, entre quienes ya se acercaron a darle el apoyo existe un fuerte lazo generacional, y una común reivindicación de la “generación del 83” y la militancia clandestina contra la dictadura. Entre los nombres que lo apoyan hay muchos del entorno del precandidato Mario Bergara, como el senador Enrique Pintado, alejado de Asamblea Uruguay. Costa –a diferencia de Michelini– apoya la candidatura de Bergara y está convencido de que puede sumar más gente del Frente Líber Seregni (FLS). 

En ese sentido, su candidatura es uno de los primeros ejemplos de cómo se rearma el mapa de alianzas astoristas en el interior. El Nuevo Espacio, por un lado, está impulsando distintos "frentes" en el interior "más allá" de las fronteras del FLS, según contaron fuentes del sector. El edil Duarte afirmó que pese a las claras coincidencias ideológicas ese bloque "no ha tenido un funcionamiento acorde al esperado" y que por eso los próximos meses pueden traer novedades. Asamblea Uruguay, sector de Danilo Astori, definió que su estrategia departamental estará supeditada a los resultados en las nacionales, por lo que aún falta para saber si el diputado José Carlos Mahía volverá a compulsar por la comuna canaria. En la última elección tuvo el apoyo de su sector y del Partido Socialista. 

Pero además de agitar la interna del astorismo, la candidatura de Costa desató una disputa por el legado del “carambulismo”. Cuando decidió dar el paso, lo primero que hizo Costa fue convocar a varios empresarios y exintegrantes del gobierno de Carámbula para encontrar en ellos una primera base de apoyos. 

Sin embargo, Orsi también reivindica la herencia del hoy presidente de ASSE y asegura tener su apoyo para un nuevo período. El actual intendente dijo a El Observador que mantuvo una conversación con Carámbula para hablar del tema y que recibió el “apoyo explícito” de su antecesor. 

Consultado sobre el mismo tema, Costa dijo que el exintendente no puede interceder porque su cargo le impide hacer política partidaria. 

Hermanos 

Tabaré Costa, exedil canario, se ganó su lugar en la línea de sucesión de Orsi a impulso de la ola electoral de la 711. En 2014, Costa estuvo en el segundo lugar de la lista de Sendic en Diputados, detrás del hoy senador Marcos Otheguy. 

Hoy Costa es director de Cultura de la intendencia e integra el sector Rumbo de Izquierda, que lidera Otheguy junto a varios dirigentes escindidos de la 711 y que apoya la candidatura de Carolina Cosse. 

Si bien en Canelones todos coinciden en que los dos hermanos son “muy unidos”, y que Yamandú apoyó –incluso económicamente– la campaña de Tabaré, Otheguy dijo que “hay que quitarle dramatismo” al peculiar escenario que se abre en caso de que Orsi y Costa compitan electoralmente. 

“Nosotros nos sentimos parte del proyecto de la actual intendencia, que evaluamos como muy exitoso. Tenemos una muy buena relación con Orsi y estamos comprometidos con su gestión, que tiene a varios compañeros”, agregó Otheguy, aunque aclaró que su sector resolvió concentrarse en “el desafío gigante” de 2019 y no pensar en las departamentales.

Mientras que algunos dirigentes cercanos a Orsi afirman que “sería conveniente” que Tabaré Costa no asumiera bajo el escenario proyectado, el flamante candidato da por descontado que su hermano asumirá la tarea de intendente "con responsabilidad” y que “no habrá desajustes”. 

“Así somos los Costa: trabajamos por los proyectos y hemos sido gente muy unitaria y responsable durante toda la vida”, afirmó.

En la compulsa de fraternidades, por el momento va ganando la partidaria.